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Nacional

7 de Marzo de 2017

El crimen de Vania Tartakowsky: 19 puñaladas y un médico que alega locura temporal

Vania Tartakowsky tenía 41 años cuando en junio de 2014 su pareja y padre de su hijo menor, el médico Luis Reyes Fuentes, la asesinó de 19 puñaladas. El hombre, que tenía en su casa un libro autografiado por Miguel Krassnoff, fue condenado a cadena perpetua por femicidio, pero sus abogados intentan revertir la sentencia. Sostienen que Reyes, exsubdirector clínico de Gendarmería, sufrió un episodio de locura temporal. La familia de Vania afirma que sólo se trata de una estrategia para eludir su responsabilidad penal y de una forma soterrada de trasladar la responsabilidad del homicidio a la víctima. “Muchos piensan que la gatillante de todo esto fue Vania, por la supuesta infidelidad. Un hombre no tiene derecho a decir qué viste su pareja, si trabaja o no trabaja, mucho menos a matarla”, plantea Alexei, hermano de Vania .

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La noche del 27 de junio de 2014, José Ignacio Reyes (24) estudiaba en su habitación, en el segundo piso de una casa en Huechuraba, cuando escuchó los gritos de su madre, Vania Tartakowsky Navarro (41). Subió corriendo al tercer nivel de la casa y se quedó unos segundos paralizado en la puerta del dormitorio principal. Su padrastro, Luis Reyes Fuentes (58), estaba en la cama, encima de su mamá. Tenía un cuchillo en su mano derecha que clavaba una y otra vez en el tórax de Vania. José Ignacio se abalanzó hacia ella para protegerla. Reyes lo empujó e intentó darle una puñalada en el pecho, pero él alcanzó a cubrirse con el brazo.

Tras el asesinato, Reyes huyó y se refugió en la casa de descanso de la familia de Vania, en Las Rocas de Santo Domingo.

En shock y con su brazo derecho herido, el hijo mayor de Vania pidió ayuda a Carabineros. En la llamada dijo que su mamá estaba agonizando, pero la verdad es que ella ya había fallecido. Tenía 19 puñaladas, tres de ellas en el corazón y otras dos postmorten.

La causa de fallecimiento que recoge la autopsia de Vania es el desangramiento: “la persona tenía más de dos litros de sangre en las cavidades del hemitórax derecho, 1.500 y 500 a izquierda, cerca de 200 centímetros cúbicos de sangre en la cavidad pericárdica, las lesiones se consideran vitales, recientes y necesariamente mortales”.

***
El 20 de diciembre de 2016, Luis Reyes, médico cirujano con una larga trayectoria en Gendarmería y en el Hospital Félix Bulnes, fue condenado a presidio perpetuo por el femicidio de Vania y a tres años y 1 un día por el homicidio frustrado de su hijastro, José Ignacio. Sin embargo, la defensa del profesional intenta revertir la sentencia a 23 años y un día de prisión. Para ello presentó un recurso de nulidad del juicio, que la Corte de Apelaciones de Santiago resolverá el próximo lunes.

La tesis de la defensa, a cargo de los abogados José Luis Andrés y el exfiscal Vinko Fodich, es que Reyes asesinó a su pareja durante un episodio de locura temporal, provocado por estrés agudo al descubrir una supuesta infidelidad de Vania. Por lo tanto, alegan, su cliente es inimputable y debió ser absuelto del crimen. En esa línea, Reyes declaró que no recuerda nada del asesinato:

-No me explico lo que ocurrió, es difícil de explicar y de entender por qué lo hice. No tengo conciencia de lo que pasó en ese momento. No recuerdo qué hice, ni cómo lo hice, aun infringiendo puñaladas. Me hago cargo de lo que ocurrió, le di muerte a Vania con muchas puñaladas, en un acto irracional y animalesco, pero habrá que desarrollar, cómo llegamos a la noche del 26-, dijo en el juicio.

La familia de Vania cree que se trata de una estrategia de Reyes, cuidadosamente estudiada y planificada, para eludir su responsabilidad penal.

– En el juicio moldeó todo. Llegó con un diagnóstico que pudo estudiar durante más de un año sobre qué era lo que tenía que decir y hacer. Él es una persona súper inteligente. Maquinó y planeó todo con una frialdad absoluta. Simuló para ser absuelto-, dice Alexei Tartakowsky, hermano de Vania.

***

Reyes y Vania se conocieron en el Hospital Félix Bulnes. Él atendía como gastroenterólogo y en paralelo se desempeñaba, desde hacía 30 años, en Gendarmería. Además tenía dos consultas privadas, una en el centro de Santiago y otra en su comuna de origen, Quinta Normal. Vania era una destacada química farmacéutica de la Universidad Católica y ejercía como jefa de Farmacia en el recinto hospitalario.

