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Opinión

26 de Abril de 2019

Análisis de lo inútil: ¿Qué hace que Chayanne sea más meme que cualquier cantante de este mundo?

Visto de lejos, es un romántico más. Pero ningún romántico es un romántico más. Y Chayanne resulta inasible en esa mezcla de precisión y ocultamiento que hace que Completamente enamorados genere tanto deseo como repulsión (los enamorados son metaforeados con perros pegados).

Camila Gutiérrez
Camila Gutiérrez
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Conocí la existencia del bitcoin en noviembre del 2017. Durante diciembre y enero del 2018, la palabra bitcoin se me apareció en todas partes. Portadas en quioscos, noticias, posteos de Facebook, tuits, conversaciones ajenas. Como si mi conocimiento hubiera echado a andar una existencia omnipresente.

Esto tiene un nombre: Efecto Baader Meinhof. Te enteras de la existencia de algo y tienes la sensación de que está por todas partes.

Pensé que padecía una especie de Baader Meinhof con Chayanne. Desde que Falabella lo hizo rostro de la última navidad, no dejé de verlo. Ya pasará, pensé, pero Chayanne no iba de juego mental ni percepción trastocada. Estaba apareciendo en serio, de la forma más masiva y dúctil posible: Chayanne-meme.

La pregunta es por qué. Por qué Chayanne y no otros hombres del amor asociados al Gremio Señoras, como Luis Miguel, Ricky Martin, Miguel Bosé, Juan Gabriel o Ricardo Arjona.

Pablo Lautaro es un amigo que piensa en estas cosas. Y cree que Chayanne es un gemelo cósmico de Felipe Camiroaga: Alguien que despliega encanto y que sabe ser misterioso sin vibrar a escándalo. Me encanta la teoría, aunque concuerde a medias. Sobre Camiroaga, recuerdo, se hacía siempre una pregunta que para los noventa o principios de los dos miles era escandalosa: ¿Será gay? O afirmaciones tipo: No, si el amigo de un amigo lo vio en Fausto. Camiroaga trascendió la pregunta noventera al morir. Chayanne ha trascendido cualquier pregunta en su vida misma.

De su privacidad se sabe apenas que su nombre no artístico es Elmer Figueroa y que su hijo se ha sacado fotos pilucho. No evidencia dramas propios e incluso detallitos, como su comida favorita, se rodean de misterio. Por ejemplo, Wikipedia dice que lo que más le gusta comer es lo que prepara su esposa, lo que no significa necesariamente que si lo prepara su esposa le gusta, pero de todos modos es una respuesta que marea.

Y con su esposa, Marilina Maronesse, está casado desde 1992. Tiendo a las lecturas biográficas en el arte y me pregunto cosas. Si la mayoría de las canciones de Chayanne está compuesta por otros (José María Cano, Luis Gómez Escolar, Eros Ramazotti, etcétera), ¿de qué forma Elmer Figueroa se encuentra en ellas?

Tal vez sólo canaliza al narrador ajeno.

Tal vez canaliza parcialmente al narrador ajeno y parcialmente a sí mismo.

Y si hay algo de sí mismo, y sus canciones hablan de pedir perdón, conquistar, de primeros amores y pasiones intensas ¿su motor para interpretar es su mujer? ¿otras mujeres? ¿las distintas mujeres que ha sido su mujer en 25 años?

Visto de lejos, es un romántico más. Pero ningún romántico es un romántico más. Y Chayanne resulta inasible en esa mezcla de precisión y ocultamiento que hace que Completamente enamorados genere tanto deseo como repulsión (los enamorados son metaforeados con perros pegados). En su curiosa forma de pedir perdón (siempre en condicional, aparentando apego y paciencia cuando en verdad quizás sólo está chato). O en canciones definitivamente inquietantes, como Tiempo de Vals, cuya interpretación se escapa ¿habla de juventud eterna? ¿De un amor que está fuera del tiempo? ¿De la repetición angustiosa de los ciclos vitales?

Todo lo que conorma la inasibilidad –si esa palabra existe- de Chayanne es lo que permite su potencial memístico.

Uno que no tiene Juan Gabriel. Sobre él proyectamos muerte o resurrección. Por ende, si es meme –que lo ha sido- es en tanto llega al cielo o vuelve de los muertos.

Arjona, por su lado, está demasiado vinculado a la cursilería y su forma de transitar por la masculinidad lo hace menos vigente en estos días.

Miguel Bosé se ha autosecuestrado en su curiosa pasión por Bachelet-Venezuela.

Ricky Martin tiene una carrera menos compleja y su vida privada ha tomado mucho vuelo.

Sobre Luis Miguel se sabe demasiado: Kenita, la serie de Netflix, su presente piante.

Chayanne-inasible es el único que ofrece un espacio vacío (¡y esa sonrisa!) para la proyección de lo que sea: meme de Maru-Chayanne, meme feto ingeniero/que en realidad quiere ser torero y poner el alma en el ruedo, meme de Winnie de Pooh finísimo diciendo “Elmercito rico” y un etcétera tan eterno que ahora cuando vemos un meme de Chayanne pensamos más en la familia de memes de Chayanne que en el Chayanne original. Porque además ¿quién es ese original?

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