Quién es quién en las elecciones del consejo político de Revolución Democrática

“No es el momento que el Partido Comunista sea parte del Frente Amplio”

“RD para Chile” es la tendencia tercerista del partido. Herederos del movimiento estudiantil del 2011,tiene en sus filas a varios exmilitantes del NAU, Como Diego Vela y Rodrigo Echecopar, aunque reconocen que no son patrimonio exclusivo del colectivo. También conocidos como los “giorgioboys”, admiten que Jackson es una figura crucial tras la cual alinearse. El primer diputado del partido, aunque muestre públicamente un alma transversal, se sabe que su corazón anida en el tercerismo. Generacionalmente más jóvenes que las otras variantes, se han destacado por tejer buenas redes con el movimiento autonomista, compañeros en la lucha callejera durante el primer gobierno de Piñera, y han aportado al partido militantes jóvenes sin tanta experiencia política. Les ha ido bien en las elecciones internas y suelen manejar con muñeca prodigiosa el consejo político.

Muchos estiman – no ellos, por cierto- que su origen proviene del trabajo en la candidatura de Giorgio. “Se fundaron en la diputación”, aseguran los “otros”. Aunque en la interna del colectivo aseguran que su origen proviene de una coyuntura particular en el 2014: alejarse de la colaboración crítica durante el gobierno de Bachelet que tuvo a algunos miembros del partido trabajando en el Mineduc. La moción terminó por transformarse en tendencia en el partido y pusieron las fichas en la articulación del Frente Amplio. Su leitmotiv hoy en día: profundizar en el desarrollo político desde lo territorial y una construcción de poder que permita disputar las instituciones.

El líder la esta lista es Diego Vela, expresidente de la Feuc en el 2013, proveniente del NAU. Ingresó a Revolución Democrática ese mismo año. Se ha destacado por profundizar el trabajo territorial del partido, especialmente en La Granja, comuna donde vivía. Luego de terminar un magister en Economía se radicó en Valparaíso. Asumió la Dirección Ejecutiva de la Fundación para la Pobreza Infantil y estuvo dos años trabajando en Haití. A su regreso colaboró en la campaña de Beatriz Sánchez y hoy es jefe de gabinete del senador del partido Juan Ignacio Latorre.

¿Con o sin el PC?
Hoy creemos que no es el momento que el Partido Comunista sea parte del Frente Amplio. Antes que entre un partido de la Nueva Mayoría tenemos que robustecernos como conglomerado, marcar nuestro norte político y forma de trabajar. Creo que esos diálogos hay que tenerlos a futuro, donde eventualmente puedan ser nuestros aliados pero de una manera distinta a lo que fue la NM. Y eso se logra sólo si nosotros fijamos primero nuestras condiciones para avanzar hacia el camino político que queremos proponer a Chile.

¿Cuál es tu postura sobre la discusión respecto a Venezuela?
Creo que Venezuela es un régimen que ha perdido garantías democráticas fundamentales y que está a un paso de que se pueda transformar en una dictadura, ya sea a través de un golpe o un autogolpe. Y en ese sentido, en un país donde está muriendo gente, donde también hay una situación humanitaria muy compleja y donde se están violando los derechos humanos, creo que como nueva izquierda de Chile tenemos que plantearnos esos temas. Hay que saber proponer un norte distinto al camino que ha llevado Maduro. Maduro para nosotros no es ningún referente, es más, tenemos que saber evidenciar cuándo la izquierda está cometiendo errores. Como partido debemos tener esa discusión.

¿Cómo ven la calle en estos próximos cuatro años?
Si el gobierno de Piñera sigue pasando la aplanadora, va a tener cuatro años bastante complejos. Espero que el gobierno recule y sepa ofrecer oportunidades de diálogo concretas y generar un debate democrático con todos los actores que corresponden. Viendo como se ha movido el gobierno durante este último es muy posible que sea un año muy movilizado.

