Chilenas Rebeldes: Stella Díaz

Esta singular poeta, apodada «La Colorina» por su pelo rojizo, marcó la lírica chilena en el siglo XX. Llegó a Santiago a estudiar medicina, pero no terminó la carrera. Ella quería escribir, así que se paseó por los cafés y bares de la bohemia literaria. Se abrió paso en el mundo de las letras, y para la década de 1950 ya era todo un personaje. Incluso fue parte de la Alianza de Intelectuales de Chile, que presidió Pablo Neruda, donde participaron numerosos poetas y escritores de izquierda.

Su obra estuvo influida por el surrealismo francés, y esto se reflejó en sus poemarios. En 1949 publicó Razón de mi ser, su primer libro, que explora la soledad y la muerte con imágenes potentes como las del poema «La Palabra»: Una sola será mi lucha / y mi triunfo / Encontrar la palabra escondida / aquella vez de nuestro pacto secreto /a pocos días de terminar la infancia. Su obra fue un retrato de su vida. Militó en el Partido Comunista y fue perseguida por sus convicciones, en primera instancia, por Gabriel González Videla, quien promulgó la llamada «Ley Maldita» que declaraba ilegal al PC, y luego por la dictadura. Tras el Golpe de Estado de 1973, los militares detuvieron a Stella y la torturaron cruelmente.

Stella Díaz Varín fue parte de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), donde también destacó por su personalidad fuerte. A pesar de la originalidad de su trabajo, no tuvo la misma recepción que otros poetas (hombres, claro está) de su generación. Te invito a que leas sus poemas y le hagas un homenaje póstumo.

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