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Mundo

23 de Febrero de 2016

El No sigue liderando en el referéndum boliviano con el 95% de los votos escrutados

Según el último informe sobre el escrutinio, publicado a las 23.19 hora chilena en la página web del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el No tiene un 51,21 % y el Sí un 48,79 %.

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Bolivia reelección EFE

La misión electoral de la OEA pidió hoy calma al oficialismo y la oposición en Bolivia, donde el escrutinio del referendo sobre la reelección del presidente Evo Morales se encuentra en la recta final, y con el 95 % de los votos computados el No gana con un 51,21 % frente al 48,79 % del Sí.

La misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) instó a la calma “a los partidarios de las distintas opciones y a la ciudadanía mientras se procesan los resultados finales”, sostuvo la organización en un comunicado.

El organismo se pronunció así tras las protestas y vigilias que se han producido en varias ciudades ante las sedes electorales donde se lleva a cabo el escrutinio, y en medio de acusaciones mutuas de intento de fraude que han tenido un intenso reflejo en las redes sociales.

El Gobierno ha denunciado un supuesto intento de la oposición de cometer un “fraude” para perjudicar el escrutinio de los votos de las zonas rurales, en las que el oficialismo ha puesto sus últimas esperanzas de ganar el referendo.

“El proceso de escrutinio definitivo, que comenzó la tarde misma de la elección, está llevándose a cabo con la presencia de delegados del Sí y del No, lo que garantiza la transparencia de los procedimientos”, señaló la OEA.

Las encuestas por recuento rápido difundidas el domingo al cierre de la votación daban la victoria al No por un estrecho margen.

Los bolivianos votaron el domingo sobre una reforma de la Constitución para ampliar el número de mandatos presidenciales consecutivos permitidos de dos a tres, lo que abriría las puertas a Evo Morales a presentarse a los comicios de 2019 en busca de un cuarto mandato hasta 2025.

Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, gobiernan Bolivia desde el 22 de enero de 2006, asumieron su segundo mandato en 2010 y el tercero en 2015.

El tándem presidencial pudo presentarse a los comicios de 2014 gracias a un fallo del Tribunal Constitucional que avaló que su primer mandato (2006-2010) no cuenta porque el país fue refundado como Estado Plurinacional en 2009.

A poco de finalizar el cómputo, el gobernante indígena expresó su confianza en que los votos de las zonas dispersas y rurales de su país le permitirán remontar la votación para conseguir el apoyo que necesita a su intento de prorrogarse en el poder.

“Siempre hemos ganado con el voto del campo, del hermano campesino, y si ganamos, también va a ser con el voto del movimiento campesino boliviano”, señaló este martes Morales en un acto con indígenas.

También cuestionó que haya grupos protestando ante las sedes de los organismos electorales y lo atribuyó al hecho de que están asustados porque ahora se están contando los votos del campo y se han acortado las diferencias entre el sí y el no.

Afirmó que “nunca ha habido fraude”, frente a las denuncias de esos grupos de ciudadanos que temen una alteración de los resultados de la votación del domingo.

En cambio, su vicepresidente volvió a defender que existe un “empate técnico” y cree que sí se está gestando un intento de fraude, pero por parte de la oposición.

García Linera argumentó que la presencia de esos “grupos de choque” opositores ante las sedes electorales prueba dicho intento de fraude para desconocer el voto de los sectores campesinos, que tradicionalmente han apoyado a Morales.

El vicepresidente pronosticó un resultado con un margen muy estrecho y aventuró que el desenlace podría definirse el 6 de marzo, cuando votarán 5.000 personas de un barrio de la ciudad de Santa Cruz (este), donde el domingo pasado un grupo de protesta prendió fuego al material electoral, lo que hizo que se pospusiera la votación.

El expresidente y opositor Jorge Quiroga (2001-2002) rechazó las acusaciones de fraude y sostuvo que las palabras de García Linera son un “sofisma que no se lo traga nadie”.

Quiroga consideró que la concentración de grupos de personas no puede considerarse un “matonaje”, sino una movilización de la gente para exigir aclaraciones sobre los cómputos.

Hasta el momento, el cómputo ha concluido en tres de las nueve regiones de Bolivia: en Chuquisaca ganó el No con 55,23 % y en Pando también se impuso el rechazo a la reelección con 53,98 %, mientras que en Oruro, cuna de Morales, venció el Sí por 52,03 %.

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