El grupo Consorcio Financiero compró el Lote 18 de Villa San Luis, uno de los terrenos más caros de la capital -tasado en 100 millones de dólares-, intentando acceder al último paño original de la emblemática población construida durante el gobierno de Salvador Allende. La transacción, en rigor, permitiría cerrar uno de los proyectos más ambiciosos de nuestra élite económica, Nueva Las Condes, el centro operativo de las más importantes corporaciones del país. Conozca aquí las redes de poder que urdieron el nuevo “Sanhattan” y la lucha ciudadana por la defensa de uno los últimos símbolos vivientes de la Unidad Popular.
Compartir
Desde su concepción a fines de los 90, el proyecto inmobiliario Nueva Las Condes, ubicado en Avenida Presidente Riesco frente al Parque Arauco, auguraba superar con creces las expectativas generadas en su momento por el criollo “Sanhattan”. La iniciativa, de hecho, prometía cumplir con los más altos estándares de un “Central Business District”, con 12 edificios de oficinas clase A, que suman 275 mil metros cuadrados construidos y una inversión de 800 millones de dólares.
Lo que hace 17 años fue el sueño de la élite económica del país, hoy se ha concretado en un conjunto de edificios emplazados en uno de los terrenos más caros del país, donde el metro cuadrado alcanza un valor de hasta 180 UF. La primera torre que se construyó el año 2001 fue el edificio corporativo de Lan Chile, estando todavía Sebastián Piñera en el directorio de la empresa. Desde entonces, la Constructora Sinergia –empresa responsable de todo el proyecto urbanístico-, no ha cesado de construir y vender torres de altura que han sido ocupadas por grandes corporaciones como Corpgroup, Metlife, Banco Itaú y filiales de la Cámara Chilena de la Construcción.
Detrás de las empresas y capitales asociados al proyecto aparecen varios empresarios chilenos que han figurado en el listado de la revista Forbes, militantes de la UDI, economistas formados en la Escuela de Chicago, miembros del Opus Dei y de la Fundación Pinochet. En resumen, personajes ligados a la élite económica que se enriqueció gracias a las privatizaciones en los años 80. Dentro de las empresas privatizadas vinculadas a los dueños del centro financiero Nueva Las Condes se cuentan: Entel, LAN Chile, Copec, Soquimich, Chilectra, y Endesa, entre otras.
El proyecto inmobiliario, sin embargo, aún no está terminado. Los edificios que albergan a los más prominentes ejecutivos del país, colindan con el lote 18 de la Villa San Luis, que alberga a los últimos cuatro blocks de departamentos de la emblemática población de viviendas sociales construida por el gobierno de Salvador Allende. Son precisamente estos edificios, dos de ellos, los que podrían frenar la última etapa de Nueva Las Condes por su valor patrimonial.
Por eso, Inmobiliaria Presidente Riesco, filial de Consorcio, ordenó la demolición de los Blocks 14 y 15, a sólo dos días hábiles de que el Consejo de Monumentos Nacionales votara la declaratoria de Villa San Luis como Monumento Nacional. La demolición se inició de forma ilegal el sábado 24 de junio, pero fue detenida ese mismo día por el Comité en Defensa de Villa San Luis, movimiento de vecinos y expobladores que luchan por la preservación del lugar. Gracias a esto el proceso siguió adelante y el 28 de junio el Consejo de Monumentos votó a favor de la declaratoria.
El proceso de protección patrimonial, sin embargo, todavía no termina. La decisión tomada por el Consejo de Monumentos tiene que ser ratificada mediante un decreto firmado por la ministra de Educación Adriana Delpiano, en su calidad de Presidenta del organismo. La ministra tiene en sus manos el decreto desde el pasado viernes 30 y, al cierre de esta edición, aún no lo había firmado. De hacerlo, Adriana Delpiano podría impedir que se termine el proyecto inmobiliario más importante de Chile, en lo que respecta a lote 18, que acaba de ser declarado Monumento Histórico Nacional.
Las ruinas de la histórica Villa San Luis y los departamentos que aún quedan en pie, se niegan a sucumbir ante Nueva Las Condes, el símbolo de estatus más elocuente de la oligarquía económica del país. Hoy, como una metáfora de un Chile fragmentado y desigual, conviven en un mismo terreno los sueños de la Unidad Popular y las nuevas catedrales del modelo neoliberal.
