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Opinión

28 de Febrero de 2019

Camila Gallardo: “La industria me pegó un combo en la cara en lo que es la exposición”

Con un álbum que lleva 18 Discos de Platino, la autora de “Querida Rosa”, “Abrázame” y “No es real” se presentará esta noche en la Quinta Vergara. En entrevista con The Clinic habló sobre la experiencia de tener una carrera como artista de reconocimiento internacional. Entre otras cosas, opinó sobre la valoración del artista chileno, del impasse con el alcalde de Puerto Varas y de sus próximos proyectos: “El éxito nunca es asegurado. Un escenario, por más grande que sea, no te asegura una carrera para toda la vida”.

Camila Magnet
Camila Magnet
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– Aquí hay quinoa, palta y lechuga – le dice una integrante del staff de Universal Musica a Camila Gallardo, mientras saca unas pequeñas porciones de una caja que rotula “Sheraton Miramar”.

Después de la conferencia de prensa de mediodía, de cambiarse de ropa y desmaquillarse rápidamente en su pieza del hotel, debe correr al ensayo de la presentación que tendrá la noche del 28 de febrero en la Quinta Vergara. “Estamos atrasados”, la presionan. Cami debe almorzar en el auto, camino a Curauma.

Así de acelerada ha sido su vida últimamente. Desde el 10 de enero está de gira en el Rosa Tour 2019, donde se presentó en 18 localidades del sur de Chile, y desde el 24 de febrero está de jurado en el Festival de Viña.

Pese a las pocas horas de sueño y de correr de un lado a otro, Cami asegura que está muy bien y que la gira la acostumbró a la falta de sueño. “Ha sido una semana bacán y aparte tenemos un gran equipo. Estoy muy agradecida de ellos. Estamos ‘relajadamente estresados’”, comenta en la entrevista sobre ruedas a The Clinic, mientras come unos trozos de palta con la mano. Su “cajita feliz” venía sin cubiertos.

De cara a Viña

La relación de esta viñamarina con el anfiteatro que la recibirá el 28 de febrero viene de infancia: con su familia vive a pocas cuadras de la Quinta Vergara y su madre la llevaba a escuchar la sinfónica en los conciertos de verano. Por lo demás, este no será un debut de Cami en este escenario, pues en 2017, para el centenario de Violeta Parra, se presentó con otras artistas en la obertura del Festival de Viña en un homenaje a la cantora popular.

¿Te imaginaste que volverías a ese escenario como artista?

– No. De hecho, pensaba que podría haber sido en cinco o diez años. “Ojalá en un futuro”, decía. Pero nunca pensé que en dos años. Para mí es surreal. No tiene sentido en mi cabeza todavía.

¿Qué opinas de ser la única artista chilena que se presenta en el Festival de Viña?

– Me carga, terrible, me da vergüenza, me frustra, me hace sentir con una responsabilidad que no me gustaría tener. Me gustaría que hubiese la mayor cantidad de artistas chilenos posible. Y no por la frase cliché de “valoremos al artista chileno”, sino porque a la gente le encanta el artista chileno. ¡Y son buenos! Tienen shows increíbles. En ciertos festivales me toca ver shows de otros artistas y digo “por qué no está en el Festival”. Qué es esto de “es una oportunidad para el artista chileno”. No, es la pega que todos hacemos.

¿Qué opinas de lo que pasó con Ana Tijoux, cuando la invitaron a la obertura gratis?

– Tiene varias aristas.

¿A ti te pagaron cuando estuviste en la obertura?

– No, jajaja. Nada. Pero creo que sí habría que pagar porque a los artistas internacionales sí les pagarían. Es pega. Tú no le pides a un dentista que te cubra una carie gratis, por amor al arte. Es lo mismo.

¿Cómo ha sido esta experiencia de trabajar con otros artistas, hacer dúos (Antonio José, Lasso), componer con Francisca Valenzuela?

– Bacán. Me ha tocado conocer a artistas a los que admiro como Residente. A él lo admiro desde que tengo 10 años y ahora se genera un ambiente de partner, de compañeros, porque es una carrera difícil. La gente no sabe el sacrificio del artista, el daño que finalmente se lo contamos a la pura almohada y a la guitarra cuando escribimos una canción. Nunca ha habido una empatía con el artista. Se cree que es muy cómodo, que está todo bien, pero en verdad la cabeza se te quema. Me tengo que mirar al espejo y decirme “eres fuerte, todo va a estar bien, tranquila”.

¿Pero es por el ritmo de la vida de artista o por otras cosas que te han pasado en la vida?

