Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

5 de Enero de 2017

Juan Carlos Espinoza, el bombero símbolo del incendio de Playa Ancha: “No me importa que me digan héroe”

A pocas horas de haberse iniciado el voraz incendio del 2 de enero en Valparaíso, el bombero Juan Carlos Espinoza (21) se transformó en un ícono de lucha en medio de la tragedia que arrasó con más de cien viviendas. Mientras apagaba las llamas de una casa, el joven voluntario vio como a escasos metros el fuego consumía por completo el hogar que compartía con su familia. Aquí habla de su difícil decisión, de la falta de conciencia de la gente y de los pocos recursos que hay para combatir los incendios que afectan constantemente a su ciudad. Y pese a estar agradecido por los 2 millones que le regaló Farkas, asegura que algunos vecinos lo han insultado. “Muchos me tratan como si me estuviese aprovechando de la situación”.

Por

Juan-Carlos-Espinoza-foto-Foto--Fidel-Rudolffi

“He vivido en Valparaíso toda mi vida. Me encanta el mar, de hecho nado desde que tenía 5 años y desde los 16 que soy salvavidas en las temporadas de verano. El resto de los meses me dedico a la animación de eventos de todo tipo: matrimonios, cumpleaños, aniversarios y más. Pero lo que más me gusta es ayudar a la gente, por eso soy voluntario desde hace un año en la 16° Compañía de Bomberos de Valparaíso. Tenía amigos que estaban metidos, hablando con ellos me motivé con el voluntariado y una vez adentro me gustó mucho.

Recuerdo desde chico los constantes incendios en Valpo. Para el incendio del 2014 se quemó la casa de mi prima y no pudo rescatar nada, pero afortunadamente a estas alturas ya se recuperó. Esta vez me tocó a mí.

Cuando caché el llamado para esta emergencia yo estaba trabajando como salvavidas en la playa Portales. Era un cuarto para las tres de la tarde y estaba totalmente llena. Desde mi puesto se veía mucho humo en los cerros y tenía ganas de ir, pero no pude retirarme hasta las cuatro y media. De ahí me fui directo al cuartel.

Justo me tocó estar en mi calle ayudando a apagar el fuego de una casa, cuando a 50 metros pude ver que se estaba quemando la mía. En ese momento, mi instinto fue ir a ayudar a mi familia, pero si dejaba de combatir el fuego donde estaba trabajando se hubiesen prendido dos casas más. Era una u otra, tuve que decidir y opté por ser un profesional continuando mi labor.

Mi casa estaba en el sector de Puertas Negras, en Playa Ancha, y ahí viví toda mi vida hasta ahora. Mi papá es panadero y la construyó hace 30 años con mucho esfuerzo. En ella vivíamos mis papás, mis dos hermanos, mi cuñado y yo. No hubo oportunidad de sacar ni salvar nada. Por suerte mi familia alcanzó a salir junto con mis perros. Ahora están alojando en la casa de mis tíos, mucho más tranquilos. Tienen muchas ganas de salir adelante y dejar atrás lo que pasó.

Creo que los bomberos trabajamos muy bien, de forma rápida y eficiente tomando en cuenta los recursos que tenemos, que son muy escasos. Siempre se va a necesitar más financiamiento para la institución: faltan carros bomba, uniformes, equipos y personal. El gobierno y la Onemi tienen que saldar la deuda de 13 millones de pesos que tienen con la institución en Valparaíso, porque al final somos nosotros los que pagamos. Muchos gastos salen de nuestros bolsillos.

Bomberos hace colectas y campañas para recaudar fondos, pero no es suficiente. En el país se gasta mucho en otras cosas como armamento militar, pero no hay dinero para comprar aviones aljibes ni otros equipos, lo que sería bueno para todos. De esto se habla mucho en la institución, pero es muy difícil que lo haga el gobierno. Si con suerte nos regalan un carro, es imposible pensar en un avión. Para esta emergencia también faltaron recursos de parte del municipio, actuaron muy lento.

Aquí en Chile lamentablemente no se puede vivir de ser bombero. Pero no creo que sería bueno recibir un sueldo, sería peor ya que la gente se metería para ganar plata con esto. En cambio, cuando una persona se inscribe como voluntario lo hace por real vocación de servicio. Esto funciona como buen filtro.

Hay que educar a la gente para que se preocupe más de sus viviendas, de resguardar su metro cuadrado. Por todos lados hay basura, creo que eso es una negligencia de las personas que no saben mantener una ciudad limpia. Aquí falta demasiada cultura y educación en higiene. Como bomberos intentamos concientizar haciendo campañas para cuidar las zonas de posibles incendios, pero no entienden. Buscan lo más fácil y ensucian nomás, sin pensar.

Creo que la donación de dos millones de pesos que nos hizo Leonardo Farkas será muy buena para mí y mi familia, así podremos parar la casa nueva. Pensamos construir en el mismo lugar y en no más de un mes. Aunque para nosotros fue una buena noticia, causó mucha polémica entre la gente y me han dicho de todo, cosas para nada agradables. Muchos me tratan como si me estuviese aprovechando de la situación.

Me gustaría que la gente aprenda de este tipo de tragedias. Que fuera mejor vista la existencia de una institución como bomberos, que se hiciesen más cosas para ayudarla. A veces pasa que uno va a apagar incendios a ciertos sectores y los mismos pobladores te agreden. No se dan cuenta que uno va a ayudar, que no recibimos pago por esto y que hay familias detrás que son difíciles de sostener.

He visto a mis vecinos muy afectados, agotados de que esto pase todos los años. Yo no he podido descansar nada: desde que empezó el incendio estuve días sin dormir. Pienso seguir luchando y trabajando por la gente. Y realmente no me importa que me digan héroe”.

Notas relacionadas