Comité en Defensa de Villa San Luis
El arquitecto Miguel Lawner, exdirector ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu) durante el gobierno de la Unidad Popular, solicitó al Consejo de Monumentos Nacionales, en febrero de este año, que declarara el Lote 18 y sus edificios como Monumento Histórico Nacional. La solicitud fue respaldada por una decena de organizaciones sociales y por la firma de 1.900 ciudadanos. Se formaba así el Comité en Defensa de Villa San Luis.
Construida por el gobierno de Salvador Allende en 1972, la Villa San Luis intentó, a través de la construcción de 27 edificios y 1038 departamentos, acabar con la segregación urbana existente en la época y redistribuir el espacio urbano con equidad social en pleno corazón de Las Condes. Las familias beneficiadas por la CORMU, organismo dependiente del Ministerio de Vivienda, obtuvieron así una solución habitacional digna en un proceso completamente regular.
Luego del golpe militar, sin embargo, las familias fueron desalojadas por la fuerza y desplazadas a poblaciones marginales, mientras sus viviendas eran entregadas a personal del Ejército. Tras el retorno de la democracia, en vez de restituir los bienes enajenados, el Ministerio de Bienes Nacionales destinó mediante el decreto N° 38, las 1038 viviendas de la villa al Ejército “para fines habitacionales de la institución”.
Pero la resolución nunca fue respetada. En el año 1996, el Ejército vendió los terrenos –salvo el lote 18- a la Inmobiliaria Parque San Luis S.A. en 89 millones de dólares. Entre los socios fundadores de la empresa destacan Juan José Cueto, Sergio Sarquis, Marcelo Zalaquett y Alberto Kassis, ligados los dos últimos a la Fundación Pinochet como financistas y miembros del directorio.
Cueto era parte del directorio de Lan Chile el año 2001, cuando Sinergia, continuadora de Parque San Luis, inauguró la primera torre de Nueva Las Condes que albergaría el edificio corporativo de la privatizada Línea Aérea Nacional controlada por Sebastián Piñera. Sarquis, dueño de la Pesquera Blumar, no sólo financió parte de la campaña del expresidente sino que compró acciones de la pesquera peruana Exalmar, junto a los hermanos Cueto y a la empresa Bancard, propiedad del exmandatario, que ha sido imputado en la arista judicial del caso Bancard-Exalmar.
También se asociaron para comprar Villa San Luis en 1996, Alberto Kassis, uno de los principales financistas de la Fundación Pinochet y la empresa Imvermex del exministro Enrique Krauss, representada por Carlos Mackenney. La participación del exministro del Interior de Patricio Aylwin no sorprende del todo, si se toma en cuenta que Krauss entró al directorio de Bancard, junto con Juan José Cueto el año 1980, cuando la empresa de Piñera controlaba el 64% del mercado de las tarjetas de crédito en Chile.
Mackenney, posteriormente, fue subsecretario de Guerra de Eduardo Frei y subsecretario de Marina de Ricardo Lagos, quien lo nombró el año 2005 Presidente del Consejo de Defensa del Estado. Mackenney tuvo oportunidad de apoyar a los pobladores de la ex Villa San Luis en su pugna con el Ejército, pero no lo hizo.
Un año después de la cuestionada venta, en 1997, comenzaría la demolición de 23 de los 27 edificios de la Villa. Solo el Lote 18 y sus 4 edificios se salvaron de la destrucción, gracias a 116 familias que recuperaron sus viviendas en dictadura y que lograron obtener títulos de dominio el año 2000.
Consorcio Financiero y el disputado Lote 18
Consorcio Financiero, el Holding de Juan Hurtado Vicuña y Eduardo Fernández León, ingresó a Nueva Las Condes en el año 2004, cuando la empresa se asoció con Sinergia para construir el Edificio Pablo Neruda, la tercera torre en erigirse en el nuevo centro financiero. La inversión ascendió a 40 millones de dólares y permitió sumar una superficie construida de 30 mil metros cuadrados.
Los intereses de Consorcio Financiero en Nueva Las Condes, desde entonces, se han ido incrementando sostenidamente. La señal más elocuente de su creciente participación en el negocio ha sido la silenciosa compra del disputado Lote 18, información que hasta ahora permanecía guardada bajo siete llaves. La operación se hizo a través de Inmobiliaria Lote 18, una filial de Consorcio creada para comprar el terreno, que habría actuado como testaferro de la compañía, instalando en la gerencia a Marcelo Cox Vial y Luis Felipe Gilabert, este último acusado por los propietarios de comprar, a través de presiones ilegítimas, los 116 departamentos de los blocks 16 y 17 de la Villa San Luis.
