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Poder

4 de Diciembre de 2015

La imprudencia al estilo “Buenos muchachos” que permitió a la Fiscalía investigar a Jadue por lavado de activos

Tiempo atrás, el expresidente del fútbol chileno, hoy confeso por sobornos en Estados Unidos, compró un departamento al contado por 160 millones de pesos. El hecho, permitió que la Unidad de Análisis Financiero (UAF) alertara a la Fiscalía, lo que derivó en una investigación por lavado de activos. La escena recuerda la cinta de Martin Scorsese "Buenos muchachos", en la que Robert De Niro, Jimmy Conway, les ordena a su banda que luego de robar un avión no compren nada con esa plata, para así no despertar sospechas.

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“¡Don’t buy anything! (no compren nada)”, les ordena Robert De Niro, en su papel de Jimmy Conway en la cinta de Martin Scorsese “Buenos Muchachos”,  a su grupo de gángster luego de que perpetran el robo de un avión en el Aeropuerto JF Kennedy. No compren nada, mantengan una vida normal, y así no despertarán sospechas, advierte.

Pero como la naturaleza humana tiende a inclinarse por el lujo, por la ostentación, ellos no obedecen, y llegan a una cena del “grupete” llenos de autos último modelo, abrigos caros, joyas. De Niro estalla, los reprende y luego… uno a uno empiezan a caer.

Como la vida real supera a la ficción, como se dice, algo similar le sucedió a Sergio Jadue, a quien dicho sea de paso ya han comparado con el protagonista de la cinta, Ray Liotta.

Resulta que un departamento comprado en efectivo, por unos 160 millones de pesos, fue la señal de alerta, la luz roja que se prendió para que la Fiscalía abriera una investigación por lavado de activos contra el expresidente de la ANFP, Sergio Jadue, hoy confeso de sobornos en Estados Unidos.

Según publica el diario la Tercera, los hechos sucedieron luego de que la constructora en cuestión recibiera el pago para depositarlo en una cuenta bancaria.

A raíz de ese asunto, y tal como lo establece el reglamento de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), el banco relacionado con la transacción debió informar, pues por la naturaleza del monto implicado podría tratarse de una operación sospechosa.

Según la norma, recuerda el citado medio de circulación nacional, los bancos deben reportar a la UAF de manera mensual, trimestral o semestral, las transacciones en efectivo que superen “los US$ 10.000, o su equivalente en pesos chilenos, según el valor del dólar observado el día en que se realizó la operación”.

Al valor actual de la divisa, la cifra a informar sería de alrededor de 7 millones de pesos, lo que en matemáticas simples no alcanza a ser ni el 5% del valor pagado por Jadue en efectivo.

Entonces, una vez que fue alertada por la entidad bancaria, la UAF envió la información a la Fiscalía Oriente, caso que primero tomó el fiscal José Reyes Klenner, y que ahora fue reasignado a Carlos Gajardo.

Ayer, precisamente en el marco de esta arista, Gajardo llegó con efectivos de la PDI hasta la sede de Quilín en busca de información que le permita ir desenredando la maraña.

El persecutor consiguió copias de algunos correos, pero no logró encontrar el computador que Jadue usó en la ANFP.

Tras varias horas de registrar la oficinas, por la tarde se trasladó a un inmueble que Jadue adquirió en la comuna de Las Condes, un departamento ubicado en avenida Kennedy.

Asimismo, la PDI también se constituyó en Amicorp, la firma que gestionó el millonario traspaso de recursos por parte de Sergio Jadue a cuentas en paraísos fiscales.

Tal como informó ayer la Fiscalía de Estados Unidos, Jadue confesó los delitos de participar en una red de crimen organizado y lavado de activos.

Cuando estalló el caso el 27 de mayo pasado, a Jadue se le apuntó como el receptor de una coima de 1,5 millones de dólares. Ayer, además de informar el reconocimiento de culpas, la Fiscalía gringa adelantó que el exdirigente se había comprometido a devolver las platas obtenidas a través de este mecanismo.

Lo que queda por ver entonces, y de ahí la relevancia de la investigación que encabeza Gajardo es si parte de esos dineros fueron blanqueados en el país.

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