Columna de Francesc Morales: 6 actos homofóbicos de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica

1) En Mayo 2017 asistí a una besatón de la diversidad sexual que se realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica. El evento fue organizado por la FEUC ya que autoridades de la Universidad les negaron permiso para realizar una feria de iniciativas de género y diversidad sexual e, incluso, un grupo de estudiantes conservadores colgó un lienzo que decía “Pensar distinto no es una fobia”. La besatón fue un evento completamente pacífico pero lo más sorprendente vino minutos después. Cuando ya todos se habían ido, un grupo de profesores de la Facultad de Derecho se reunieron en el mismo lugar a rezar para purificar lo que había sucedido. Tal vez para gente heterosexual esto puede sonar ridículo o anecdótico, pero es como que alguien vaya a limpiar por donde tu pasaste. Violento. Discriminador. Fuerte.

2) Luego de entrevistar a varios alumnos de la universidad hubo un nombre que se repitió: Cristóbal Orrego, un profesor que sigue haciendo clases en la facultad. El año 2012 fue denunciado por estudiantes de la institución al referirse “contra los maricas” que participaron de un video que explicaba la Ley Antidiscriminación. A través de redes sociales, recalcó que “si a alguien no le gusta la palabra ‘marica’, que la sustituya por la que prefiera. Yo uso alguna distinta de ‘homosexual’ porque muchos homosexuales, quizás la mayoría, llevan su problema con dignidad y no salen del clóset”. El año 2014 el mismo profesor señaló que “los actos homosexuales y el estilo de vida gay constituyen pecado de lujuria, la presión del lobby consigue doblegar a las autoridades católicas”. Como mencionaba anteriormente, es importante destacar que el profesor sigue haciendo clases como si nada, es decir la Facultad de Derecho no considera que estas declaraciones sean violentas.

3) El año 2012 la Universidad Católica organizó un seminario para sanar la homosexualidad en donde estuvieron involucrados varios profesores de derecho que actualmente imparten clases. El seminario fue incluso rechazado por el rector de la universidad.

4) El año 2018 un grupo organizado denominado “Asociación de estudiantes San Alberto Hurtado” colgó un lienzo que decía “Los niños tienen derecho a un papa (xy) y una mamá (xx). Ninguna autoridad se pronunció al respecto.

5) En el año 2017, en el día internacional contra la homofobia el centro de alumnos colgó la bandera de la diversidad en la Facultad de Derecho pero después de 27 minutos después la directora de escuela la sacó, bajo el argumento de que no habíamos pedido permiso.

6) El año 2019, nuevamente para celebrar el Día Internacional contra la Homofobia, el Centro de Alumnos de Derecho de la Universidad Católica solicitó colgar las banderas de la diversidad y la bandera transgénero. La solicitud fue negada por Marisol Peña, Secretaria General de la Universidad quien consideró el acto como una provocación.

Para profundizar en este evento tan reciente entrevisté a Valentina Lillo, presidenta del centro de alumnos de Derecho de la UC.

Ante el rechazo de las autoridades para colgar las banderas ¿qué hicieron como centro de alumnos?

Realizamos una concentración en donde permitimos a la comunidad de la diversidad a expresarse, hicimos una carta formal que enviamos a las autoridades para autorizarnos a colgar las banderas pero no recibimos respuesta. Ni el rector, ni secretaría, ni nadie.

¿Hay más actos homofóbicos que no se conocen públicamente?

Yo he tenido compañeros que me han comentado que se han sentido pasados a llevar ya que abiertamente les han dicho que el matrimonio igualitario es antinatural.

¿Y los alumnos se manifiestan en contra?

Es una situación de abuso de poder en donde no pueden hacer hacer nada. Los alumnos prefieren callarse ya que los exámenes son orales y existe el temor de que el profesor se desquite en el examen. Es algo que se ha criticado mucho en la facultad: que existen estas vacas sagradas conservadoras.

¿Tú crees que cuando los alumnos deciden estudiar en la universidad se cuestionan estas cosas?

En la feria de postulantes, me tocó vivir de cerca la real implicancia que tienen los episodios de homofobia y discriminación que han salido a la luz por parte de profesores estudiantes y autoridades de la UC. Una de las principales dudas que tenían para postular a la UC era sobre el ambiente de la universidad y si es que era verdad que era homo/lesbo/transfóbica. Acá es cuando uno se da cuenta que hoy, existe una comunidad importante que por su orientación sexual o identidad de género no está pudiendo acceder a una de las mejores universidades por miedo o temor a ser discriminados y no tener un espacio seguro para poder desarrollarse, o que, por el contrario, uno de los costos que tendrán que enfrentar si quieren acceder a una de las mejores universidades es tener que aguantar y lidiar con comentarios homo/lesbo/transfóbicos en las aulas de clases. Eso hace preguntarse ¿Qué clase de universidad estamos construyendo? ¿De qué sirve liderar los rankings QS si seguimos llegando tarde a los cambios sociales?

¿Qué crees que debería hacer la universidad para alivianar esta situación?

Se debería capacitar en temas no discriminación y derechos humanos a todos los profesores y autoridades. También se debería crear una secretaría de no discriminación para que se creen políticas dentro de la universidad y para que se tenga un mecanismo rápido y eficaz para los estudiantes que sean víctimas de discriminación.

Pero esto lleva años ocurriendo y las cosas no han cambiado. ¿Crees que estos son hechos aislados o la universidad es homofóbica?

Yo creo que es un poco de los dos. Hay profesores homofóbicos y falta de educación, hay comentarios que atentan contra algunos alumnos. Hay que enseñarles que están haciendo sentir mal a alumnos y no se dan cuenta. Es importante también destacar que no todos los profesores son así, pero muchos se sienten presionados. Yo creo que el problema es que hay muchos profesores conservadores que son los que llevan la pauta de la universidad y en la Facultad de Derecho. Necesitamos que profesores nuevos y con otros pensamientos estén en cargos de poder de la universidad.