Parlamentarios alemanes proponen crear fondo para víctimas de Colonia Dignidad

Varias organizaciones vinculadas a la antigua secta Colonia Dignidad presentaron hoy en Chile la propuesta del Parlamento alemán para apoyar a las víctimas del enclave en el que se recluyeron y torturaron a 300 personas entre 1961 y 2005.

Entre las medidas de reparación más destacadas se encuentra la creación de un fondo para “financiar el cuidado de la salud, educación e integración” de los colones alemanes que habitaron el recinto situado en el sur de Chile.

Asimismo, el texto, que se ha presentado este lunes en la Universidad de Chile en Santiago, propone la apertura de una investigación conjunta entre ambos países para esclarecer lo sucedido en la secta.

“La propuesta consiste en desarrollar algunos puntos, como una investigación relacionada con justicia y con la memoria, ya sea con la búsqueda de huellas o con el estudio de documentos que puedan acercarnos a conocer qué pasó exactamente”, manifestó a Efe Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria y Derechos Humanos de Colonia Dignidad.

Colonia Dignidad fue una secta fundada por el enfermero nazi Paul Schäfer quien, entre 1961 y 2005, sometió a 300 colonos a brutales castigos, torturas y abusos sexuales.

La iniciativa, que busca ayudar a las víctimas de la secta y que fue presentada en el Parlamento teutón a finales de marzo, fue impulsada por algunos parlamentarios de la izquierda alemana tras su visita el pasado noviembre a Colonia Dignidad, ahora bautizada como Villa Baviera.

Durante ese encuentro, los parlamentarios tuvieron la oportunidad de conversar con el centenar de víctimas que aún residen en la antiguas dependencias de la secta y con otros representantes de agrupaciones de derechos humanos.

“Es una propuesta interesante, esperanzadora para nosotros que hemos estado llevando a cabo esta lucha durante años. Tenemos esperanzas en que el estado chileno también reflexione en relación a esta iniciativa y establezca finalmente una coordinación de trabajo con el estado alemán para avanzar en sobre todo la verdad de lo sucedido en Colonia Dignidad”, incidió.

Por su parte, el abogado de algunas de las víctimas alemanas de la secta, Winfried Hempel, calificó de “paso de gigante” la propuesta de los parlamentarios.

“Es un paso de gigante en el sentido de que el estado alemán primero que nada se debe hacer cargo de los ciudadanos de su país que han sido esclavizados en el extranjero durante medio siglo mientras ellos miraban a un lado. Hoy en día ellos se hacen cargo de esto por primera vez”, indicó.

Hempel recordó que Alemania siempre defendió que lo ocurrido en Colonia Dignidad era un “problema de Chile” y opinó que esta postura “no tiene ningún sustento”.

“Aquí existían ciudadanos alemanes que fueron inducidos en su país de origen a viajar a Chile y aquí fueron esclavizados y torturados no durante unos años, sino durante medio siglo. Prácticamente toda su vida”, destacó.

El abogado explicó que la agrupación de víctimas a la que representa prefiere esperar una actuación por parte del Gobierno alemán antes de poner una demanda, extremo que sí presentarán contra Chile a lo largo de este año.

“Si el parlamento alemán toma decisiones concretas a favor de las víctimas, obviamente las vamos a agradecer. Pero en el caso del estado chileno la demanda se explica por su inacción en la materia. Se han limitado a decir que se trata de un problema alemán. Sin embargo, aquí ha existido un estado dentro de otro estado que ha usurpado la soberanía nacional”, resaltó.

Hempel subrayó la responsabilidad de Chile así como la utilización de Colonia Dignidad que hizo la dictadura de Augusto Pinochet, que ocupó los subterráneos del recinto alemán para torturar y asesinar a opositores.

“Incluso el mismo estado de Chile ha ayudado en algún momento a construir ese lugar. Y de eso Chile se tiene que hacer cargo hoy en día, en 2017, con la asistencia y reparación de las víctimas tanto física como psicológica”, afirmó.

Abogó también por la creación de una comisión bilateral que dé solución a las demandas de las víctimas.

“Es un drama de dos estados que no se pueden seguir tirando la pelota del uno al otro después de cincuenta años”, agregó.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet, la colonia colaboró con el régimen y su sede sirvió como centro de detención y tortura de cerca de 300 opositores, la mitad de los cuales fueron asesinados.