Nacional
3 de Abril de 2016Carlos Peña le pega a Goic y a la Iglesia Católica por la propuesta de sueldo ético: “El buenismo es una falsificación de la bondad”
Carlos Peña, siempre distante de los discursos de la Iglesia Católica, esta vez remó contra la corriente, criticando la propuesta del sueldo ético de 400 mil pesos, del obispo Alejandro Goic. El rector de la UDP, argumentó que su opinión no se trata de una cuestión de "bondad" sino que se trata de "decir o afirmar, frente a cualquier problema acuciante, una solución que parece obvia y fácil".
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Carlos Peña, en su usual columna de El Mercurio, criticó la postura del obispo de Rancagua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alejandro Goic, al decir que el sueldo “ético” debería ser de al menos 400 mil pesos al mes.
La propuesta de Goic acaparó apoyo durante estos días, sin embargo, la lectura de Peña es crítica. El rector de la Universidad Diego Portales, acusa a Goic de convertirse en la caricatura del “buenismo”.
“El buenismo es una falsificación de la bondad: consiste en decir o afirmar, frente a cualquier problema acuciante, una solución que parece obvia y fácil. ¿Una niña quedó embarazada como consecuencia de una violación? Pues hay que recordarle el valor de la vida con prescindencia de cómo se la engendró. ¿Hay personas que no alcanzan a satisfacer sus necesidades? Entonces hay que establecer un sueldo mínimo que les permita cubrirlas. Fácil y obvio”, escribió Peña.
“Pero desgraciadamente las cosas no son ni fáciles ni obvias”, continuó, citando los planteamientos de justicia social de Karl Marx para argumentar que cualquier solución de esta índole requiere un arduo trabajo y no provendrá, en ningún caso, del “buenismo” que le atribuye a la Iglesia Católica.
Peña arguyó que Marx “lo hizo como consecuencia de la crítica al sistema capitalista. Marx pudo equivocarse; pero en él no había nada de buenismo. Él sabía que para alcanzar un objetivo semejante el camino era arduo. A diferencia de la de Marx, la propuesta de Goic o Ezzati no es, por supuesto, el fruto de una crítica radical al sistema capitalista, o de la lectura a la Crítica al programa de Gotha , sino que está inspirada por… el buenismo. Es decir, inspirada por el propósito de decir algo que se estima bueno, algo a lo que nadie podría oponerse, algo, en suma, que concita el acuerdo inmediato de todos, sin detenerse en los detalles, siempre dificultosos, relativos a cómo lograrlo.“.
Según el columnista, esta actitud “es el problema en el que, una y otra vez, está incurriendo la Iglesia. La sustitución de la ética por el buenismo. Es la misma simplificación que hizo acerca del aborto en situaciones trágicas (donde se eludía el discernimiento que esas situaciones exigen por la mera afirmación de la vida) y ahora se repite con el tema del sueldo ético (donde se subraya qué bueno sería que se le pagara como mínimo, sin considerar ningún análisis crítico acerca de cómo alcanzarlo)”, escribió.
“En política a quien hace caso omiso de esos principios se le llama demagogo; cuando quien los desoye es la Iglesia se la llama maestra de moral. Pero nadie, o casi nadie, repara en su buenismo, en esa caricatura del discernimiento ético, en ese sucedáneo con el que cada cierto tiempo los obispos y pastores irrumpen en la esfera pública pretendiendo aleccionar a los ciudadanos”, concluyó Peña.