Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

22 de Octubre de 2018

Nuevo CAE: Reinstalar la deuda y debilitar la educación pública

Este es un crédito que alegra a quienes ven la educación como un negocio. De seguro e los bancos deben estar diseñando nuevos créditos para cubrir la diferencia que se dará entre las 1,5 veces el arancel de referencia y el arancel desregulado que podrán seguir cobrando las instituciones. Hoy y de manera inédita el estudiante podría tener sobre sus hombros la pesada y compleja mochila de 3 créditos diferentes, el primero con el Estado, el segundo con la Universidad (por diseño del nuevo CAE) y el tercero aunque usted no lo crea nuevamente con un banco.

Juan Pablo de la Torre
Juan Pablo de la Torre
Por

En un país donde la honestidad es altamente valorada, paradójicamente tenemos un Gobierno que nos engaña de manera descarada. Hace menos de un año nos prometían continuar y profundizar la gratuidad. Siempre supimos que el Gobierno no creía en esta, no obstante existía un discurso de gobernabilidad, de coherencia y respetar las políticas de Estado, que incluso hacía pensar a los votantes que Piñera, además de continuar una política con alta aceptación pública, era un hombre capaz de respetar los acuerdos sociales, aunque él no estuviera de acuerdo. Punto doble para la derecha que llegaba renovada al Gobierno, tratando de no parecer derecha al menos en materia de educación.

A cerca de 3 meses de presentado el proyecto que busca reemplazar el CAE, podemos decir con certeza que el gobierno quiere reinstalar el endeudamiento como mecanismo central para acceder a la educación superior chilena, es más, cada vez que ahondamos más en el nuevo CAE, nos encontramos con nuevos y sólidos argumentos para rechazarlo.

¿Por qué lo hacemos?, lo rechazamos porque es un crédito que se plantea como competencia a la gratuidad, ya que permite que las instituciones perciban hasta un 50% de mayores recursos por estudiante que con la gratuidad. Si bien esta última no es lo que esperábamos y la hemos criticado con fuerza, para el estudiante es muy diferente poseer una beca completa de arancel a un crédito. Hasta ahora el Gobierno no ha respetado su promesa de avanzar hacia la gratuidad universal.

En concreto, elementos como la retención de sueldos y el Dicom público son notorias señales del agobio que se pretende instalar en la juventud chilena. Y en temas más de fondo, este “nuevo CAE” busca mejorar las condiciones de instituciones con fines de lucro y sin foco en la excelencia académica, como lo es el caso de los CFTs e IPs que lucran bajo el amparo de la ley, y que hasta hoy se habían quedado fuera de la gratuidad, al parecer el Gobierno ya encontró la forma de ayudar al empresariado de la educación

Este es un crédito que alegra a quienes ven la educación como un negocio. De seguro e los bancos deben estar diseñando nuevos créditos para cubrir la diferencia que se dará entre las 1,5 veces el arancel de referencia y el arancel desregulado que podrán seguir cobrando las instituciones. Hoy y de manera inédita el estudiante podría tener sobre sus hombros la pesada y compleja mochila de 3 créditos diferentes, el primero con el Estado, el segundo con la Universidad (por diseño del nuevo CAE) y el tercero aunque usted no lo crea nuevamente con un banco.

Este nuevo crédito permitirá generar cobros escalonados a las universidades, reinventándose la derecha así en un sistema de negocios que busca obtener la mayor cantidad de recursos a costa del mayor endeudamiento posible de cada estudiante. Es decir que si una carrera posee un arancel de referencia de 3 millones y cobra 8, esta podrá cubrir solo 4,5 millones por medio del crédito estatal, ¿y el resto?, si el estudiante pertenece a los 6 primeros deciles no podrán cobrarle, en dicho caso la Universidad puede dar una beca por la diferencia o entregar un crédito interno. Sin embargo entre el decil 7 y 9 la Universidad podrá cobrar esos 3,5 millones.

Entendiendo que universidades como la del Desarrollo o de los Andes no poseen una gran cantidad de estudiantes de los 6 primeros deciles, podrán seguir obteniendo altos ingresos de los aranceles estudiantiles, e incluso asegurando el pago directo de 1,5 veces su arancel de referencia por parte del Estado. ¿La contrapartida? las universidades estatales sólo reciben el arancel de referencia y el Gobierno ni siquiera ha pensado en aumentar los montos asociados a la gratuidad o los aportes basales en estas instituciones.

En síntesis hoy la derecha busca reinstalar abiertamente el endeudamiento como principal mecanismo de financiamiento de la educación, en ese marco quitarle el ejercicio financiero a los bancos, resulta hasta eficiente, ya que actualmente cerca de un 30% del presupuesto en educación se destina a la recompra de la deuda del CAE.

Hoy le repetimos una vez más al Gobierno que escuche y comprenda que la educación superior es un derecho humano universal, esto no lo dice solo la Confech o los países socialistas como les gusta caricaturizar, lo dice la UNESCO y la ONU. Parece de toda lógica en este contexto, que se fortalezca la educación pública (que en este momento alcanza solo un 14% de la matrícula total de la Educación Superior), por lo que deben aumentarse los montos asociados a la gratuidad a 1,5 veces el arancel de referencia, y estos deben entregarse por aportes basales a instituciones del Estado, superando así la lógica de vouchers.

Respecto al crédito que busca “sacar a la banca”, debe retirarse el proyecto y rediseñarse por un mecanismo que efectivamente posibilite la gratuidad universal, en vez de competir y debilitarla. Seguimos teniendo el anhelo básico de sacar a la banca de la educación superior, no obstante frente a un proyecto oportunista que busca debilitar la educación pública y mantener aranceles desregulados como Confech no podemos ser cómplices de una “nueva” pesima politica publica. Se pueden explorar otras alternativas que busquen de manera honesta sacar a la banca de la educación, sin tanta parafernalia, como lo podría ser reformar el Fondo Solidario de Crédito Universitario y trazar un camino real que nos lleve a la gratuidad universal, cuestión que ya decidieron los y las chilenas hace mucho tiempo.

SI bien Piñera ganó la última elección, nunca ha dicho de manera abierta que quiera reinstalar el endeudamiento como mecanismo para acceder a la educación superior o que busca hacer retroceder la gratuidad. Hasta ahora las demandas por una educación pública, laica, gratuita, no sexista y de excelencia siguen plenamente vigentes.

*Juan Pablo de la Torre, presidente de la FEUSACH/VOCERO CONFECH

Notas relacionadas