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25 de Octubre de 2019

Sistema de salud contra el enfermo: el caso de Bárbara Larenas

Emilia Rothen.
Por

Hace exactamente una semana se inició un estallido social impulsado por el alza del pasaje, pero que escondía otra cosa: la necesidad de rebelarse ante la injusticia y la desigualdad promovida por un modelo económico en crisis que tiene a sus ciudadanos endeudados y trabajadores enfermos. Bárbara Larenas(41), guionista de TVN, es un ejemplo que refleja, por ejemplo, la crisis actual del Sistema de Salud y las Isapres. Vive aquejada de un cáncer gástrico grado 4 y se enfrenta ante la incertidumbre cada mes. Los rechazos de licencias médicas, citaciones ante la Compin y trámites burocráticos hacen aún más difícil su recuperación. Con más de un año de licencia, el sistema le sugiere tramitar la pensión de invalidez pero ella se niega a hacerlo.

Por Consuelo Olguín

Una ráfaga de imágenes pasó por la mente de Bárbara Larenas el día que le dijeron que tenía cáncer al estómago. De fondo, como si estuvieran a lo lejos, escuchaba al equipo médico de la Indisa diciéndole que no se preocupara, que esto lo cubría el GES, que tenía que hacer tal papeleo. Sabía que tener cáncer no era algo bueno, pero no tanto más que eso. Era el 6 de febrero de 2018. Con demasiada información para procesar, salió de la clínica y lloró. Fue un llanto corto y extraño, porque de cierta forma no lo creía y pensaba que podría revertir la situación.

Meses antes ya había presentado síntomas de que algo andaba mal: comía poco y se hinchaba mucho, así que evitó ciertos alimentos y líquidos que tuvieran gas. En dos meses bajó 10 kilos. A pesar de sus cuidados se seguía sintiendo mal y luego vino la anemia, el quedarse dormida prácticamente de manera instantánea. Incluso de a pie. Ahí pidió hora al gastroenterólogo, quien le ordenó hacerse una endoscopía. Había hora para tres meses más en el sistema privado y así se fue postergando. Hasta que un día ya no daba más y se hizo el examen. Y a los pocos días la llamaron de carácter urgente, que fuera al recinto médico de inmediato. Una vez en el lugar le dieron la noticia. 

En ese entonces, Larenas llevaba tres semanas trabajando en el equipo de guión de la teleserie de TVN Amar a morir, protagonizada por el actor Felipe Braun. La historia se trataba de un viudo, padre de tres hijas, a quien le diagnostican cáncer y le quedan pocos meses de vida. A ella la llamaron para que la historia no fuera un drama y entregara un mensaje esperanzador a la audiencia. Cuando les contó a sus compañeros que tenía cáncer, todos coincidieron en que Bárbara era la mejor fuente para contar esa historia, además de la asesoría de un oncólogo del Instituto del Cáncer con el que contaban. 

“Teníamos la posibilidad de hacer una teleserie súper real. Le cambiamos el cáncer al protagonista y le pusimos el mismo que tengo que yo. Hay diálogos en el que se le diagnostica con términos médicos que son exactamente iguales que recibí yo. Aunque a él le daban muchos meses de vida y mi realidad era distinta”, recuerda Larenas.

Jaime Morales, jefe del equipo de guionistas de Amar a morir, señala que “en otras teleseries apelas a recursos para emocionar, pero es distinto cuando estás viviéndolo en carne propia, como la Bárbara, y nosotros también lo estábamos viviendo con ella. Cada palabra era real. La emoción venía justamente de la mano de la realidad que estábamos viviendo”. En ese sentido, la historia se enfocó principalmente en abordarlo desde un ámbito emocional, que si bien es uno de los aspectos más difíciles de la enfermedad, también tiene un componente práctico y que refiere a cómo el sistema de salud trata a la persona y a la enfermedad. 

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Ha pasado un año y medio desde que a Bárbara la diagnosticaron. Al inicio el pronóstico era muy adverso: si no empezaba con las quimioterapias en ese momento, tendría una expectativa de vida de tres meses. Operar el tumor estaba totalmente descartado, dado que las células cancerígenas habían traspasado el estómago y había llegado hasta el peritoneo. Desde el GES le dijeron que lo único que se podía hacer ante ese escenario eran terapias paliativas, para que no sufriera, para que tuviera una muerte sin dolor. Totalmente desconcertada, Larenas recurrió a la Clínica Las Condes y dio con un cirujano que le explicó a través de dibujos lo que le pasaba. Le dijo la verdad, que era una situación difícil, pero que así y todo él le ofrecía atacar el cáncer. Ella aceptó. 

