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18 de Enero de 2022Diego García, jugador de Deportes Copiapó previo al partido de promoción: “Para nadie es grato lo que nos hicieron, sentimos que nos basurearon”
Diego García conversó con The Clinic sobre el fallo que determinó que el rival de Copiapó sea Huachipato. El jugador también se refirió al ambiente en el camarín luego de un mes de incertidumbre y saca pecho frente a su oponente: "Ellos tienen la presión. Ya perdieron una oportunidad de ser de primera y ahora pueden perder otra".
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Antes de que Diego García (25) -hoy central de Deportes Copiapó- cumpliera los 10 años, se quebró el dedo gordo de su pie derecho. Desde ahí comenzó a practicar rebotando una pelota en una de las paredes de su casa con el pie izquierdo. No quería perderse los partidos con su club de barrio, el Independiente de Chañaral (región de Atacama), por lo que usar su pierna mala era la única opción de no perder su puesto de titular.
El entrenamiento tuvo sus resultados, Diego no perdió la titularidad en el equipo inferior del club amateur. Con ello, además, sumó una nueva cualidad a su juego: poder pegarle con las dos piernas, un atributo que le permitió desarrollarse como central por izquierda.
La zurda poco a poco pasó su pierna más hábil, una evolución en su juego que resaltó cuando fue reclutado como cadete en Huachipato, el club de Talcahuano donde hizo su primer paso por inferiores y donde llegó a vivir solo a sus catorce años y a más 1.300 kilómetros de su hogar y su familia en Chañaral.
La ida de su hogar trajo sus frutos. Diego García culminó su proceso formativo en Club Deportes Antofagasta, donde sus buenas actuaciones llamaron la atención de la Universidad de Chile, donde debutó a los 17 años. De ahí tuvo un largo recorrido por distintos equipos entre ellos Barnechea, Curicó Unido y Deportes Copiapó, lugar donde se afianzó como titular, resultando clave en la buena campaña del club que le valió jugar la liguilla por el ascenso, luego de derrotar a Deportes Puerto Montt y a Temuco, con Marcelo Salas mirando el partido desde el palco.
Aquel hito, uno de los más importantes en su carrera, significó una felicidad inmensa. No solo para él y sus compañeros, sino para una ciudad entera que se movilizó con la opción de ser parte por primera vez de la división de honor en el fútbol chileno. Y que no ve a un equipo propio en primera desde 1996, cuando el extinto Regional Atacama, disputó el campeonato nacional por última vez. Diego aún no había nacido.
“Cuando le ganamos a Temuco se empezó a notar en la ciudad que la gente estaba super motivada y feliz con el equipo. Era algo histórico, el club nunca ha estado en la primera división. Con ese triunfo ellos vieron que estábamos a punto, se emocionaron. Es difícil encontrarse con un plantel y pelear y ganar en estas circunstancias. Ese triunfo además nos dejó con una adrenalina alta para el partido que teníamos que jugar con Curicó. Veníamos como leones”, recuerda García.
La pachorra por el triunfo, sin embargo, decayó drásticamente, ya que El León de Atacama debía jugarse su opción de ascender a la Primera División ante Curicó Unido. Un escenario que cambió tras la denuncia de 10 clubes en contra de Deportes Melipilla, la que le valió una resta de 6 puntos y el descenso automático a lo Potros.
La resolución, tardo más de un mes en llegar, no solo salvó a Curicó sino que también a Huachipato, que pasará a jugar la promoción este sábado 22 de enero frente con Copiapó. En un partido con una dilación que en el norte consideran injusta.
Para Copiapó el dictamen fue una bofetada, no solo por las semanas de incertidumbre por no tener rival, sino que también por la salida del club de algunos jugadores que terminaron contrato y por la renuncia de Erwin Durán, el técnico que los llevó a aquella instancia y que renunció advirtiendo motivos personales y emocionales “por el atraso, suspensión y la incertidumbre por el duelo que definirá el último ascenso a la División de Honor”.
García reconoce que el panorama no es el ideal, pero también advierte que la rabia puede ser un buen motor para conseguir el triunfo. Asegura que durante esta última semana de entrenamiento han intentado despertar al “león” que apareció ante Temuco. Esa idea, parece repetirse entre los hinchas, quienes a lo largo de este proceso llegaron a organizar manifestaciones en la ciudad en apoyo al club.
-¿Crees que se pueda retomar esa fuerza?
-Después de ganarle a Temuco sabíamos que al rival que nos pusieran en frente le íbamos a jugar y le íbamos a ganar, porque veníamos con un envión no solo futbolístico, sino que físico y de cabeza. Pero claro, con esto de que te paren, de que te digan que jugarás con otro rival, de que no sepas con quien vas a jugar, eso ya te quita un poco esa adrenalina, pero ahora la estamos retomando y el grupo se ve con esa hambre de nuevo.