– Tengo 22 años, soy mujer. Tengo historia, mis papás son divorciados hace poco. La industria me pegó un combo en la cara en lo que es la exposición. Tuve que aprender a no decir todo lo que pienso. A cantar todo lo que pienso, sí. Pero a veces tener que escuchar cosas que no me gustaría escuchar, que me dañan. También me siento presionada con el “te amo” constante, “eres la mejor”… No me gusta tanto. Esa dualidad de que todo puede estar muy bien o muy mal hace que sea difícil concentrarse. Hay veces en que caigo a la cama no más, lloro un día entero y en la noche tengo que tocar.

“El éxito nunca es asegurado”

Pese a su ajetreada vida con un ritmo que parece incesante, la autora de “Querida Rosa”, “Abrázame” y “No es real”, no pretende parar. Pronto lanzará su single “La entrevista”, que será parte de su nuevo álbum que promete que “se viene ultra folclórico. Soy yo más grande no más, maduré muchísimo musical y líricamente”.

Una producción que es un potencial éxito, a considerar lo que ha sido “Rosa”, su álbum que a estas alturas lleva 18 Discos Platino. En tanto, continuará con los shows en vivo: este año irá de gira por España, México y Argentina, y continuará con presentaciones en Chile.

¿En qué momento te sentiste “en el barco del éxito” y que ya no te podías bajar?

– Todavía no me siento así.

¿Pero cuándo empezaste a considerarte una artista?

– Desde que partí tocando flauta traversa a los seis años. Una artista no se mide por el escenario en el que está, se mide por la pasión que tiene. El éxito nunca es asegurado. Un escenario por más grande que sea no te asegura una carrera para toda la vida. El éxito se construye todos los días con disciplina, con levantarse temprano, con desearle el bien a los demás, con tratar bien a tu equipo, con ser empática, con amar lo que una hace, con no buscar más de lo que tu carrera te puede dar.

¿Te ha cambiado de alguna manera haber firmado con el sello Universal?

– Es un desafío, porque las decisiones se toman en conjunto y porque yo no soy música fácil de vender para ellos. Yo hago cosas que no son marketeables, no tienen un beat, “que baila, que baila”, yo no canto así. Eso es complicado para ellos porque tienen que decir “ok, hay que invertirle a alguien con una propuesta nueva”.

Pero tienes una fanaticada muy fiel.

– Son bacanes. Y quiero que esto quede clarísimo en esta entrevista: voy a ser por siempre agradecida de la gente. Todo lo que hago es por ellos. Si no, imagínate lo fácil que sería hacer música comercial para mí.

¿Crees que hay cierta necesidad del público de escuchar otras cosas?

– Totalmente. Hay una crisis lírica en la música. Lo que sí creo es que hay música para todos los momentos del día, para todos los lugares. Yo también escucho Bad Bunny de repente. Creo en la diversidad y en la libertad de poder escuchar distintos tipos de música. Ahora, creo que sí se está potenciando un espacio de la música en específico, pero en lo personal creo que se puede más. O sea, hemos tenido leyendas de la música a lo largo de los últimos 30 años, no la caguemos ahora.

Cuando pasó lo del concierto en Puerto Varas, insististe en que no querías darle palestra al alcalde, que había que hablarle a las niñas. ¿Cuál es tu mensaje para ellas?

– Que todo lo que te haga sentir incómoda es porque está mal. Basta de guardarnos las cosas. Teniendo el apañe que tengo de mi equipo y todo, igual me cuestioné si lo que hice estuvo bien. Un simple acto de echarme para atrás me lo cuestioné. Yo soy súper depre e insegura y caí en cama. Me costó muchísimo recuperarme, pero tuve que pararme frente al espejo y decir “tú eres responsable de la vida de muchas niñas, que te están mirando, que te observan, no te puedes caer”.

Me quedé con la sensación de que ese hecho podría conectarse de inmediato contigo y que le hiciera sombra de alguna manera a tu trabajo.

-Y no lo hizo. Pero basta de bajarle el perfil a todo lo que pasa. Nadie sabe lo que pasó en el camarín, nadie sabe lo que el viejo gritó cuando se bajó del escenario. Nadie sabe eso. Y decían que estaba armando polémicas para ganar más. Partamos por que no he hecho ninguna polémica hasta ahora, ninguna. Yo me dedico a girar, a hacer música, a cantar. Esta polémica no me da el Movistar Arena que hacemos en abril. No tengo más venta de ticket por eso.

¿Adónde quieres llegar?

– Si te dijera, no se haría realidad. Así que tengo que guardármelo. Pero quiero llegar a un lugar donde no se ha llegado, obvio. Todos queremos ser pioneros en algo.

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