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Opinión

19 de Mayo de 2016

Columna de Alberto Coddou: “Los encuentros constituyentes en el Reino Unido”

"Para los británicos, nuestros diálogos son una iniciativa excepcional. No pueden creer que incluso antes de cualquier decisión del Congreso, las personas puedan juntarse a conversar sobre qué quieren para el futuro como comunicad política.

Alberto Coddou
Alberto Coddou
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Proceso Constituyente YT

Este sábado 7 de mayo es un día histórico para los chilenos residentes en el Reino Unido. En el International Hall Residence (Londres), se realizará el primer encuentro autoconvocado con motivo del proceso constituyente. Los 25 participantes inscritos darán el puntapié inicial a más de una decena de encuentros constituyentes que se realizarán en tierras británicas.

Esto significa que, por primera vez, chilenos en el exterior podrán ejercer derechos de participación política. Es un triunfo de diversas comunidades organizadas que reclamaron su omisión en la metodología propuesta originalmente por la Segpres. A través cartas dirigidas a ministerios, solicitudes a la Comisión Defensora Ciudadana y correos con el presidente del Consejo de Observadores, se logró que se reconocieran derechos de participación política aun antes de que entre en vigencia el voto de los chilenos en el exterior. Un ejemplo más de que la movilización social incide, creando espacios de participación ahí donde no los había.

Los chilenos en el exterior son una comunidad heterogénea, pero no dispersa. Hay redes relativamente bien formadas, y no sólo a propósito de los partidos de la selección. Por eso es que además de organizar actividades para recolectar fondos ante catástrofes, celebrar las fiestas patrias, formar clubes deportivos o grupos de folclor, han logrado formar incluso organizaciones políticas. La capacidad de actuar colectivamente en torno a un interés común es un activo demasiado grande como para ser desperdiciado. El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior (Dicoex) y de su red consular, debe hacer un esfuerzo mucho más grande por aprovechar este activo.

En el Reino Unido, donde según el último censo en el exterior residimos unos seis mil chilenos, se espera que las tres oleadas migratorias participen de los encuentros constituyentes: perseguidos políticos de la dictadura, inmigrantes económicos y estudiantes de postgrado. Ya existen más de diez encuentros registrados en Londres, otros tres en Edimburgo, dos en Manchester y otros en Sheffield y Lancaster. Y esperamos que sean más. La semana pasada vino Chico Trujillo y se repartieron volantes; más adelante viene la presidenta, en gira oficial, y se espera que dé un apoyo a los encuentros; a fines de mayo viene Gepe, y veremos si nos puede ayudar en la difusión de la convocatoria. Si Alexis se suma, ¡qué mejor! Lo que está claro es que hay comunidad de chilenos decidida a participar de este proceso constituyente.

Para los británicos, que nunca han tenido una Constitución escrita, nuestros diálogos son una iniciativa excepcional. No pueden creer que incluso antes de cualquier decisión del Congreso, las personas puedan juntarse a conversar sobre qué es lo quieren para el futuro como comunidad política. Si bien son llamados cada cierto tiempo a votar en plebiscitos (en junio se pronunciarán sobre el vínculo del Reino Unido con la Unión Europea), son pocas las instancias de participación directa en temas nacionales. A pesar de ello, los británicos saben argumentar, y son maestros de la conversación suave, de la empatía dialógica, de la celebración del argumento contrario y de la elegancia del disenso. Yo les cuento que Chile tiene una suerte de represión participativa, que nos cuesta debatir, que no siempre logramos articular los puntos de discusión, y que difícilmente podemos evitar las lágrimas cuando nos rebaten un punto. Leemos poco y nos quejamos mucho, y cuando discutimos, lo hacemos con rabia.

Los encuentros constituyentes son una buena instancia para estimular la conversación y el debate. Aquí nos pondremos a prueba como ciudadanos y no sólo como consumidores o clientes. De este modo, será una oportunidad histórica de participación política para quienes viven fuera del país. Es de esperar, por cierto, que también lo sea para quienes viven dentro.

*Abogado, miembro de Proyecto Puentes (@ProyectoPuentes).

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