Dilma reivindica la lucha social y afirma que su destitución “es el segundo golpe de Estado” que enfrenta en la vida

“Es el segundo golpe de Estado que enfrento en la vida”, fue la primera reacción de Dilma Rousseff esta tarde, tras la votación que tuvo lugar en el Senado de Brasil y que terminó por convertirse en su histórica destitución como Jefa de Estado. La militante del Partido de los Trabajadores (PT) habló frente a un grupo de manifestantes que tildó el hecho como un golpe a la democracia.

“Primero fue el militar (1964), que me afectó cuando era una joven militante; el segundo fue el parlamentario, que me derriba del cargo para el que fui elegida”, completó la ahora exmandataria.

En esa línea, afirmó que “hoy el Senado tomó una decisión que entra a la historia de las grandes injusticias: escogieron rasgar la Constitución; decidieron interrumpir el mandato de una presidente que no cometió ningún crimen; condenaron a una inocente y consumaron un golpe parlamentario”.

Flanqueada por correligionarios y seguidores en el Palacio de la Alvorada, advirtió que el Partido de los Trabajadores (PT) no se muere con esta resolución y volverá al poder para culminar el proyecto de lucha contra la desigualdad social.

“No desistan de la lucha. Escuchen bien: piensan que nos vencieron pero están engañados. Sé que todos vamos a luchar. Habrá la más determinada, firme y enérgica oposición que un golpista puede sufrir”, exclamó.

Rousseff fue sacada de su cargo por 61 votos a favor y 20 en contra, decisión que oficializó al hasta ahora interino Michel Temer como nuevo gobernante.