-¿Cómo vive el plantel esto días previos al partido por el ascenso?
-Hoy tratamos de tirarnos para arriba entre los compañeros, es una circunstancia importante la que estamos disputando. Por más que estuviera parado por tanto tiempo no podemos hacernos los locos y decir “ya juguemos si es solo un partido”, eso no. Este es un partido que va a definir un ascenso y eso no se da siempre. Nosotros aún tenemos la oportunidad y la vamos a pelear para conseguirlo.
-¿El orgullo sirve en esta instancia?
-Todo lo que pasó en el proceso también nos da fuerza. La rabia es un plus más, para nadie es grato lo que nos hicieron a nosotros, sentimos que nos basurearon. Hay algunos que les va a incentivar más que otro el orgullo, a algunos los va a inflar más que a otros.
–El plantel sacó algunas declaraciones en medio de la resoluci´on por el caso de Melipilla ¿Esas acciones son parte de la unidad del equipo?
-Las declaraciones que hemos sacado demuestran lo unido que estamos. Siempre tenemos reuniones como plantel, como grupo de jugadores. En el camarín conversamos todos y tratamos de exponer nuestra molestia e inquietudes. Con esto nosotros nos sentimos los principales perjudicados, entonces tratamos de exponer todas esas molestias, pero como grupo. Es el plantel en general el que está disconforme.
–¿La cartas la armaron entre todos?
-Cada uno va aportando ideas y los puntos que queremos tocar. Esto lo redacta un compañero, no te puedo decir quien, pero eso recoge las ideas, los puntos de vista y las inquietudes de todos. Ya cuando está redactado lo envían al grupo y si están todos de acuerdo se sube a redes sociales. En mi carrera nunca me había tocado algo así, de hacer comunicados.
-¿Cómo vivió el plantel la salida del técnico?
-La salida de nuestro técnico fue sorpresiva porque a nosotros nos habían dado unos días libres cuando volvimos, al día siguiente, el entrenador y su cuerpo técnico nos comunicaron que ellos no iban a seguir por un tema familiar, pero ya está. Nos pilló de sorpresa, él estaba igual que nosotros, no sabía que iba a pasar, no se podía programar. Fue penoso, pero igual es entendible, él tiene que velar por él y por su familia. El fútbol por más lindo que sea es trabajo y uno trabaja para darle sustento a su familia.
–Tus inferiores las hiciste en Huachipato. ¿Hay sentimientos encontrados por el partido?
-No me inquieta tanto volver a Talcahuano, no tengo sentimientos encontrados. Con Huachipato ya ha pasado mucho tiempo desde que jugué, casi 10 años. Ahora queremos ir para allá y a conseguir el ascenso.
–Tú eres de Chañaral ¿Cómo se vive en la región de Atacama la situación con el club?
-En Chañaral, pese a todo, mi familia está contenta. Y no solo mi familia, muchos me han hablado por redes sociales y me dan el apoyo a mí y al equipo. La gente en Chañaral se siente identificada con Copiapó. El equipo no es solo gente de Copiapó es de todo Atacama, entonces me habla gente de Chañaral, de Caldera, de Vallenar. La gente se siente identificada con el club, me dicen que hay que seguir así, tratan de incentivarnos a ir a primera división.
-Incluso hubo una marcha en Copiapó ¿Cómo se vivió eso en el plantel?
-Cuando fue la marcha yo estaba en Chañaral. Entonces la seguí por redes sociales, hubo algunas transmisiones en vivo que vi y obviamente fue gratificante ver que la gente se sienta parte. El club es parte de la ciudad y si ascendemos vamos a crecer todos.
–¿Sienten el apoyo entonces?
-Yo he estado pendiente de las redes y veo comentarios de gente de otros clubes que simpatizan con lo que nosotros estamos viviendo. Siento que lo más justo era que a nosotros nos hubieran dado un ascenso directo antes que a beneficiar a un equipo que ya descendió. Entonces la gente ha empatizado con eso.
-¿Este es el partido más importante de tu carrera?
-Este partido es uno de los más importantes, no me ha tocado vivir un ascenso a primera.
-¿No les achica el presupuesto y el plantel de Huachipato?
-No, eso es aparte. No nos achica, ni nos desmotiva, ni nada. Vamos a salir con todo nomás, jugando nuestra opción. Nosotros no tenemos nada que perder, ellos sí. Ellos ya perdieron una oportunidad y ahora pueden perder otra. Ellos tienen la presión, ya perdieron una vez, perdieron la opción de ser jugadores de primera y ahora se les presenta otra oportunidad, donde pueden volver a perder. En ese sentido nosotros estamos tranquilos, la presión es de ellos. Nosotros vamos a jugar con todo porque sabemos que ellos son los que descendieron.