En 2007, se hicieron pareja y se mudaron a un sector acomodado de Huechuraba. Ambos tuvieron un hijo, que tenía 4 años al momento del asesinato. Vania, además, tenía otros dos hijos, José Ignacio, estudiante de derecho en la Universidad Católica y un menor de 10 años. Los cinco vivían en el hogar de Huechuraba con Elsa Jara, la asesora del hogar puertas adentro de la familia. Cuatro hijos de Reyes, de matrimonios anteriores, no convivían con ellos.

Aunque existían una serie de antecedentes que daban cuenta del control que deseaba imponer Reyes sobre Vania, ningún cercano pudo presagiar el asesinato. Hubo, sin embargo, una discusión la madrugada del 25 de junio de 2014 que fue clave.

Esa noche, Reyes llegó tarde a una cena con que la familia festejaba un onomástico. Comió solo acompañado por una invitada, su amiga Myriam Baeza, madrina de su hijo menor, en la sala de estar del tercer piso. Vania se quedó en el living, hablando por Whattsapp y revisando su tablet.

Cerca de la 1 de la mañana, Reyes fue a dejar a Myriam a su domicilio y al retornar tomó el tablet de Vania, supuestamente para preparar una clase que dictaba en la Universidad San Sebastián. Aprovechó la ocasión para revisar el correo electrónico de su pareja y encontró un mail de Miguel Inostroza, un antiguo amigo de Vania, en que se hacía alusión a un encuentro amoroso. Subió a la habitación matrimonial, despertó a Vania y la encaró por la supuesta infidelidad.

Ella le explicó que se trataba de un error, que el mail no era para ella.

Reyes la obligó a escribirle de inmediato a Inostroza para aclarar la situación. Esa noche, la discusión fue escuchada por José Ignacio. La mañana siguiente, Vania le contó la pelea con el médico a Elsa, la trabajadora puertas adentro. Le dijo que Luis no había creído la explicación que le dio, que incluso sacó una pistola y la amenazó.

A José Ignacio sólo le comentó que si denunciaba a Luis, él podría perder su trabajo.

Esa jornada, Inostroza envió un mail para aclarar que la destinataria de su correo anterior no era Vania.

Al día siguiente, el 26 de junio, horas antes del crimen, el médico llamó a su casa cerca de las 19:45 hrs. Atendió Elsa. Ella declaró que Reyes preguntó si Vania ya había llegado y ella le contestó que no. Entonces Luis replicó: “ya comenzamos con las tardanzas”. Y cortó el teléfono.

***

Marcela Verdugo Tartakowsky, prima hermana de Vania, era muy cercana a la familia. Los visitaba casi todos los fines de semana y viajaban juntos a la casa en Las Rocas de Santo Domingo.

Recuerda que la relación de la pareja “era bastante rara”.

-Él era muy cariñoso con ella, le llevaba regalos, principalmente ropa muy escotada o apretada, pero después se molestaba si la usaba para ir a trabajar. Una vez estuvo horas mostrándome videos y fotos que le sacaba a Vania en bikini. Tenía una obsesión con ella. Nunca vi violencia física, pero Luis ejercía mucha influencia sobre Vania. La controlaba a través de una manipulación sutil. La fue aislando. Somos una familia muy unida, pero Vania en los últimos años dejó de ir a las actividades familiares, no llegaba a los cumpleaños o solo pasaba un rato-, dice Marcela.

Compañeros de trabajo de Vania declararon que Reyes la llamaba insistentemente o que la hacía volver a la casa a cambiarse de ropa si consideraba que no vestía apropiadamente. Ella había normalizado una serie de conductas para complacerlo. Por ejemplo, evitaba reuniones a puertas cerradas con personas del sexo opuesto.

-Para él, claramente era una mujer trofeo. Su fetiche. Él era mayor, de origen humilde, Vania era muy atractiva físicamente y súper querible, extrovertida, amigable, buena para hablar, divertida, de carácter fuerte-, relata Alexei, hermano de Vania.

Su padre, Alejandro Tartakowsky, quien el día del homicidio estaba de viaje por Europa y llegó justo al funeral de su hija, en el juicio aseguró que su yerno era un celópata. Como ejemplo, relató que una tarde estaba almorzando con su hija cerca del hospital, cuando el médico la llamó a su celular para saber dónde estaba. Minutos después, Reyes llegó al lugar.

-Vino a verificar que estaba conmigo y no con otra persona. Ella me comentó este “está loco, me cela más allá de lo necesario”.

***

El día que se convirtió en asesino, Reyes suspendió las horas con sus pacientes y se refugió en casa de un amigo íntimo. Intercambió mensajes por Whattsapp con Vania. Según su versión, esa tarde ella habría terminado la relación.