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“Tenemos que prepararnos para gobernar”

Son los seniors del partido. Si bien no todos sobrepasan los cuarenta, son reconocidos como un segmento que tiene una historia más allá del 2011. Algunos de ellos, incluso, con pasado como militantes de partidos de la exconcertación y otras colectividades de izquierda. Kena Lorenzini, Javiera Parada y Miguel Crispi -por nombrar algunos- vienen de aquella matriz que los hace generacionalmente un colectivo más experimentado. De ahí su inclinación a disputar el “poder desde dentro”. Una definición que llevó a algunos de sus miembros -Miguel Crispi, Gonzalo Muñoz- a participar en el ministerio de Educación durante el gobierno de Bachelet. Decisión que hasta el día de hoy genera resquemores en algunos militantes y que algunos califican como una de las heridas abiertas al interior del partido. Pero el diagnóstico al interior de la lista es distinto. Aseguran que comunicaron mal sus intenciones y que muchos se quedaron con la idea de que su objetivo era entrar a la Nueva Mayoría.

Los también denominados “Pantalones Largos” -nombre que se atribuye al cartel en la época de Allende sobre la nacionalización del cobre- asumen que su vocación es más institucionalista. Empujar por ir a las elecciones y generar un partido con vocación de poder. Tendencia que finalmente se ha impuesto al interior del partido.

Decisiones inicalmente resistidas que a la larga han generado consenso.

Sebastián Depolo es sociólogo de la Universidad de Concepción y hace clases en Ingeniría industrial en la Universidad de Chile. Fue uno de los fundadores del partido, Secretario General en 2013 y Coordinador Nacional 2015-2016. Hoy es uno de los candidatos fuertes de la lista.

¿Cuál es el espacio de poder más interesante para disputar?
Si nosotros no diseñamos este año una estrategia territorial que nos permita ganar las eleciones municipales en dos años más, la vamos a perder. Ese trabajo debe empezar ahora. Porque no es un trabajo electoral sino de inserción territorial. Hay que fortalecer la relación de nuestros diputados con los territorios. Es cosa de mirar el caso del Jorge Sharp que le da gobernabilidad al Frente Amplio. Nosotros tenemos que preparanos para gobernar.

Tu definición sobre Venezuela…
Tengo una visión super crítica de eso que llaman ciclo progresista latinomericano, con Lula, Kirchner y Chávez, que termina muy mal por dos cosas: no son capaces de cambiar el modelo de desarrollo y terminaron asediados por la corrupción. Eso le entrega la región a la derecha y es muy jodido para un proyecto transformador. RD tiene que tomar una postura ahora, pero no forzaría que sea la misma del Frente Amplio porque la diversidad es un valor.

¿Relación con la derecha en el gobierno de Piñera?
Yo pondría a infancia como test. Si vemos que hay una verdadera voluntad de transformar, y no solamente darle más plata a los prestadores, vamos a la siguiente. Pero no tengo mucha fe.

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Alejandra Millán, lista “Divergentes”:

“No tenemos problemas con el aborto libre”

A diferencia de las demás listas, Divergentes no cuenta con ninguno de los liderazgos más visibles de Revolución Democrática. Autodefinidos como una plataforma donde confluyen los “no loteados”, sus principales figuras cuentan con un paso en instancias menores de poder: grupos medioambientales y liderazgos regionales. No en vano, sus integrantes se han descrito como “provincianos, pueblerinos, periféricos y desconocidos”.

Su origen se remonta al año 2016, cuando un sector descontento de los “territorialistas” se descolgó, reclamando una mayor presencia de las regiones en las decisiones de partido. El año 2017, bajo el nombre de “Descentraliza”, el grupo logró incluir a una integrante de su lista en el Consejo Político Nacional.

Ahora, bajo la chapa de “Divergentes”, la apuesta es mayor. Aunque sean el grupo con menor influencia dentro de las instancias partidistas, aspiran a convocar al resto de los militantes que mira con recelo la concentración de poder existente entre los Terceristas y los Pantalones Largos.

Además, seis de sus ocho candidatos corresponden a liderazgos regionales.

