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Mundo

29 de Julio de 2017

Tres inmigrantes y la cuestión de la identidad alemana

La cuestión sobre la identidad alemana ha revivido en el país con la ola migratoria y la necesidad de redoblar los esfuerzos para la integración ha sido abordada por tres inmigrantes que cuentan su historia en sendos libros y plantean sus reflexiones sobre lo que significa ser alemán. Dayan Kodua es actriz y ha llegado […]

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La cuestión sobre la identidad alemana ha revivido en el país con la ola migratoria y la necesidad de redoblar los esfuerzos para la integración ha sido abordada por tres inmigrantes que cuentan su historia en sendos libros y plantean sus reflexiones sobre lo que significa ser alemán.

Dayan Kodua es actriz y ha llegado a tener papeles en la más emblemática serie policíaca de la televisión alemana, “Tatort”; Emilia Smechowski es periodista y Raed Saleh es el líder del grupo parlamentario socialdemócrata en el parlamento regional de Berlín.

Sus libros son historias de éxitos en el proceso de integración pero, a la vez, dejan una serie de preguntas abiertas sobre la identidad alemana y aquello que la define.

En los tres libros tiene un papel importante una palabra alemana de difícil traducción, “leitkultur”, que significa algo así como “cultura líder” y cultura de referencia.

En el libro de Saleh, “Yo alemán. La nueva leitkultur”, la palabra aparece incluso en el subtítulo y una reflexión sobre la idea concepto atraviesa sus 225 páginas. La idea es quitarle a los conservadores la potestad de lo significa ser alemán.

Saleh, de origen palestino, llegó a Alemania en 1982 cuando tenía cinco años y justo al comienzo de la era del canciller Helmut Kohl, quien repitió hasta la saciedad que Alemania no era un país de inmigrantes ni llegaría a serlo nunca.

Kodua llegó a Alemania desde Ghana a los diez años, sus padres habían llegado dos años antes, y su hermana le enseñó el primer día que tenía que responder con la palabra “cabrón” a todo aquel que la llamara “negra”.

Hoy, cuando alguien le dice que habla muy bien alemán, como si alguien con piel oscura no pudiera hacerlo, contesta “muchas gracias, usted también”.

El caso de Smechowski es distinto porque su familia pertenece a esta parte de los inmigrantes polacos que, desde el comienzo, apostaron por la asimilación total, lo que se refleja en el título de su libro: “Nosotros inmigrantes empollones”

Exactamente 16 años después de la llegada de Saleh a Alemania, el socialdemócrata Gerhard Schröder, tras derrotar a Kohl y llegar a la cancillería, le dio un viraje a la discusión al aceptar que Alemania era un país de inmigrantes, con lo que empezó a discutirse más abiertamente el tema de su integración.

Del lado conservador, surgió entonces el concepto de “leitkultur” que pretendía definir las costumbres y convicciones alemanas a la que los inmigrantes. Según esa idea, tenían que adaptarse si querían quedarse a vivir en el país.

El problema, según Saleh, es que nadie definía lo que se entendía por “leitkultur” y el término servía ante todo para pescar votos de la ultraderecha, lo que le valió a la cúpula de la CDU las críticas de la patronal, de algunos miembros destacados del partido y del Consejo Central de los Judíos en Alemania.

Saleh recuerda cómo el que fue presidente de este último organismo, Paul Spiegel, se preguntó retóricamente en una manifestación contra los neonazis si eso que algunos llamaban “leitkultur” significaba “perseguir extranjeros, quemar sinagogas y matar personas sin techo”.

Pese a ello, después el término siguió apareciendo en los discursos de políticos conservadores de la CDU, entre ellos el actual ministro de Interior Thomas de Maiziere, quien recientemente quiso resumir en diez tesis lo que significa la “leitkultur”.

En todo caso, todo el mundo parece tener una idea de lo que significa la “leitkultur” y en su infancia Saleh vivió una experiencia que muestra que ésta a veces se usa para marginar a determinados inmigrantes.

El libro de Saleh empieza con ello y cuenta cómo en la escuela primaria fue discriminado por su profesora por no comer carne de cerdo.

Su propuesta es no definir la “leitkultur” como algo excluyente sino algo con lo que todos los alemanes, incluidos los inmigrantes, puedan identificarse.

Eso, según Saleh, es algo que está por definirse a partir, eso sí, de algunos principios innegociables entre los que están el estado social de derecho y el rechazo a la discriminación de minorías y al antisemitismo.

“‘La frase “nunca más Auschwitz’ no puede estar en discusión”, afirma.

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