Después el médico fue donde otro de sus amigos, Guillermo Riquelme, para que lo aconsejara. Le mostró el mail de Inostroza, que llevaba impreso. Él le ofreció ayuda si se separaba y le recomendó ir por sus cosas.

A las 23:00 hrs, llegó a la casa que compartía con Vania. José Ignacio estudiaba en su habitación, lo escuchó estacionar el auto y entrar a la casa. A diferencia de la madrugada del 25, el hijo mayor de Vania no escuchó ninguna discusión previa, solo los gritos de su madre cuando Reyes la estaba asesinando.

El médico, en cambio, dice que antes de matarla sí discutieron. Que le pidió a Vania conversar, pero que ella le contestó que la relación se había acabado y le pidió que se fuera de la casa. Agrega que Vania lo amenazó con que no vería más a su hijo menor si no se iba. Entonces, detalla que comenzó a guardar sus cosas en bolsos y a trasladarlos al auto.

En el último viaje que hizo a la habitación a buscar sus cosas, el médico sostiene que se arrodilló, le tomó la mano y le rogó que no se separaran. Vania, en respuesta, le habría recriminado algunas de sus conductas y confesado que Miguel era su amante.

-Vania, además de decir que Miguel era su pareja, comienza a humillarme, a atacar mi virilidad, con hechos que estaban demás. En esa comparación, dice que Miguel era más hombre que yo en la cama, que tenía el pico más grande que yo, que la hacía desfallecer en la cama, que con él aprendió cosas que no había aprendido. Uno visualiza en la mente, uno visualiza en su mente en una película xxx, acostada con Miguel, desfalleciendo y gritando-, declaró.

Luego describió con detalles el supuesto episodio donde habría perdido la conciencia de sus actos.

-La pieza comienza a cerrarse, uno no puede moverse, de repente se nubló todo, y no recuerdo nada más. Todo se va a negro, no recuerdo el ataque a Vania. No recuerdo haber tomado una cortapluma, tan cavernícola, despierto con un grito de José Ignacio, que grita qué hiciste, despierto con un cuchillo en la mano, y Vania en la cama con sangre llena de heridas. Uno entra en pánico, intentó salir de la pieza, y José Ignacio camina y se interponía en mi huida, para bajar los tres pisos y huir, y me es necesario hacerlo a un lado, él pesa más que yo, es más alto, es como que tuviera el arma pegada en la mano, en ese desplazamiento, le herí el antebrazo, salí corriendo con el arma en la mano- sostuvo.

José Ignacio, en cambio, declara sobre el mismo momento:

-Sólo escucho un grito muy fuerte, reiterado, gritos de dolor, a lo que subí corriendo, yo estaba en pijama. Veo que Luis estaba encima de mi mamá dándole y propinándole puñaladas constantemente, a una frecuencia reiterada, una cada dos o tres segundos, mirándola fijamente, (…) Yo congelado, debió haber pasado 10, 12 segundos. Le dije que qué había hecho, me respondió con la misma voz fría, que siempre tenía, violenta. No se me va a olvidar nunca, que hizo lo que tenía que hacer.

Tras ello, José Ignacio afirma que Reyes volvió a atacar a su mamá e intentó detenerlo:

-Me trata de apuñalar el pecho, a lo que reacciono y pongo mi brazo derecho cubriéndome y echándome hacia atrás (…)Después de verme así continúa, agrede un par de veces más a mi madre con el mismo cuchillo o arma blanca y se va de la habitación. Acudo, inmediatamente, a ver mi madre, no me puede decir nada ya, tenía mucha sangre en todo su cuerpo, me doy cuenta que si no está muerta, iba a estarlo muy pronto.

***

Luis huyó en auto esa misma noche a Santo Domingo. En la playa, ingirió tranquilizantes. Durante la mañana, sacó dinero de un cajero para entregársela a Ignacio, su hijo de su primer matrimonio, quien acudió a verlo, y compró regalos para el niño que tuvo con Vania, luego le grabó un video.

Durante la tarde, llamó a su amigo Guillermo Riquelme. Con él y su hijo mayor volvió a Santiago para entregarse a Gendarmería, institución en la que el doctor trabajaba hace 30 años. Tras esta gestión, le entregó a la Brigada de Homicidios de la PDI su pistola y el cuchillo multifunciones retráctil de 24 centímetros de largo con el que mató a Vania.

José Ignacio conocía el arma homicida, Reyes siempre la portaba consigo. El cuchillo, cuenta el hijo de Vania “lo mostraba por vanagloriarse, disfrutaba con tener un arma, disfrutaba el contacto con gente que era violenta y agresiva”.

-Constantemente narraba que por su trabajo estuvo en con gente detenida o que está siendo investigada por crímenes de derechos humanos y decía que eran sus compañeros. Le gustaban sus historias, tenía un libro firmado por Miguel Krassnoff-, reveló José Ignacio en el juicio.