Desde Santiago, las hermanas Millán -Alejandra y Cecilia-, lideraron el descuelgue de los “terris” en 2016. Alejandra, líder de la actual lista, cursó un año Historia y Geografía en la Universidad de Santiago, antes de radicarse en Inglaterra por 12 años. Volvió a Chile el año 2012, y desde 2016 milita activamente en Revolución Democrática. Actualmente participa en el GAP de Medio Ambiente del Frente Amplio e integra el Frente Ecosocial de las comunas de Ñuñoa y Providencia.

¿RD debe roncar en el FA?
Yo creo que debemos liderar, nunca imponer. Y en la interna, el desafío mayor es poder dar un espacio de participación a la militancia que se sumó a este proyecto. Para tener un proyecto de conducción país, nuestra casa es el FA.

¿Están de acuerdo con la consigna Mar para Bolivia?
Es importante llegar un acuerdo con Bolivia que permita una salida al mar, por un tema de solidaridad latinoamericana. No necesariamente con las condiciones que ellos quieren, pero sí hay que facilitarles el tránsito.

Y en el tema aborto ¿avanzar en más causales?
Estamos a favor de la libertad de decisión de la mujer. ¿Aborto libre? Sí, no tenemos problemas con eso. Pero la sociedad debe prepararse para aquello.

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Pablo Padilla, Lista “Territorios Comunes”:

“Un partido que dice ser de izquierda debiese estar abierto al común de la gente”

Poco después de las elecciones parlamentarias de 2017, un grupo disconforme de Territorialistas se descolgó –una vez más-, para crear el lote de los Comunes. Como el nombre lo sugiere, el grupo se fundó asumiendo las diferencias de clase y educacionales existentes dentro del partido. Inspirados en el discurso que Beatriz Sánchez dio al anunciar su candidatura presidencial, el lema de los comunes es lograr que en RD haya igualdad de oportunidades. “Un partido que dice ser de izquierda debiese estar abierto al común de la gente”, dicen.

Para ellos, afirman dentro del partido, no es necesario definirse como militantes de base; basta con vivir y hacer políticas desde la periferia santiaguina y regional.

En ese ímpetu, el año pasado lograron que una miembro de las filas “comunes”, Francesca Bianchi –autodefinida como periférica y pobladora-, formara parte del Tribunal Supremo del partido, espacio que históricamente estuvo reservado para hombres con estudios en derecho.

Pero, para las actuales elecciones de consejo, y aunque suene paradójico, los Comunes decidieron agruparse nuevamente con parte de los “terris”. De ahí el nombre: Territorios Comunes.

Pablo Padilla (53), uno de sus líderes, entró a RD en enero de 2013, pero no formó parte de ningún lote hasta el año pasado. “Ninguno se acercó a mí”, asume con liviandad. Con años de experiencia como dirigente sindical, Padilla forma parte del Frente Amplio de Trabajadores y el año pasado se presentó como candidato a diputado por el distrito 9. Elección que finalmente perdió.

De entrada reconoce que su lista, Territorios Comunes, tiene claras aspiraciones de poder. “No hay para qué ocultarlo”, dice. Un poder, afirman otros, imposible de alcanzar sin un pacto con el grupo del que se habían descolgado.

¿Cuáles son las prioridades de Territorios Comunes?
Yo creo que los derechos laborales no son lo suficientemente tomados en cuenta por la izquierda en general. Hay un vacío. Actuamos como que la izquierda no fuera trabajadora, cuando los temas laborales nos tocan a todos.

¿Cuál es tú principal preocupación en materia de educación?
La condonación del CAE. La deuda educativa tiene acogotada a un montón de gente, y no es algo circunstancial. Conozco de primera fuente a personas que se suicidaron, acogotadas por las deudas. Esto no es un chiste.

¿Debe el FA formar alianzas con la NM en el Congreso?
Las relaciones del Frente Amplio con la Nueva Mayoría deberían ser de mucho cuidado. Hay varios lotes que defienden estos acercamientos en función de la gobernabilidad, pero esta se trata también de confluir el movimiento social con el político. Un país va a ser más gobernable cuando los movimientos sociales no sientan que los están cagando desde sus propios partidos.