La increíble historia del hombre que era condenado injustamente cuando apareció el verdadero ladrón en el tribunal

Salvado por la campana. Esa es la historia que cuenta René Carrasco, un hombre que había sido condenado por el robo de un celular desde el sector de Lonco, en la comuna de Concepción, cuando apareció en la lectura de sentencia el verdadero delincuente confesando su crimen.

La investigación criminal surgió cuando la dueña del teléfono denunció a la PDI que el hombre se había tomado fotos con el celular que le habían birlado. Entonces, luego de una brevísima investigación, Carrasco fue formalizado, condenado y a punto de escuchar su sentencia por cinco años y un día cuando, en ese preciso momento, apareció el verdadero autor del robo, Humberto Valenzuela, que llegó al tribunal con una declaración firmada ante notario reconociendo el delito.

Así Carrasco salió en libertad, desnudando el deficiente trabajo de la Fiscalía. “El caso mío sale a la luz porque la persona que cometió el delito tuvo buen corazón y se dio cuenta que tengo una hija de tres meses, otra hija de ocho años y se me estaba pidiendo una condena de 10 años y un día por un delito que yo no había cometido”, dijo el afortunado a Radio Cooperativa.

“Realmente el teléfono lo compró mi señora y la víctima al ver mi foto en el teléfono revisó mi Facebook y revisó 300 fotos mías y ella me reconoce en un set fotográfico en la PDI”, agregó.

En tanto, el verdadero ratero señaló antes de entregarse la radio que “a veces a uno la droga lo lleva a hacer cosas, pero viendo las circunstancias del caso y viendo de que el hombre no tenía nada que ver. Yo lo conozco y tiene que ser así para que se solucione este problema. No he estado en Concepción y cuando llegué me dijeron de que estaba pasando esto”.

El defensor penal público José Ignacio Mora afirmó que “la mayor cantidad de errores judiciales y condenas de personas inocentes deriva justamente de reconocimientos fotográficos errados”.

“En este caso no se cumplió con ningún estándar, ni con los protocolos que han sido acordados entre la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público, ni siquiera los estándares básicos que puedan existir para que un reconocimiento fotográfico tenga algún mínimo nivel de confiabilidad”, según explicó.

Por ese motivo, los abogados defensores no descartan llevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para obtener alguna compensación por el daño causado. De película.