Desde entonces se realiza quimioterapias cada dos semanas. Durante todo este tiempo, ha podido solventar sus tratamientos gracias a un seguro médico complementario que tenía con un banco, que consistía en 5 mil UF, lo que se traduce a cerca de $138 millones. Su Isapre Nueva Masvida, con la que tiene un plan vigente desde 2013, cubre poco, por no decir nada, los gastos dado que tiene un plan preferente con la clínica Indisa. 

En marzo de este año dejó de trabajar en TVN y comenzó a tramitar licencias médicas por 30 días. En un comienzo no tuvo problemas. Es decir, el procedimiento demoró en tramitarse y por mientras la guionista vivió con sus ahorros. Pero luego de un par de meses se encontró con que la Isapre había rechazado sus licencias. “A mí lo que me llamó la atención, cuando tenía ya dos licencias rechazadas, fue que el rechazo era por diagnóstico irrecuperable. Pensé: qué es eso, me están matando”, relata. Días antes la habían citado vía carta a ver a un médico externo, para cerciorarse de la enfermedad. “Me decían que es por protocolo, por el tema de la pensión de invalidez, y yo preguntaba de qué pensión me están hablando. No entendía nada. Y después de ver a este doctor me llega esto del diagnóstico irrecuperable”. 

Desde Nueva Masvida señalan que la decisión no pasa por ellos. A través de un comunicado, explican que “la licencia médica es una herramienta terapéutica de uso transitorio, y la solicitud de invalidez o irrecuperabilidad está referida a diagnósticos específicos dictaminados exclusivamente por la Comisión Médica Regional de la Superintendencia de Pensiones, es decir, es independiente y no lo determina esta ni cualquier otra Isapre, siendo, además, un beneficio al que todo trabajador puede acceder, pues corresponde a un descuento mensual legal. Por esto, no nos corresponde referirnos a dicha resolución, sino solo acatarla”.

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La ley establece que la licencia médica es un derecho de todo trabajador para ausentarse a su trabajo debido a una enfermedad. Sin embargo, dicha enfermedad debe ser transitoria y el objetivo de la licencia es que la persona haga un reposo total o parcial, por un lapso determinado, recupere su salud y se reintegre a su labor. 

Según cifras recogidas por la Superintendencia de Salud en 2018, las seis Isapres abiertas -existen otras seis que son cerradas- tramitaron 1.606.524 licencias médicas, de las cuales 258.571 fueron rechazadas, lo que corresponde al 16,1% del total. Nueva Masvida fue la aseguradora privada que más licencias rechazó siendo un 22%, seguida de Banmédica, con un 19% y Vida Tres, con un 17%. Cruz Blanca, Consalud y Colmena siguieron en el orden. En dicho reporte, se indica que la principal causa para denegar dicho beneficio fue “reposo injustificado”, seguido de “otros”, “fuera de plazo” y finalmente “diagnóstico irrecuperable”. En esa última categoría entra Bárbara Larenas según el sistema de salud. 

El que la enfermedad sea recuperable o no, es diagnosticado por un médico y se analiza caso a caso. Si se trata de un diagnóstico irrecuperable, entonces se le sugiere al paciente tramitar la pensión de invalidez, la cual se solicita a las AFP. El director del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Chile, Luis Lizama, explica que “lo que está diciendo la Isapre es que ya no tiene cobertura en la Isapre y por tanto tiene que cambiarse de régimen. De todos modos, se puede reclamar a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) -entidad que depende del Ministerio de Salud- y, como última instancia, a la Subsecretaría de Seguridad Social (Suceso). Hay instancias de reclamo que permiten que la decisión que adopta la Isapre pueda ser revisada”. 

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A sus 41 años Bárbara Larenas, quien es madre de tres hijos, se niega a tramitar la pensión de invalidez. “Sugieren, como llevo tantos meses así, que yo me jubile. Pero yo les digo que eso está absolutamente alejado de mi realidad, porque no estoy inválida y no voy pedir la pensión porque a mi edad con suerte voy a sacar 250 lucas. No voy a sacar más que eso”, indica y enfatiza que ella no está invalidada para trabajar.

Luz Croxatto, presidenta de Chileguionistas A.G. manifiesta el complejo escenario que enfrentan sus colegas. “Somos trabajadores independientes, sin continuidad que vivimos en permanente inseguridad. Pero probablemente este es el momento más duro para nuestro oficio, por la crisis de la tv. Más del 90% de los guionistas inscritos en el gremio están cesantes y con muy pocas perspectivas de que eso cambie en un futuro cercano. Todos admiramos la fortaleza de Bárbara y nos sentimos muy impotentes”, dice. 

