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Actualidad

19 de Diciembre de 2019

El convulsionado fin de año de los estudiantes y algunas proyecciones para 2020

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Uno de los temas que ha salido a la palestra tras el estallido social del 18 de octubre es el rol protagónico de los estudiantes, en el que dieron el puntapié inicial a un movimiento que quedará grabado en la historia del país. Si bien durante las primeras dos semanas se mimetizaron con la gran masa de chilenos que salieron a marchar por sus derechos, luego tuvieron un rol mucho más activo.

“Fueron semanas de concientización, de expulsión de rabia, de ganas de cambiarlo todo” cuenta Valentina Miranda, vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), quien fue protagonista en octubre de un video divulgado por redes sociales donde es detenida violentamente por Carabineros, proceso que está en manos de la justicia.

Según la vocera, hubo distintos tipos de manifestaciones por parte de los estudiantes secundarios: fugas masivas, asambleas internas y alrededor de 3000 tomas por todo Chile. “Hicimos el paro de lápices, el boicoteo al Simce y no solamente por el acontecer nacional, sino también por infraestructura y temas internos de los establecimientos educacionales”.

Otra organización que ha sido protagonista de este estallido, al igual que como ocurrió en movimientos anteriores fue la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), quienes luego del 18 de octubre hicieron el llamado a un “tomazo”, acción que tenía que ver con que los espacios educativos se pudieran ocupar para estar abiertos a la comunidad para acopio, resguardo, etc. La Asamblea identificó 10 demandas urgentes, entre las que figuran la derogación de la Ley Aula Segura; el aborto libre, seguro y gratuito y el derecho a vivienda, salud, transporte, entre otras.

Ayelén Salgado, vocera de la ACES, se refirió al futuro de la movilización, declarando que “como estudiantes secundarios nosotros/as hicimos un plan de lucha. Entendemos que no es una lucha en solitario, es con el pueblo. Nuestra única garantía es seguir en la calles ejerciendo presión y exigiendo nuestras demandas”.

Luego del 18/O, estudiantes de diferentes universidades del país comenzaron a reunirse, a pesar de algunos factores en contra, como el establecimiento del toque de queda y la decisión que tomaron autoridades universitarias de cancelar clases y cerrar espacios para que los alumnos pudieran realizar asambleas. Sin embargo, estas reuniones de carrera, generales y multiestamentales se dieron en espacios alejados de la comunidad universitaria.

“Hoy en día tenemos una movilización diferente a la de otros años, donde el contexto social no nos da garantías para volver a la ‘normalidad’ en la que vivíamos y las y los estudiantes son conscientes de aquello”, dice Joaquín Cárdenas, vocero de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH). Por lo mismo, se han desplegado en las calles uniéndose a otros movimientos sociales para luchar en conjunto y denunciar las violaciones de derechos humanos que han afectado a muchas personas durante estas movilizaciones.

“Desde el gobierno han tratado de seguir los procedimientos bajo ‘normalidad’ a pesar del contexto” señala el vocero de la Fech, que reconoce que “quienes han presentado una mayor flexibilidad han sido las universidades”. Respecto al rol del Mineduc y la ministra Cubillos, Cárdenas es crítico al señalar que “van a tener que asumir responsabilidades sobre el cierre de semestre y la nueva generación que ingresará”.

La representante de la mesa interina de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), Carolina Cataldo, enumeró las peticiones que sustentan la movilización de su universidad, que desde el 2 de diciembre está paralizada: “Se han hablado respecto a garantías académicas luego del estallido y se han solicitado horarios protegidos para les funcionaries, para que puedan participar y discutir dentro de la asamblea pluri estamental”.

Los y las estudiantes consiguieron que La Brigada USACH (conformada principalmente por estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas) recibiera un importante aporte monetario de parte de la universidad, para sustentar gastos en insumos médicos y equipamiento, pero la más grande e inesperada ganancia fue el comienzo del fin del subcontrato. “En sí, el próximo año se viene duro. En abril sería el plebiscito, por lo cual creemos que existirá sí o sí una nueva movilización y con mucho mejor fundamento que la actual” avisora Cataldo.

