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Opinión

13 de Noviembre de 2015

Ossandón, Obispo Auxiliar de Santiago, y abusos sexuales en la Iglesia: “Hay que pedir perdón todas las veces que sea necesario”

Es amigo de Rafael Villena Roco, quien renunció al sacerdocio tras ser denunciado el 27 de septiembre, por un adulto con quien trabajó en Talca, de abuso sexual y de autoridad. Dice estar sorprendido y aún incrédulo, y afirma que la Iglesia ha ido aprendiendo de los errores que se cometieron en casos como el de Karadima: "Cuando los papás tienen problemas con sus hijos, tratan de hacerlo lo mejor posible. Pero a veces es bueno y sano decir: hemos tenido la mejor intención, pero hemos metido la pata", plantea.

Ivonne Toro Agurto
Ivonne Toro Agurto
Por
Ossandón


Pedro Ossandón (58), Obispo Auxiliar de Santiago, está afectado personalmente por la denuncia que se presentó en Talca en contra de Rafael Villena Roco, quien hasta fines de octubre era párroco de la iglesia San Agustín, exvicario de Curicó y otrora director de hogares universitario y que renunció al sacerdocio luego de que el 27 de septiembre de este año fuera denunciado, por un adulto con quien trabajó en la región, de abuso sexual y de autoridad.

-Sólo he sabido lo que han dicho los medios internos de la Iglesia y la verdad es que produce dolor ver sufrir a la Iglesia de Talca que es muy reconocida y querida históricamente. Estamos sorprendidos y tratando de descifrar lo que ha pasado. Preocupados y rezando por la Iglesia-, plantea Ossandón a The Clinic Online.

Ossandón reconoce en Villena a una persona progresista y querida por la comunidad y se declara sorprendido.

-Lo conozco mucho. Supimos por el comunicado que estaba solicitando su renuncia al estado clerical lo que también es muy doloroso-, argumenta.

-En un escrito, Villena asegura que en la investigación en su contra hay cierto voluntarismo del Obispo Horacio Valenzuela, discípulo de Karadima.
No me atrevería a levantar teorías por respeto a la víctima. El proceso está en curso, he tratado de hablar con el padre y no he podido. Hay que esperar para ver qué sucede con esto.

¿Pero lo parece prudente su renuncia? Si es efectivamente inocente, ¿por qué no probarlo en un juicio ecleciástico?
La Iglesia nos enseña que cuando hay una denuncia todos debemos colaborar y participar en el proceso de investigación canónica, procurando establecer la verdad para alcanzar el perdón, la reconciliación y finalmente la paz. Pero aquí sólo conocemos los títulos de la acusación, entonces es preciso profundizar para saber qué pasó de verdad.

Usted alguna vez pensó que Villena podría haber cometido un abuso.
Jamás, jamás, jamás. Él es muy querido, muy carismático, muy apostólico…nunca pensé algo así. Lo ideal sería conocer a fondo, a través de un proceso apostólico objetivo, qué pasó. Y asumir las consecuencias. Pero haber previsto algo así, no, para nada.

¿Qué tan golpeada está la Iglesia con estos temas de abuso sexual? Da la impresión que desde el estallido del Caso Karadima no ha logrado sintonizar con la gente.
Estamos golpeados, pero la Iglesia siempre sorprende porque busca sostener su labor en la verdad, en la justicia, en el respeto, en el servicio a los demás, desde los valores y riquezas de un evangelio que apuntan a la verdad. Entonces, más allá de este caso, que es más específico porque está recién empezando, cuando hay casos de abusos comprobados, se está ante algo inadmisible. Y en eso el Papa Benedicto y el Papa Francisco nos llaman a enfrentar estos casos con los valores del evangelio, acogiendo a las víctimas y buscando la verdad.

¿Se ha aprendido algo desde el caso Karadima?
Plenamente. En Santiago hemos tratado de aprender. Días atrás salió cómo la comunidad de El Bosque ha revisado su historia, se ha vuelto a encontrar, han llegado jóvenes, hay transparencia. Aquí hay una verdad que hay que reconocer, hay que pedir perdón todas las veces que sea necesario, y con esa misericordia, procurar que nunca más se vuelva a dañar la dignidad de personas, menos aún de menores.

Queda la sensación de que en el pasado hubo desidia con las víctimas.
Es bueno hacer un símil con la familia. Cuando los papás tienen problemas con sus hijos, tratan de hacerlo lo mejor posible. Pero a veces es bueno y sano decir: hemos tenido la mejor intención, pero hemos metido la pata. Ahí uno puede reencontrarse en la verdad y el perdón.

Pero hay personas que ocupaban cargos y que no actuaron como se esperaba.
Preguntas sobre responsabilidades personales y ahí está lo que ha dicho los procesos ecleciásticos y civiles. Eso ya se conoce, entonces ahora tenemos que aprender y crecer. Superar los problemas.

¿Cómo ayuda a superar los problemas nombramientos como el del obispo Juan Barros en Osorno?
Estamos rezando por Osorno. Somos fieles a lo que el Papa nos pide, queremos que ahí todos puedan conversar, no una vez, sino diez si es necesario. Cuando se rompen las relaciones, hay que hablar mil veces y todos los días procurar sanar las heridas. Duele enormemente cuando hay divisiones.

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