En el año 2010, Cox tuvo incluso la precaución de consultar al excontralor Ramiro Mendoza sobre la legalidad de la compra del Lote 18. La Contraloría, a través de un dictamen emitido el 4 de febrero del 2011, tomó razón de la compraventa un mes después de la transacción sin emitir observaciones al respecto. De esta manera, Consorcio logró comprar al Ejército la parte del Lote 18 que aún estaba en sus manos, pagando más 4 mil millones de pesos por 3 mil metros cuadrados de terreno y dos bloques deshabitados.
Aquella no fue la única noticia que tuvo Mendoza respecto al nuevo dueño del paño en disputa. Poco antes, en marzo del año 2010, Cox asumió como asesor de la Presidencia de la República. El contrato y los pagos recibidos por el gerente de la inmobiliaria (32 millones de pesos), mientras se desempeñó como asesor de Sebastián Piñera, fueron objetados por una auditoría de la misma Contraloría, cuyo informe fue remitido a Ramiro Mendoza el 8 de julio del 2014. Es de suponer entonces que el excontralor, cuando entró en el directorio de Consorcio una vez finalizado su mandato, tenía pleno conocimiento de los vínculos entre Cox Vial, Sebastián Piñera y Consorcio Financiero.
Tras la salida de Mendoza, la Contraloría realizó una investigación especial sobre la compraventa del Lote 18, detectando irregularidades, pero sólo en la forma en que se gastaron los recursos al interior del Ejército. Según el informe de la entidad fiscalizadora, el 80% de la propiedad de los 116 departamentos comprados a particulares en el Lote 18, el año 2014, aparecen hoy inscritos a nombre de Consorcio Nacional de Seguros, una filial de Consorcio Financiero. La Inmobiliaria Lote 18, además, transfirió recientemente los 3 mil metros cuadrados que compró al Ejército a Inmobiliaria Presidente Riesco, otra filial de Consorcio. De esta manera, el Holding de Carlos Hurtado Vicuña y Eduardo Fernández León, se hizo propietario de alrededor del 80% del terreno más caro de la comuna de Las Condes.
Elite económica pinochetista
El 16 de julio de 1997, Joaquín Lavín, convocó a la prensa para informar personalmente sobre la demolición de Villa San Luis y las virtudes de Nueva Las Condes. Desde las faenas de demolición, el entonces Alcalde declaró con entusiasmo que en el lugar se construiría un centro integral de negocios, tras realizarse una inversión cercana a los 800 millones de dólares.
Cuando el alcalde hizo estas declaraciones, era socio de la Universidad del Desarrollo, controlada por el grupo Penta, socio de Consorcio, y mantenía una estrecha relación con Hernán Büchi, director del mismo holding financiero. En 1997 Lavín era, además, vicepresidente de la Universidad del Desarrollo, mientras Büchi ejercía como presidente. Como se ve, el poder de Consorcio Financiero S.A., actual dueño del Lote 18, se sustenta en un estrecho vínculo de políticos y empresarios de élite, donde Cox y Gilabert son sólo los rostros visibles.
La alianza entre Hernán Büchi, su hermano Marcos –actual presidente de Consorcio-, y Juan Hurtado Vicuña son sólo un ejemplo de los lazos tejidos en la dictadura militar durante el auge del proceso privatizador. Resulta sintomático, como asegura María Olivia Monckeberg en uno de sus libros, “que el propio ex ministro de hacienda Hernán Büchi, tal vez el más decisivo hombre de las privatizaciones chilenas, asumiera el 19 de enero del 2000 como vicepresidente de Soquimich, la empresa del yerno del general Augusto Pinochet, y que Carlos Eugenio Lavín y Juan Carlos Délano (Penta) mantuvieran por varios años, hasta diciembre de 2000, el control del Banco de Chile”. A esto habría que agregar un dato no menor: Penta ingresó al Banco de Chile asociado con Consorcio Financiero S.A. Esta relación explicaría la visita de Eduardo Fernández León a los dos Carlos, cuando éstos se encontraban recluidos en el anexo Capitán Yáber imputados por el caso Penta.