En el caso de la Universidad Alberto Hurtado, se ha mantenido paralizada completamente y los estudiantes decidieron tomar la facultad que agrupa a Educación y Comercial. La representante estudiantil vigente en el estallido social, Camila Riquelme, comentó a The Clinic que las peticiones de la movilización “Radicaron en lo nacional, se solicitó punto de seguridad para las/los estudiantes y eso ha cultivado una serie de encuentros para todos los actores de la Universidad, mesas de discusiones, etc. Pero lo importante fue que el objetivo de las y los estudiantes este año fue poner a disposición del estallido social todas nuestras habilidades. Para eso fue la toma”.

En el caso particular de la Universidad de Chile, según Luna Alarcón Merino, representante de la carrera de Ingeniería Eléctrica en la movilización y coordinadora del Cordón República (que agrupa a estudiantes secundarios y de educación superior del sector poniente de Santiago), se ha generado desconfianza, desapego y también una desilusión por parte del estudiantado hacia la Federación como ente organizativo, lo que no les habría permitido movilizarse masivamente. Ella cuenta que el mayor problema que han tenido es desorganización interna, sin embargo, se unieron a la paralización completa de la institución.

Con respecto a las autoridades, Luna Alarcón Merino, dijo que no se pusieron a disposición de la movilización y fueron un mero actor mediático de la política nacional. “Queda un camino claro de lucha y organización que como estudiantes no podemos dejar pasar, este proceso y esta revuelta nos ha vuelto a dar el impulso para poder luchar con más fuerzas por la dignidad que tanto nos han quitado” agrega la dirigenta.

REGIONES

En regiones la situación es similar a la de Santiago, la Universidad de Concepción comenzó a movilizarse a través de las distintas carreras, llegando a tener un 70% de las carreras paradas, 55 del total de 71. Patricia Mancilla, Presidenta interina de la Federación, cuenta que no tuvieron peticiones internas, ya que toda la movilización estaba sustentada en demandas nacionales, enfocando las discusiones tanto en la Asamblea Constituyente como también en la recuperación de los derechos sociales y la represión que se vivía en Concepción. “Para el futuro proyectamos seguir impulsando la organización, el trabajo por carrera y así poder posicionar demandas estudiantiles, tanto en la interna como en la externa y levantar una movilización grande de nuevo, por lo que estos dos meses, enero y febrero, estaremos enfocadas/os en levantar y concientizar demandas” sostiene.

Más al sur, en la Universidad de la Frontera (UFRO), a partir del lunes 21 de octubre se realizaron asambleas en las 45 carreras de la universidad, en el Campus Temuco, donde se plegaron al movimiento tanto en las convocatorias comunales como en los barrios. Hoy continúan en la paralización y el Consejo de Presidentes es quien toma la dirección ante la inexistencia de una Federación de Estudiantes establecida.

Este ente ha articulado el trabajo tanto estudiantil, como triestamental y como cuerpo estudiantil con la Mesa Triestamental de Apoyo y Orientación UFRO, Asamblea Popular Plurinacional Temuko, la Brigada de Primeros Auxilios Cruz Negra, la Articulación Las Violetas, Pikete Jurídico Wallmapu, Observadores Ciudadanos de Derechos Humanos, entre otros.

“Al entender que la movilización no es de carácter estudiantil no se ha llevado a cabo un petitorio interno, sino que nos hemos articulado a las demandas comunales y nacionales pero sí, de parte del cuerpo funcionario, han sido quienes a partir de la Asamblea Triestamental han impulsado demandas que continúan en proceso de negociación con las autoridades universitarias”, explicó Francisca Vilches, vocera de la carrera de Historia, Geografía y Educación Cívica y representante estudiantil en varias instancias de la UFRO.

Entre los problemas que han tenido, cuenta, están la violencia policial y la represión hacia la Facultad de Medicina “donde se sitia día a día a brigadistas a través del ataque desde el exterior e ingresando de forma ilegal para realizar detenciones. También han lanzado gas y agua llegando inclusive a las zonas de atención de primeros auxilios”, dijo Vilches.

