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Mundo

24 de Agosto de 2016

Arzobispo argentino se va en picada contra gays y sociedad fornicadora

Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, se refirió duramente sobre las mujeres que cambian de pololo hasta seis veces en el año, dijo que los anticonceptivos era un negocio que alteraba sus ciclos y criticó las relaciones anti naturales entre personas del mismo sexo.

Por

Arzobispo Héctor Aguer LaNaciónArg.

“No cito la definición del catecismo sino la del diccionario: (La fornicación es) “tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio”. Este vicio se ha convertido en algo trivial, común, insustancial. Lo llamo vicio porque el diccionario define “fornicario: que tiene el vicio de fornicar”. Él o ella en principio, aunque hoy día la “igualdad de género” permite otras combinaciones, antinaturales.”.

Así comienza la columna titulada “La Fornicación”, escrita por Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, que publicó El Día.

“No lo olvidemos la fornicación “contra naturam”, ahora avalada por las leyes inicuas que han destruído la realidad natural del matrimonio y que se fundan en la negación del concepto mismo de naturaleza y de la noción de ley natural. La razón comprende que el cuerpo del varón y el de la mujer se ensamblan complementariamente porque están hechos el uno para el otro; y también sus almas”, se expresó sobre las relaciones homosexuales.

El religioso se quejó de las mujeres que cambian de pololo hasta 6 veces al año. Se quejó de lo que él llamó “una cultura fornicaria” y expresó que los anticonceptivos son un negocio para ocultar los ritmos de la fertilidad en la mujer.

Héctor habló de que estamos viviendo una banalización del sexo.  “Una señal alarmante de deshumanización se manifiesta en el lenguaje: novio-novia, ex novio- ex novia, pareja-ex pareja, ya no marido y mujer, esposo y esposa; aquello debe llamarse, en realidad, concubinato. Las consecuencias personales y sociales se pueden percibir en la orfandad afectiva –e incluso efectiva- de tantos niños y adolescentes y la cantidad superior de abusos que se registra precisamente en el interior de esas formas de “rejunte”, que no son verdaderas familias”,  dijo.

“No puedo dejar de proclamar la verdad”, enfatizó el católico.

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