Organizaciones de 60 países emiten declaración que repudia violencia política y violación de DDHH en Chile

El pasado 23 de octubre se lanzó una declaración vía redes sociales en diversos idiomas, entre los cuales se encuentra el Mapudungún, para que personas y organizaciones la firmaran a través de una petición en línea en favor de las manifestaciones ocurridas en Chile, esta semana.

Esta acción se dio en el contexto de las jornadas globales de apoyo que convergieron en la “Marcha más grande de Chile” el pasado viernes 26 de octubre, que contó con la participación de más de un millón de personas, en donde se expresó el rechazo a la violencia decretada por el gobierno y su “declaración de guerra”.

De esta forma, personas e instituciones de más de 60 países y territorios reunieron 5.525 firmas en apenas 72 horas. En las firmas se destaca la adhesión de intelectuales y defensores de Derechos Humanos como Eduardo Jozami, Judith Butler, Toni Negri, Etiene Balivar, Silvia Federici, Susan Buckmorss, Horacio González y Dora Barrancos entre otros. 

El documento también contó con la firma de agrupaciones feministas como “NiUnaMenos Argentina” y organismos internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional.

Las firmas cuentan con una diversidad del mundo político global y representa “un respaldo a la valiente lucha del pueblo chileno”. “Es un mensaje de preocupación ante la vida porque en estos momentos Carabineros de Chile y las Fuerzas Armadas está torturando, aplicando la violencia política y sexual, desapareciendo y asesinando a distintas personas a nivel nacional”, indica la declaración.

El comunicado enfatiza los impactos de la violencia de Estado en “una población cansada de sufrir el agobio salvaje del modelo neoliberal que desmanteló los derechos sociales”. También expresa que si bien lo que gatilla la revuelta es el llamado de estudiantes secundarios a evadir el pago del pasaje del metro debido a su alza, “esta es una ola de protestas que cuestiona el modelo económico y político”.

También se rechaza enérgicamente la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y del Estado de Excepción; y ante el “cerco mediático” existente en el país, hace un “urgente llamado a los medios de comunicación internacionales, así como a los organismos internacionales de Derechos Humanos para que se hagan presentes en Chile“.

Después de los sucesos de Ecuador, apenas un par de semanas antes, la declaración “es una muestra del dinamismo y la intensidad de la solidaridad internacional con estos procesos”. La siguiente gráfica expresa la participación por país en la firma de esta declaración:

La declaración termina afirmando que “ningún diálogo social ni político es posible con los militares en las calles. En este sentido suscribe el clamor popular que exige la renuncia del Presidente Piñera y celebra el llamado a una Asamblea Constituyente que varios sectores han hecho“.