Sebastián Escobar, académico: “En el gobierno anterior de Sebastián Piñera también se intentó eliminar Historia”

Para el académico y Magíster en Ciencias Sociales Sebastián Escobar “la medida rápidamente hace mirar con desconfianza a los distintos actores que toman decisiones a nivel curricular, en el Mineduc, básicamente porque no es primera vez que está en tensión la enseñanza de la historia u otras disciplinas de las Ciencias Sociales”.

¿Cuándo pasó anteriormente?

-Ya vimos cómo en el gobierno anterior de Sebastián Piñera, cuando la cartera de educación era dirigida por Joaquín Lavín, se intentó poner a la asignatura de Historia como una de las que eventualmente podría ser eliminada o disminuida en su cantidad de horas de enseñanza. Así, lo primero que habría que cuestionarse en esta medida es el porqué se asume que efectivamente la Historia podría pasar a ser una cuestión optativa de aprender, sobre todo considerando la necesidad de una educación ciudadana, como si la historia no se preocupara de enseñar elementos propios de este eje como es la empatía.

¿A tu juicio qué te parece la medida?

-Habrá que analizar con la propuesta final cómo se está pensando esta nueva modalidad, dado que sin eso es complejo establecer juicios u opiniones, aunque sin lugar a dudas esto debería mantener en alerta a los distintos actores del mundo educativo

En el nuevo programa se ubica al ramo Educación Ciudadana en los ramos obligatorios. ¿A qué apunta esta medida?

-La Educación Ciudadana, desde mi punto de vista emerge como una necesidad central en la medida que la participación política de los jóvenes ha tendido a disminuir en lo que se ha denominado como política formal, particularmente en el ejercicio del voto. Aun así, las investigaciones dicen que los jóvenes participan y despliegan distintos procesos de politización por fuera de esta forma de entender la política. En este sentido, hay que analizar con ojo crítico la enseñanza ciudadana y hacernos preguntas sobre hacía dónde apunta y qué se espera de ella, dado que una educación ciudadana que espere concientizar el voto y la participación en distintas instancias de elección, ya sea presidencial o municipal -por poner un ejemplo- dista de una Educación ciudadana que cuestione las lógicas de poder, la democratización de los espacios y los espacios de participación real.