Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

31 de Diciembre de 2016

Bachelet descarta seguir en política en Chile y espera despachar proyecto de aborto en su gobierno

La mandataria dijo que no participará nuevamente en un cargo de elección popular en nuestro país y criticó el machismo en política. Además abordó el bochorno de la muñeca infable que recibió su ministro de Economía como regalo y comprometió su esfuerzo para despachar este año el proyecto de interrupción del embarazo en tres causales.

Por

Bachelet Jota Aguirre A1

La presidenta Bachelet concedió una extensa entrevista al diario La Tercera. En ella habló de diversos temas e hizo hincapié en el machismo que se vive en Chile y sobre todo en la política. La mandataria dijo además que esperaba dejar que el proyecto de interrupción del embarazo en tres causales quedara despachado y descartó optar nuevamente a un cargo de elección popular.

“La verdad es que no me he dedicado a pensar en nada. Obviamente, está absoluta y totalmente descartado continuar en la política chilena, desde el punto de vista de cargos de representación. Ya es suficiente. Yo, en broma, siempre digo que quiero dedicarme a cultivar tomates. En el sentido de poder meter las manos en la tierra, algo que uno conoce, y que uno puede tener el producto que uno busca. Pero no es tan simbólico tan solo, ¿ah? Tengo ganas de hacer cosas como más manuales. Sí, sí. A mí me encanta cocinar, además, y todo eso”, expresó la mandataria.

Respecto a la política y la desigualdad que de cargos asignados a mujeres, Bachelet dijo que se trataba de un espacio principalmente masculino. “Uno ve mucho más corbatas, ternos, o más hippies, pero muchos más hombres que mujeres. A los partidos, cuando se solicitan nombres de mujeres de excelencia para distintas posiciones de trabajo, o también para candidatas, la verdad que no abundan. Por ejemplo, hablan de los varones, con B larga y con V corta… Ha habido mujeres presidentas de partidos: Soledad Alvear, Carolina Goic, Isabel Allende, pero es un fenómeno relativamente nuevo. Y cuando usted tiene más mujeres en un Parlamento o de concejales, es un buen ejemplo, porque empodera a las mujeres. Yo me puse una meta: 40% de directoras de empresas, y lo cumplimos hace un mes, pero como nombré a Alejandra Krauss como ministra del Trabajo, me disminuyó el porcentaje”.

Respecto a las críticas que ha recibido, Bachelet dijo que era bienvenidas cuando es en función de las ideas. “Ese tipo de crítica no tiene necesariamente un sesgo determinado. Lo que sí creo es que si hay un Presidente hombre que está pasando por alguna situación difícil, nadie habla de debilidad, de falta de liderazgo. Son otro tipo de expresiones que se utilizan, ¿no? Más allá de eso, las personas tienen lo que se llama un sesgo inconsciente o invisible y valoran de distinta manera a las mujeres y a los hombres. Y hay miles de estudios que lo demuestran. Por ejemplo, el de una pareja de estupendos funcionarios, en que los dos dan una entrevista regular no más. Y la respuesta del panel ante la mujer es: “Es insegura”. Y ante el hombre: “Tiene potencial”.

Consultada sobre el bochornoso episodio de la muñeca inflable que recibió el ministro de Economía Felipe Céspedes, la exdirectora de ONU Mujeres, dijo que si le hubiese tocado a ella, “lo primero que yo habría hecho es averiguar cuál es el regalo que pensaban hacerme. Y negociar. Ahora, lo que pasa es que, en este caso, efectivamente a él le dijeron que había otro regalo”.

Y agregó: “Una almohada, me dijeron. No entiendo muy bien cuál era el símbolo. Si la economía estaba durmiendo o no sé… Pero más allá de eso, cuando a uno la pillan de improviso hay gente que reacciona muy rápido y hay otra gente que no. A mí me hubiera gustado decir: mire, no, la economía se resuelve incorporando más mujeres al mercado laboral”.

Bachelet dijo además que lo que realmente la impresionó fue la foto del ministro. “Salvo uno u otro que estaba como mirando para abajo, estaban todos muertos de la risa. Y es bien lamentable, porque hay un uso cosista de la mujer. Además, con una tapa en la boca, muestra que existe en Chile sexismo y machismo. Y mucho inconsciente también, porque sí hay gente que lo encontró divertido (…). Lo positivo es que generó un amplio repudio, pero duró ¿dos días? Un debate de fondo, serio, que ayude a hacerse cargo del tema contra la violencia como mujer todavía no hemos dado como sociedad”.

Respecto al proyecto de interrupción del embarazo en tres causales y los problemas que tendrá en la propia Nueva Mayoría, la jefa de Estado dijo que “Yo sé que este es un tema que tiene distintas posturas. Nosotros, lo que estamos haciendo es despenalizar la interrupción del embarazo por tres causales. Y al interior de la propia coalición hay opiniones diversas. Lo primero que yo quiero decir es que este proyecto de ley no pretende que las mujeres aborten. Lo que dice es que si por cualquiera de las tres consideraciones las mujeres consideran que no pueden vivir con ello, que las sobrepasa, puedan tener la opción y que no vayan por la cárcel por ello. Pero, por supuesto, van a ser acompañadas, apoyadas si desean mantener la situación”.

Sobre los cuestionamientos por el caso Caval, donde su nuera está formalizada, Bachelet fue crítica. Consultada si creía que los ataques habrían sido distintos si ella hubiese sido hombre, la mandataria dijo que no se atrevería a decir algo así. “Pero sí lo que quiero decir es que de ahí aparecieron todos los rumores de que yo era débil, que estaba deprimida, que estaba tomando medicamentos, que estaba enferma. Todo eso era mentira. O sea, por supuesto pude haber estado triste, pero no estaba en la categoría que se me estaba describiendo. Y curiosamente, y por eso digo que el sesgo es interesante, porque yo después tenía reuniones con alguna gente que me decía “oiga, pero usted está bien. ¿Pero usted sabe de todos estos temas?…”.

Respecto a su futuro y dónde estará en marzo de 2018, Bachelet dijo que “Ojalá como en una playa, diría yo. Jejejeje. En una playa, tal vez. En un lugar dándose un tiempo de descanso, un respiro, porque la verdad que cuesta desenchufarse, no en el sentido del trabajo diario, sino que me pasó la vez pasada. Un día hubo un apagón, cuando estaba el gobierno del Presidente Piñera, y mi actitud fue pararme a llamar por teléfono, decir qué está pasando, qué puedo hacer. Es el sentido de responsabilidad. No sé si me entiende, pero uno ha estado cuatro años teniendo que lidiar con mil temas”.

Notas relacionadas