Proteja su salud mental: Siete errores que usted no puede cometer en cuarentena

1-. Los niños y niñas hace poco habían iniciado el año escolar y eso hace que haya ansias por el tema educativo. La recomendación es generar una estructura en la casa, definir un espacio dentro del hogar y ver con ellos actividades que puedan ayudarlos a disminuir su angustia. Pero esto NO significa transformar la casa en el colegio.  En este tiempo, recordar que el tema educacional es secundario a la salud mental de niños y niñas. Hoy es un momento de flexibilizarse y anteponer el cuidado. El tema educacional debe ser visto como una medida que prevenga las repercusiones que puede tener estar en la casa, jamás para llenarlos de guías o tareas. No es momento de poner el centro en lo académico, sino en su bienestar.

2-. Mientras estemos en cuarentena, un error frecuente es creer que debemos estar en todo momento juntos. Una cosa es que tengamos que estar resguardados para evitar el contagio, otra cosa es pensar que tenemos que estar 10 o 12 horas unos encima de otros. Nadie resiste tanta compañía, deben haber espacios personales, donde se hagan cosas al propio ritmo y a gusto, para poder tolerarnos.

3-. Un mal concepto es creer que este es “tiempo libre” para hacer cosas que no he podido hacer antes. Temas pendientes, trámites o incluso las temidas tesis. Este es un periodo donde es más difícil ser productivo y se requiere que podamos ser más flexibles y compasivos con nosotros mismos. Si le costaba concentrarse para hacer la tesis antes de la pandemia, no crea que durante ella será más fácil. Póngase metas accesibles y no sienta que está perdiendo el tiempo, porque hoy es importante ir un día a la vez dependiendo de lo que ocurra.

4-. Como las noticias son duras, hablan de muertes y enfermos, es habitual que si usted está nervioso, o se siente mal, alguien más le diga, o usted mismo se castigue diciendo: “yo no tengo razón para sentirme mal, yo puedo ser más fuerte, a mí no me pasa nada”. Está muy bien ver las cosas en perspectiva, pero también es necesario poder mirarnos, compartir nuestros sentimientos, las dudas, miedos o aprensiones que tenemos, porque son legítimas y es parte de la realidad que vivimos. Hay que acoger lo que sentimos y ver qué hacemos con ello.

5-. Usted puede creer que como la información avanza tan rápido y de manera tan vertiginosa es necesario estar informado en todo minuto. Por ello gran parte del día este mirando redes sociales, leyendo el diario, escuchando la radio o mirando las noticias, pero la información se repite una y otra vez, y esta solo contribuye a generar más angustia. Por ello, debe limitar los tiempos de conexión y consumo de información. Alternarlos con música, películas, libros o conciertos. Hoy hay una serie de lugares que han liberado material cultural de primer nivel.

6-. Tal vez usted es de aquellas personas, que prefiere pasar todo solo y en estos días ha preferido no llamar a nadie. “Yo no molesto a nadie y nadie me molesta a mí”, y por lo mismo, tiende a aislarse. Esta tampoco es la forma más sana de poder enfrentar el problema. Las emociones necesitan ser compartidas, porque estas son contagiosas, así cuando compartimos una pena o una angustia esta se divide, y cuando alguien nos comparte una alegría esta se multiplica. Una buena estrategia es durante estos días llamar a alguien que le haga bien y compartir una anécdota o algo que los una.

7-. Por último, este periodo puede volvernos irritables y puede que busquemos un responsable para dar forma a nuestra rabia. Este no es el momento para confrontar sino para colaborar. Todos los países que han respondido de mejor maneras a la crisis, lo han hecho desde la solidaridad, de volver a verse como comunidad y, sobre todo, de poder contenerse en conjunto. Esta es una oportunidad para volver a valorar la importancia de vivir juntos antes que cualquier personalismo.