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Nacional

30 de Junio de 2017

Los archivos desclasificados que revelan la estructura y redes del partido Nazi en Chile

Los informes revelan que el partido tenía sedes en 19 ciudades a lo largo de Chile y que incluso tenían listas con profesores y colegios "encargados de esparcir la semilla totalitaria en nuestro país desde la enseñanza particular, amparados en la libertad de enseñanza que impera en nuestra legislación".

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Uno de los informes preparados por el Departamento 50 de la PDI en 1940 alertaba sobre los movimientos del partido nazi en el país. “Las actividades en el país de un partido político de procedencia extranjera, con directivas también extranjeras, como el Nacional Socialista Alemán (NSDAP), que procede directamente de Berlín y se identifica en su existencia, fines y programas de realización con el Estado alemán, constituye, por decirlo así, una verdadera penetración extranjera en nuestra nacionalidad”, decían.

Los documentos que narran esta desconocida historia en el territorio nacional estaban catalogados como secretos, pero al actual administración liderada por el director general de la PDI, Héctor Espinosa, los liberó, según relata La Tercera.

Dichos papeles muestran la manera en que operaban, con cajas y aparatos de comunicación enterrados en los patios. “El Partido Nacional Socialista Alemán tiene una especie de secretaría que funciona en Berlín y cuyo jefe es Bohle, nombrado por Adolf Hitler. Esta secretaría se llama Auslandorganization, o sea, organización para países extranjeros”. Así, se indica que el principal órgano del partido con asiento en Chile se llama Landesgruppen. “El landesgruppenleiter de Chile es Walter Boettger. Este actúa desde Santiago y forma parte del personal de la embajada alemana de Santiago, que recibe órdenes e instrucciones desde Berlín del Gauleiter Bohle”, dice un de 1941, elaborado para un juez de Puerto Varas que estaba investigando sus redes.

Sin embargo, el mismo informe revela son en total 19 ciudades las que tenían sede del partido nazi, como Santiago, Valparaíso, Concepción, Antofagasta, Punta Arenas y Puerto Montt, entre otras.

Por ejemplo, las direcciones de Nueva York 80 y Paseo Bulnes 31, en pleno centro de Santiago, eran dos puntos de reunión. Uno de ellos (Bulnes) era el Departamento de Prensa y Propaganda, y los pisos 9 y 10 del edificio en calle Nueva York eran el centro de operaciones de Walter Boettger, sindicado como el jefe de la Agrupación Territorial Chile del NSDAP y quién, según esa información, apenas en Santiago tenía a 15 hombres bajo mando.

Los jueces investigaron a los nazis bajo la Ley de Seguridad del Estado y en ellas incluso obtuvieron declaraciones de militantes realizadas a la PDI. “Nos reuníamos para celebrar ciertos aniversarios, como el 20 de abril, cumpleaños de Adolf Hitler (…). Las conferencias se llevaban a cabo en el Club Alemán y podían entrar todas las personas que comprendieran el idioma”, dice Lorenzo Gleinster Stolz, jefe en Concepción.

También está la declaración de Walter Schaale, jefe en Magallanes, quién según los policías dijo sobre los uniformes que usaban en los desfiles “que efectivamente usaban una camiseta parda con botones plomos y una cruz swástica en una franja lacre en el brazo derecho”.

Las intenciones incluso eran llegar a los más jóvenes por medio de profesores en distintos establecimientos educacionales. “Los colegios que a continuación se indican están encargados de esparcir la semilla totalitaria en nuestro país desde la enseñanza particular, amparados en la libertad de enseñanza que impera en nuestra legislación”, dice en otro documento, con la respectiva lista.

Los militantes y la estructura del partido nazi en Chile y otros países de Amércia Latina fueron desarticulados en 1945, según indica el informe elaborado por la PDI, cuando Albert Von Appen “entregó a la policía chilena las ramificaciones de la organización de sabotaje alemana en América Latina”.

“El nazismo comenzó a enquistarse en distintos ámbitos del quehacer nacional. Situación que de haber prosperado en cuanto a los objetivos finales que perseguía, podría haber cambiado el curso no sólo de la historia de Chile, sino del mundo”, dijo el director general de la PDI, Héctor Espinosa, a La Tercera.

Acá una galería de fotos de algunos documentos:

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