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Mundo

27 de Octubre de 2016

La socióloga israelí que toca la fibra con el libro “Madres arrepentidas”

Sobre el impacto que ha provocado su trabajo, Orna Donath responde que es "porque hay una percepción de que este debate es peligroso para el Estado y para el orden social, que establece que la esencia de las mujeres en la vida es ser madre. Y yo planteo que es posible no ser madre y también serlo y después arrepentirse. El problema es que no hay un guión alternativo. La gente no puede imaginar otras opciones porque la imaginación está tomada por un discurso único que dice que para ser feliz hay que tener hijos. Yo no digo que la vida sin hijos vaya a ser perfecta. Puede ser una vida difícil, pero suficientemente buena".

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‘Madres arrepentidas’ se titula el libro que escribió la socióloga israelí Orna Donath, en donde recoge el testimonio de 23 mujeres que afirman amar a sus hijos, pero que admiten que de retroceder el tiempo no volverían a embarazarse. Sobre su tesis respecto de la maternidad habla con El País.

“Me han llamado niña mimada, narcisista y egoísta por no querer tener hijos. Hay gente que ha escrito comentarios en la Red que decían que sin hijos sería una mujer vacía, que sería una vieja solitaria rodeada de gatos”, confiesa de entrada la mujer de 27 años.

Para Donath el hecho en el que se basa su libro; es decir al arrepentimiento, es válido desde la perspectiva de que alivia. “Si sufres y no sabes identificar qué te ocurre, puedes acabar culpando a los hijos en lugar de a la circunstancia de ser madre (…) Desde un punto de vista social, que las mujeres reconozcan que se arrepienten puede ser una señal de alarma para que se deje de empujarlas a ser madres, para dejar de vender la idea de que la maternidad le va a valer la pena a todas y cada una de ellas. Puede que las mujeres seamos biológicamente iguales, pero somos distintas. Unas quieren ser madres y otras no”.

Afirma que nunca se sabrá el porcentaje de mujeres que efectivamente se arrepiente de haber sido madre. “Desde luego, no afecta a la mayoría de las mujeres, pero es más común de lo que pensamos”.

Sobre el impacto que ha provocado su trabajo, responde que es “porque hay una percepción de que este debate es peligroso para el Estado y para el orden social, que establece que la esencia de las mujeres en la vida es ser madre. Y yo planteo que es posible no ser madre y también serlo y después arrepentirse. El problema es que no hay un guión alternativo. La gente no puede imaginar otras opciones porque la imaginación está tomada por un discurso único que dice que para ser feliz hay que tener hijos. Yo no digo que la vida sin hijos vaya a ser perfecta. Puede ser una vida difícil, pero suficientemente buena”.

En la entrevista con El País, Donath también se refiere al supuesto instinto maternal inherente a toda mujer. “Tratamos de proteger la vida del bebé, le alimentamos, es una criatura indefensa, pero eso no tiene por qué ser equivalente al instinto maternal. Y en todo caso, si existiera, no es dominio exclusivo de las mujeres. Las parejas gais que adoptan hijos son una prueba evidente”.

¿Están las mujeres mejor preparadas para cuidar? le consultan. “No. No tiene nada que ver con la naturaleza, es una cuestión política. Hay mujeres incapaces de cuidar a alguien y al revés, pero nos han vendido que es una cuestión de sexo”, sentencia.

 

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