Marcela, prima de Vania, agrega otros antecedentes:

-Creo que Luis era un empleado de confianza de Gendarmería, porque el cuidado de reos de alta connotación no se le asignan a cualquier médico. Él era amigo personal del Mamo Contreras y de Krassnoff. Yo, que visitaba la casa regularmente, vi los regalos que le hacía el Mamo, lápices, vino, whisky, firmados y dedicados. Él justificaba y le bajaba el perfil a este tipo de amistades-, recuerda Marcela.

Tras el crimen, el médico lleva más de 900 días en prisión en el anexo Capitán Yáber. “Está lleno de privilegios, ve tele, juega pool, tiene un trato preferencial de Gendarmería. Recibió una pensión de un millón cien, no está hacinado, ni nada. Lo que ha vivido no es cumplir condena en una cárcel de verdad”, agrega Marcela.

***

“En estos estados de crepuscularización de conciencia, la función de reflexividad no funciona, la capacidad de mirarse uno y de poder decir, estoy haciendo esto, estoy haciendo esto otro, que tiene tal o cuales consecuencias, no está, se pierde”, afirmó en el proceso el psiquiatra Raúl Riquelme Vejar, ex director del Hospital Psiquiátrico Horwitz, quien junto a los peritos Roberto Ruiz, Andrea Bahamondez y otros tres psicólogos, sustentaron la tesis de la defensa de Reyes de que éste sufrió una amnesia psicógena o locura temporal.

José Luis Andrés, abogado del médico, intenta explicar que Reyes “producto del estrés emocional que vivió al momento del quiebre con Vania, sufre un estado de presión psicológica tan grande que actuó sin control racional de sus actos. Él actuó, bajo lo que la ciencia denomina, un estado crepuscular”.

También precisa que la inexistencia de denuncias o abusos acreditados en sus tres matrimonios previos demuestra que se trató de una situación excepcional. Esta fue la única atenuante aceptada por la justicia.

En los medios, sobre todo en 2015, circularon perfiles sobre Reyes. Allí se mostró a un hombre trabajador, tranquilo, dedicado al servicio público y querido por la comunidad. Varios testigos de la defensa declararon en esa línea y alabaron al médico. Además destacaron su historia de esfuerzo: es el segundo de tres hermanos, cuando tenía 6 años, sus padres se separaron por una infidelidad del papá y éste los abandonó. Su madre trabajó como asesora del hogar para mantener a sus hijos, Reyes ingresó a medicina en la Universidad de Chile; su hermano mayor, José Luis, estudió filosofía y fue hasta el 2013 decano de la Universidad Central; y su hermana es funcionaria en un banco.

La Fiscalía entregó en la investigación otros detalles sobre el asesino: peritajes que dan cuenta de una personalidad con rasgos narcisistas e histriónicos, falta de empatía, vínculos utilitarios, frialdad emocional y tendencia paranoide.

La psiquiatra forense del SML, Tamara Galleguillos, apunta además a una desconexión emocional de Reyes con la gravedad de su delito. “En términos del afecto, llama la atención, cierta disociación. Él relata de una manera bien desafectada algunas cosas, el relato del mismo evento es bastante dramático desde el discurso, desde las palabras que se utilizan y el cómo se dice, pero es bastante frío en términos de la repercusión o la resonancia emotiva del sujeto durante la entrevista”, dice Galleguillos.

La doctora también plantea que detectó una concepción machista de sus relaciones de pareja “donde el otro es visto con menos derechos” y con roles establecidos para cada uno, bajo el eje dominación-sumisión. “Cuando eso no sucede de esa forma, le genera bastante rabia”, afirma Galleguillos.

Lino Disi, abogado querellante en la causa, considera que lo más grave que ha ocurrido en el proceso es la tesis que ha querido instalar la defensa de Reyes porque supone que la reacción violenta de un hombre, al extremo de matar a una mujer como respuesta frente a la decisión autónoma de ella de poner fin a una relación de pareja o frente a una infidelidad, puede eximirlo de responsabilidad penal.

-Esta justificación o eximente no solo no la reconoce el derecho en Chile, sino que es derechamente contradictoria con el reconocimiento legal del factor de género consagrado en figura penal cometida por Reyes: el femicidio-, acusa.

Alexei, antes de despedirse en un café del centro de Santiago, cuestiona, precisamente, la visión machista que ha imperado a la hora de hablar del asesinato de su hermana Vania.

-Es increíble que a esta altura, aún exista gente que piensa que la mujer tiene que ser de cierta forma. Existe una normalización y aceptación de ciertas situaciones. Muchos piensan que la gatillante de todo esto fue Vania, por la supuesta infidelidad. Un hombre no tiene derecho a decir que viste su mujer, si trabaja o no trabaja… mucho menos a matarla-, reflexiona.

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