Los vínculos son elocuentes y numerosos. Juan Hurtado Vicuña es amigo de Hernán Büchi desde la universidad y cuñado de Carlos Larraín (expresidente de RN y exalcalde de Las Condes), quien es hermano de Fernando Larraín, exsocio de Manuel Cruzat en el grupo Cruzat-Larraín, uno de los más poderosos durante la dictadura y el más cercano a Pinochet. Marcelo Cox Vial, de Inmobiliaria Lote 18, es yerno de Manuel Cruzat y hombre de confianza de Piñera quien, a su vez, fue Jefe de campaña del candidato presidencial Hernán Büchi en 1989.
La madeja es enmarañada y pese a su tensión no se corta. Si hay un negocio que se relaciona directamente con Nueva Las Condes fue la venta de Chilquinta, filial de Chilectra, por Hurtado Vicuña y Fernández León en el año 1999. La operación les reportó una ganancia de 255 millones de dólares. Dinero empleado, según María Olivia Monckeberg, en “pagar al bankers Trust el Consorcio Nacional de Seguros”. Esta empresa, que hasta hoy es uno de los pilares de Consorcio, es la actual dueña del Lote 18, y de los últimos bloques de departamentos de la ex Villa San Luis, los mismos que acaban de ser declarados Monumento Histórico Nacional.
La Cámara Chilena de la Construcción ha criticado con dureza la decisión tomada por el Consejo de Monumentos y ha pedido públicamente que la ministra no firme. Según un anteproyecto de edificación, aprobado por la Municipalidad de Las Condes en enero pasado, los dueños del terreno ya proyectan levantar –tras demoler los últimos edificios de Villa San Luis- seis nuevas torres de altura en un paño tasado en 100 millones de dólares. Por eso, el destino de Villa San Luis todavía está en suspenso. Si la ministra no firma a tiempo, el permiso de edificación definitivo será aprobado por la Municipalidad de Las Condes y entonces primará este acto administrativo por sobre la declaratoria de Villa San Luis como Monumento Histórico Nacional. En ese escenario, la emblemática población podría ser demolida definitivamente en cuestión de unas pocas semanas.
Álvaro Saieh, el nuevo vecino
Älvaro Saieh no se asoció para comprar Villa San Luis, pero es uno de los empresarios que más dinero ha invertido en Nueva Las Condes, gracias a sus relaciones con Alberto Kassis y Hernán Büchi. Saieh es dueño del consorcio periodístico Copesa, que le permite controlar, junto a la familia Edwards, más del 90% de la prensa escrita de Chile. Kassis, socio fundador de Constructora Sinergia, es dueño del 16% de Copesa, asunto que evidencia las férreas y múltiples relaciones de poder que existen tras Nueva Las Condes.
Kassis y Saieh son socios comerciales desde 1986, año en que ambos compraron el Banco de Osorno, operación que multiplicó el poder de Saieh exponencialmente, especialmente después de que esa entidad financiera tomara el control de la AFP Provida en 1993.
Álvaro Saieh compró Provida después de asociarse con el exministro de Hacienda y de Economía de Pinochet, Sergio de Castro, el más influyente de los “Chicago boys”. Con el apoyo del exministro, el grupo de Alvaro Saieh logró que Provida llegara a concentrar más del 40% del mercado de las AFP.
Con estos y otros capitales el empresario lograría incrementar progresivamente su patrimonio, hasta convertirse en uno de los empresarios más poderosos del planeta. De hecho, el año 2013, aparece en la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, y ocupaba el sexto lugar dentro de las fortunas nacionales.
Fue esta fortuna -concentrada en el Holding Corpgroup- la que permitió a Álvaro Saieh convertirse en uno de los principales inversionistas de Nueva Las Condes. El año 2005 –a sólo tres años de la inauguración del edificio de Lan Chile- Saieh ya inauguraba su propio edificio corporativo en el exclusivo sector.
Además de levantar este edificio, las empresas de Saieh han participado en la construcción de otras cuatro torres del sector. La última de ellas, bautizada como “Nueva Las Condes 7”, fue levantado por Sinergia y Corpseguros (de Saieh) tras una inversión de 65 millones de dólares. Así se terminaba, el 2016, la torre Nº 12 del nuevo distrito financiero, la última construida hasta ahora, y que fue ocupada recientemente por Itaú, el Banco más poderoso de Latinoamérica.