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Cultura

2 de Diciembre de 2015

“La once”: La apuesta chilena para los Premios Goya

Un documental sencillo, divertido y tremendamente humano es la arriesgada apuesta de Chile para los Premios Goya, con una historia, la de "La once", que su directora, Maite Alberdi, ha tardado cinco años en realizar y que es un precioso canto a la amistad.

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la once youtube

Un documental sencillo, divertido y tremendamente humano es la arriesgada apuesta de Chile para los Premios Goya, con una historia, la de “La once”, que su directora, Maite Alberdi, ha tardado cinco años en realizar y que es un precioso canto a la amistad.

“La realidad es más interesante que cualquier cosa que se me pueda ocurrir”, explica a Efe Alberdi, que se embarcó en este proyecto al darse cuenta de lo importante que era para su abuela esa cita mensual con sus amigas para tomar el té, que se mantuvo inalterable durante 65 años.

Esa trascendencia de algo aparentemente banal es lo que ha buscado transmitir con un estilo narrativo muy poco invasivo, en el que priman los primeros planos de las mujeres que participan en esa cita, y que se muestran espontáneas, habladoras, criticonas, alegres, tristes y, sobre todo, tremendamente divertidas.

Teresa -abuela de la realizadora-, Ximena, Alicia, Angélica, Gema e Inés conforman un heterogéneo grupo que Alberdi retrata muy de cerca pero con la suficiente distancia para no entorpecer la fluidez de unas conversaciones que profundizan mucho más de lo que una charla alrededor de pasteles podría suponer.

“No les di ninguna pauta porque cuando al principio lo intenté, sobreactuaban, así que todo lo que sale en la película es completamente real”, explica la realizadora.

La idea original era rodar todos los encuentros hasta que dejaran de hacerse, lo que ocurrió cuando falleció su abuela, una de las principales impulsoras de esas meriendas en las que además de hablar, las participantes no dejaban una miga de las tartas y sandwiches que preparaban primorosamente, como recuerda Alberdi entre risas.

Pero en lo que se centra el documental es, sobre todo, en las reacciones de cada una de ellas ante los comentarios de sus amigas, razón por la que la directora decidió usar planos cortos.

“En Chile tenemos una relación especial con lo que no se dice. Aquí (en España) se dicen más las cosas a la cara, pero para nosotros eso es super difícil. Por eso era importante mostrar la sutileza de las relaciones a través del primer plano”, explica Alberdi.

Era la única forma de captar la relación compleja de amor odio que había por ejemplo entre Teresa y Ximena, con los gestos de sus caras.

Y era además el estilo más adecuado para hacer que el espectador se sintiera como sentado a la mesa con ellas y participando de sus conversaciones.

Una película que ha sido todo un éxito en Chile, donde se hace mucho documental pero con poca distribución en salas, y que ha recibido premios en festivales de Biarritz (Francia), Guadalajara (México), Huelva (España), Barcelona (España), Miami (EE.UU.), Corea del Sur o Brasil.

Además de hacer de las protagonistas que quedan con vida -Alicia, Ximena y Angélica- unas estrellas en Chile.

“Cada fin de semana van a un cine diferente en el que se proyecta la película y hacen lo necesario para se las reconozca. Saludan a la gente y están encantadas, para ellas ha supuesto una gran inyección de energía” a sus 85 años.

Ahora, el objetivo de Alberdi es ser nominada al Goya a mejor película iberoamericana, algo que se sabrá el próximo día 14.

“Si logramos la nominación, ya sería como ganar el Goya”, un premio muy importante para una película con la que Alberdi quiere “competir de igual a igual con la ficción”, pese a que no es habitual que los documentales se enfrente por premios a películas de ficción.

Para Alberdi, “el cine, al final cuenta una historia” y da igual que sea real o inventada. De ahí que en sus documentales de tanta importancia a la estética como en cualquier película de ficción.

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