La Universidad Católica del Norte, sede Antofagasta, también fue parte de la movilización estudiantil post 18 de octubre. Se reunieron y formaron comisiones de trabajo, de primeros auxilios, de difusión, etc. Al igual que en otras entidades, desde el estudiantado entienden que la coyuntura es por demandas nacionales y no por una lucha de estudiantes, así que entre sus peticiones incluyen responsabilidades políticas por violación a los Derechos Humanos, garantías por una nueva constitución, y que se resuelvan los grandes temas como salud, pensiones, vivienda y educación.

Lukas Denis-lay, presidente interino de la Federación, se refiere al actual escenario que viven: “las últimas dos semanas han sido de cierre de semestre y eso nos ha paralizado. Estamos viendo la alternativa de llegar a un buen puerto en la u”.

CORDONES UNIVERSITARIOS EN SANTIAGO

Luego que las universidades ya tuvieran sus espacios de movilización activos, comenzaron a organizarse entre ellas, siendo el Cordón República es un ejemplo de esto. Es una agrupación de centros educacionales que habitan el mismo sector en el barrio universitario de la comuna de Santiago y se organizan para distintas actividades. De este cordón son parte la Universidad Diego Portales, Andrés Bello, DuocUC, U. de las Américas, IP Chile y Beauchef (U. de Chile). También hay un Cordón Los Héroes, un Cordón Alameda y el Cordón Toesca, siendo estos algunos ejemplos de los que se han organizado a lo largo del país.

Luna Alarcón Merino, coordinadora del Cordón República, comenta que han tenido varios problemas porque cada universidad ha tenido su petitorio interno y sus luchas propias, especialmente las universidades privadas que se están movilizando por diferentes motivos particulares. Pero señala que cada día van avanzando más en su orgánica.

En el IP Chile, que también parte de este Cordón, el dirigente Pablo Valladares Toro, representante de Trabajo Social del vespertino de la Asamblea Autoconvocada, se refirió a los porqué del inicio de la movilización.

“ Brenda, alumna del IPChile, fue detenida y estuvo privada de libertad en Quillota alrededor de 10 días. Ella en la actualidad se encuentra con arresto domiciliario sin tener ninguna causa más que participar de una movilización en los esos días más álgidos. Por estas situaciones, más muchas quejas que nunca fueron escuchadas por la institución, como por ejemplo, las denuncias de acoso, estamos movilizados”.

También han tenido complejas relaciones con la dirección del establecimiento, comenta Valladares, quien sostiene que “ellos dicen que siempre han estado abiertos al diálogo, pero eso no se refleja en sus acciones donde, por ejemplo, hace unos días ingresaron carabineros al instituto, destruyendo, robando pertenencias y golpeando a nuestras compañeras sin justificación ni orden alguna”.

DESGASTE DE LA MOVILIZACIÓN Y MIRADAS PUESTAS EN MARZO

Los estudiantes, que ya habían sido protagonistas en movilizaciones del 2006, el 2011, el 2016 y el 2018, se han encargado de activar a todo su entorno.

El cansancio de fin de año es inevitable señalan algunos, mientras que los estudiantes secundarios ya cerraron el año y salieron de vacaciones.

En palabras de la vocera Valentina Miranda: “Entendemos que lo mejor es deponer la movilización por estos dos meses y recargar energías pa’ marzo, yo creo que todos y todas saben que en marzo esto vuelve a explotar con una movilización bien articulada y horizontal. Hay que seguir aprendiendo y crear autocuidado. Esperamos proyectar una movimiento mucho más grande”.

En el ámbito universitario, en general están en proceso de cierre de semestre, con negociaciones en cada establecimiento. Lukas Denis-lay es claro al referirse a marzo, señalando que “el verdadero desafío está en marzo y abril, porque se viene el plebiscito y los ánimos de paralizar, yo creo, que van a continuar. Los desafíos son organizarse, ayudar, informar y hacer educación cívica”.

Para el vocero de la CONFECH, Joaquín Cárdenas, esto no termina aquí. “Las y los estudiantes de Chile seguiremos en las calles hasta que la dignidad se haga costumbre y tengamos una asamblea constituyente paritaria, plurinacional y en donde personas independientes puedan ser parte de estas, porque esta constitución debe ser por y para los pueblos de Chile”.

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