A través de la licencia médica, Larenas recibe un monto mensual de $900 mil, plata con la que paga el arriendo, comida, remedios, algunas terapias. Varias de ellas no sabe cómo costearlas, dado que su seguro complementario llegó al tope y ya acumula $15 millones en deudas por sus tratamientos. Incluso, para obtener más dinero para su salud, ha hecho eventos de stand up comedy, venta de garaje y otros. Jaime Morales, comenta que pese a las dificultades que enfrenta el gremio, los guionistas han hecho aportes para ayudar a Larenas. “En estos tiempos que la tele está en crisis, es súper duro estar sin pega y con estos gastos”, manifiesta.

Entre las quimioterapias y terapias alternativas, la guionista debe asumir una serie de trámites que la dejan confusa. Cada día revisa la aplicación de su Isapre en su celular, para ver en qué estado se encuentra su licencia. La última vez que la vio, la causa del rechazo ya no era por diagnóstico irrecuperable, si no que por “otros” motivos. En las observaciones decía: “patología no transitoria avalada por peritaje, debe acreditar estado de trámite de calificación de invalidez solicitado por la Isapre. Reposo extenso de 480 días en total”. Para la licencia de octubre, le dijeron, tiene que ir sí o sí a presentar los antecedentes a Compin, apelar y luego se verá qué se hace. “El sistema es un desastre, nos mata más que la enfermedad”, asegura. 

Desde Nueva Masvida indican que tramitar la pensión de invalidez “no es impedimento para que la afiliada pueda trabajar, la única implicancia es que no procederán las licencias médicas, sino que la invalidez en caso de irrecuperabilidad”.

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Bárbara Larenas dice que no ha sentido la necesidad de pedir asesoría legal sobre el tema. Pero sí ha solicitado consejo de la senadora Carolina Goic (DC). En 2012, la parlamentaria fue diagnosticada de cáncer linfático, enfermedad que superó luego de intensos tratamientos. A raíz de su experiencia, Goic es la cara visible de la Ley Nacional del Cáncer, iniciativa que pretende ampliar la cobertura que dan los centros de salud a esta enfermedad. El proyecto se encuentra en terreno incierto, debido a la falta de financiamiento por parte del Estado y al escaso apoyo del oficialismo.

Respecto al caso de la guionista, la senadora denuncia que “todo el sistema está en contra de la persona que está enferma. No puede ser que una persona que está con tratamiento de cáncer además tenga que estar haciendo tramites y preocupado sistemáticamente porque le rechazan la licencia médica. No podemos seguir permitiendo un sistema que es insensible y que no está del lado del paciente”.

Para Goic, la pregunta de fondo es cómo viven los enfermos de cáncer. Si bien la ley no analiza el ámbito del diagnóstico irrecuperable y la transición a la pensión de invalidez, sí pone el acento en crear la figura del gestor. Es decir, una persona que acompañe al paciente durante su tratamiento y pueda hacer trámites a su nombre en el ámbito de la salud. 

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Octubre ha sido un mes incierto para la guionista. Con el rechazo de su última licencia, sumado a la insistente sugerencia para que tramite la pensión de invalidez, siente rabia. “Al final te la sacan por cansancio, porque uno está en otra, no estás pendiente de la Isapre Yo no debería estar preocupada de las platas, tengo que estar preocupada de mi salud, recostada, reposando, no preocupada de juntar papeles”, señala. 

Bárbara Larenas ha seguido por los medios y redes sociales el desarrollo de las movilizaciones sociales que se han realizado en distintos puntos del país. Si estuviera bien, dice, estaría en la calle golpeando su cacerola. “Encuentro muy violento lo que está pasando en el país, como las respuestas que te dan en el sistema de salud. Es súper injusto. Me parece bien que esté saliendo la gente a la calle”, señala. A raíz de las incesantes protestas, el presidente Sebastián Piñera dio a conocer una agenda social que fue calificada de improvisada por la ciudadanía. “Falta que empiecen a dar soluciones reales, que no sean parches, porque después, cuando se analiza la ley, ves que pueden cambiar un montón de cosas. Hay que revisar bien las propuestas”, reflexiona. 

El último examen que se hizo arrojó que las células cancerígenas no se han expandido más. Y el anterior a ese, que se había logrado reducir un porcentaje. Y si bien continúa en una etapa delicada, Bárbara Larenas tiene esperanza de que puede mejorar. De hecho, cuando empezó todo, los médicos le dijeron que le quedaban seis meses de vida, y que con las terapias paliativas podía aumentar a 10. Ninguno de esos pronósticos se cumplió. “Me convencí que iba a salir de esta y que iba a ser un ejemplo. Yo soy creyente del milagro. Siempre he pensado que me voy a sanar no por las quimios, sino por terapias complementarias”, dice. El final de la teleserie tuvo un poco de ese milagro: el cáncer del protagonista se redujo a tal nivel que quedó encapsulado en el estómago, hecho que daba pie para ser operado. En ese sentido, retrataba el deseo de Bárbara Larenas: tener un final que fuera luminoso, tanto en la ficción como en la realidad. 

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