Alejandra Matus y proyecto de obituarios pandémicos: “son miles de personas que murieron y que están pasando desapercibidas”
La periodista sorprendió con iniciativa en sus redes sociales que busca contar las historias personales de los fallecidos a raíz del covid-19.
Por Valentina Collao LópezCompartir
Al inicio de esta semana, la periodista y exeditora de este pasquín, Alejandra Matus, publicó en su cuenta de Twitter y en su web Jaquematus, una sensible invitación a sus seguidores. La idea es que compartieran las historias de aquellas personas cercanas fallecidas a raíz del covid-19, como una especie de ritual de despedida, donde las palabras pudieran ayudar a cerrar un ciclo doloroso que implicó dificultades para tratar su enfermedad y sepultarlos.
La reportera, que tuvo una labor preponderante en la primera etapa de la pandemia a través de denuncias en sus hilos de Twitter, dejó a disposición un correo electrónico para que los interesados le enviaran obituarios de personas que completan la fatídica cifra oficial de 17.294 fallecidos producto del virus.
Sobre cuáles fueron las motivaciones para iniciar este proyecto, Matus es clara, pues reconoce que una de sus obsesiones personales es el tema de los obituarios, ya que para ella, son una de las formas donde más se refleja la desigualdad en Chile. “Los obituarios en los diarios se reservan para lo que se considera personajes públicos o que han generado un impacto público donde obviamente hay un sesgo de clase también. Hay más obituarios para ciertos barrios que para otros”, reflexiona.
En ese sentido, cree que muchas veces la valoración colectiva que hacemos de la vida tiene que ver con esa última historia que se escribe a la hora de la muerte.
“Si no tienes plata para pagar un inserto, son vidas que pasan desapercibidas para el resto. Actualmente, son miles de personas que murieron, que abultan un número y que están pasando desapercibidas. Tanto porque la pandemia ha afectado con mayor fuerza a los sectores más precarizados y las medidas sanitarias impiden participar de los funerales o participar del duelo colectivamente”, plantea. Es por eso que propone sacar esa verdad y dolor y vivir ese rito colectivo que implica el duelo al ponerle rostro, nombre e historia a esas personas.
Con fines didácticos, para explicar en qué consiste la escritura de un obituario, pero también como una forma de exponer su dolor, Matus incluyó en la convocatoria las palabras que dedicó a su amigo, el histórico subdirector de la Revista Solidaridad Rodrigo de Arteagabeitia que falleció en junio producto del covid-19. “Rodrigo no sólo era una fuente, era un mentor. Rodrigo me educó. Me hizo pensar, argumentar, dudar”, escribió.
¿Por qué alojar este contenido en tu sitio personal?
-Porque es el lugar que tengo, pero también porque es una invitación que va más allá de lo periodístico, es una invitación humana, personal. No estoy haciendo un reportaje o investigación con esto, estoy generando un espacio donde estas historias olvidadas existan.
¿Qué buscabas al exponer tu pérdida?
-Esperaba ser una invitación cercana, de tú a tú, no de alguien que no ha sufrido una pérdida para que el otro se exponga y mantenerme protegida por mi propia inmunidad al dolor, sino para decir, de alguna manera, que esta pandemia nos afecta a todos. Por otro lado, un obituario es una palabra extraña para la gente, ¿qué es? Buscaba dejarlo como una referencia, para que cada persona lo escriba como quiera, pero también para acercar ese conocimiento.
Tras la publicación de ese primer llamado, cientos de personas le escribieron para agradecer la iniciativa y compartir historias sobre sus fallecidos durante los últimos meses. Es por ello que la periodista puso a disposición Jaquematus, el sitio web donde, según dice, da espacio a sus obsesiones personales y donde agrupa el contenido que realiza.
“No espero recolectar todos los obituarios pero sí los suficientes para que en el fondo se cierre el ciclo y se lleve a cabo el rito social y colectivo de ver quienes son y cómo fue su muerte”, expresa.