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Mundo

24 de Febrero de 2016

Mujer manda a la cresta a su jefa tras correo hiriente sobre su físico

"No quiero representar o apoyar un negocio que tiene este tipo de valores y creencias arcaicas. Esta es la razón por la que chicas jóvenes tienen problemas con su imagen corporal”, señaló Sherene Zarrabi.

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moda-ins

La reponedora y también administradora de redes sociales de la marca de ropa Dainty Hooligan en la tienda Stillwater, Sherene Zarrabi, decidió renunciar a su pega y mandar a la cresta a su jefa por una razón que sencillamente le resultó inaceptable.

Según consigna radio Bíobío, la joven aprovechó su tiempo libre para ponerse ropa, sacarse un par de fotografías y luego subirlas a Instagram con el fin de promocionar la marca.

Sin embargo a su jefa, CEO y fundadora de la marca, Jessica Issler no le pareció nada de bien la iniciativa por lo que decidió mandarle un correito fulminante. “Algo que quiero que te quede claro: Quiero a una chica de talla pequeña, el estereotipo de ‘modelo’ que se pruebe nuestras prendas. Por favor, usa las imágenes de nuestros modelos, si es que Stillwater no puede encontrar alguien así”, sostuvo.

A su vez le exigió eliminar las fotos ya que no iban con el perfil de la marca.

En este momento Sherene no aguantó y decidió mandar a la punta del cerro su pega. Lo hizo con la siguiente publicación a través de Facebook: “Recientemente he sido atacada y discriminada por la dueña de Dainty Hooligan. Ella fue al Instagram de nuestra tienda y borró todas las imágenes en las que yo estaba modelando las prendas, luego envió ese mail”.

En esa línea precisó que su salida se debe básicamente a que “no quiero representar o apoyar un negocio que tiene este tipo de valores y creencias arcaicas. Esta es la razón por la que chicas jóvenes tienen problemas con su imagen corporal”.

Añadió que “es asqueroso, desagradable. Sentí repugnancia cuando leí el correo que me envió mi jefa. Renuncié inmediatamente a mi trabajo, y sugiero que mis amigos y familiares no vuelvan a aparecer por Dainty Hooligan”.

Desde la otra esquina su jefa señaló al diario de la Universidad de Oklahoma que “yo soy responsable por el correo electrónico que se envió. Nunca tuve la intención de ser mala o atacar, pero no voy a pedir disculpas por una regla de moda que no se dice“.

“Mi prioridad número 1 es la seguridad de mi equipo, así que la falta de positividad y maldad es aterradora para mi”. Esta chica ha creado un ambiente de trabajo hostil porque ella tiene una imagen corporal triste de sí misma“, sentenció.

Pese a sus comentarios, al rato la mujer aprovechó de ofrecer sus disculpas y aclarar que “te deseo la mejor de las suertes y honestamente no tengo ningún sentimiento de rencor hacia ti, y quiero darte las gracias por una lección de humildad”.

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