Estos son los informes que vendió el exministro Insunza a la minera de los Luksic

Son en total 443 los informes sobre coyuntura política que el exparlamentario y otrora ministro de la Segpres, Jorge Insunza, vendió como asesorías a la minera del grupo Luksic, Antofagasta Minerals entre los años 2007 a 2014, por los que se pagaron alrededor 100 UF mensuales.

Parte de los estudios coincidieron con el periodo en que ejerció la labor parlamentaria por lo que, según confirmó en CNN el fiscal Manuel Guerra, se investigan eventuales delitos tributarios, cohecho y negociación incompatible.

Las diligencias de la causa están a cargo del jefe de Alta Complejidad, Carlos Gajardo, quien ya requirió, entre otras cosas, la contabilidad de la compañía y copia de los informes que elaboró Insunza, personero que el 11 de mayo de 2015 fue nombrado ministro de la Secretaría General de la Presidencia y que debió renunciar 27 días después, una vez que salió a la luz pública que través de la firma Virtus Consultores -sociedad que constituyó junto a su esposa Claudia Jara en 2007- brindó servicios a privados siendo funcionario público.

“Tuve otras actividades privadas con múltiples empresas, entre ellas Antofagasta Minerals, y esos informes que ellos recibían eran de análisis políticos, que es lo que yo me he dedicado por muchos años, no tenían que ver con la minería”, dijo Insunza el 5 de junio pasado, dos días antes de presentar su renuncia.

The Clinic Online tuvo acceso a algunos de los documentos elaborados por Insunza.

El 28 de agosto de 2008, por ejemplo, resume en 2 páginas la situación económica. Afirma que “el Ministro Andrés Velasco anunció un nuevo paquete de medidas económicas orientadas a reducir la inflación. Nada es muy espectacular o decisivo, pero es una señal que fue bien recibida por el mercado y distintos sectores políticos. A su vez, el Presidente del Banco Central De Gregorio insistió en que el instituto emisor está dispuesto a realizar nuevas alzas de tasas si persiste la actual tendencia inflacionaria”.

Prosigue con que “el razonamiento de Hacienda es uno solo y bastante simple: la inflación importada por el alza del petróleo y los alimentos se extendió y contagió al conjunto de la economía, y aún así subsiste un alto gasto interno, pero la inversión y el crecimiento están mostrando cifras más altas de las esperadas. Además, las lluvias de este invierno aliviarán el costo de la energía, lo que agrega un plus al crecimiento, dado que este fue un punto grave para el crecimiento del segundo semestre del 2007 y los primeros meses de este año 2008”.

Y concluye con el análisis de que “lo que no quiere el Ejecutivo, con razón, es que el control de la inflación no derive en una crisis de crecimiento y creación de empleos, porque enfrentar el escenario presidencial-parlamentario 2009 en esas condiciones puede ser crítico para el Gobierno Bachelet”.

El 1 de febrero de 2010 detalla el escenario del primer gobierno de la derecha tras el retorno a la democracia.

“Sebastián Piñera señaló en los días recientes que la calidad de un gobierno se define en los equipos que conforma. Este es un concepto de antigua data, que –quizás inconscientemente- replica una de las frases más comentadas de El Príncipe de Nicolás Maquiavelo: “no es de poca importancia para un príncipe la elección de sus secretarios: que son buenos o malos según su prudencia. La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean. Si son capaces y fieles, podrá reputárselo por sabio, pues supo hallarlos capaces y mantenerlos fieles. Pero cuando no lo son, no podrá considerarse prudente a un príncipe que el primer error lo comete en esa elección”, consigna parte del escrito.

Además refiere que “todas las señales de Piñera y Rodrigo Hinzpeter apuntan a crear altas expectativas respecto a la excelencia, autonomía política y capacidad de realización de sus equipos. Ese siempre es un peligro: crear muchas expectativas crea dificultades con manejar la frustración. Le pasó a Bachelet con sus promesas de renovación total, que después debió revertir, y de paridad de género, que después tuvo que dejar de lado”.

En otro documento, de septiembre de 2013, profundiza en la situación en Argentina bajo la administración de los Kirchner y plantea que “el Gobierno de Cristina Fernández termina en 2015 y la pretensión de sectores del kirchnerismo para hacer una reforma que permita una reelección seguramente no será posible porque no lograrán mayoría absoluta. Pero, aún así el próximo Gobierno chileno tendrá a lo menos dos años de convivencia con el Gobierno Fernández. En ese contexto, el caso LAN resulta paradigmático respecto del tipo de roces que pueden emerger y sus límites”.

“Es sabido que este caso fue provocado en el marco del manejo de La Cámpora de Aerolíneas Argentinas. No hay datos confiables respecto de los resultados de la empresa, que no explicita sus balances. Desde el oficialismo se señala que ha avanzado y desde la oposición, que sus pérdidas son cuantiosas y permanentes en el tiempo, terminando subsidiados por el Estado. Desde que asumió Mariano Recalde al mando de Aerolíneas, han ingresado quinientos militantes de La Cámpora, reemplazando a casi todo el personal jerárquico de carrera. Uno de los conflictos más agudos ha sido con el líder camionero Hugo Moyano, quien apoyaba a otro candidato para Aerolíneas, y ante su derrota, pidió compensaciones que nunca obtuvo. La Cámpora mantiene severos problemas con los gremios”, plantea.

En enero de 2014 escribe sobre el vínculo entre la DC y el PC y asegura que la convivencia será compleja. Además adelanta que “el éxito del Gobierno Bachelet será decisivo para dar continuidad a la Nueva Mayoría o, al menos, a la idea de un “acuerdo político y programático”, como se entiende hasta ahora. Su debilidad o fracaso, por el contrario, generará inevitables efectos centrífugos, por la presión social a los partidos de la izquierda, y también puede reactivar las posiciones tradicionales de un eje de poder transversal de la centro-izquierda, como se articuló desde los ’90, pero ya sin una clara mayoría electoral, sino tan solo de una fuerza que ronde entre el 35%-40%. Si ese escenario se verifica, las opciones de un candidato como lo fue Enríquez-Ominami el 2009 puede volver a superar el 20% y la Alianza puede resucitar de su actual fracaso”.

Lea los informes: