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Libros

9 de Agosto de 2024

Una selección en 100 palabras: cuentos sobre deportes y actividad física en la recta final de los Juegos Olímpicos

En el último fin de semana de los Juegos Olímpicos, The Clinic junto a Santiago en 100 palabras realizan una selección de cuentos relativos al deporte y la actividad física desde la vereda y las calles santiaguinas.

Por Santiago en 100 Palabras
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Como cada día viernes, The Clinic y Santiago en 100 palabras presentan una selección de los mejores cuentos que han pasado por el certamen. Hoy, son ocho los relatos que se centran en la actividad física y en los deportes, en el último fin de semana de los Juegos Olímpicos.

El pejerrey del Mapocho

Una multitud de gente, apostada en ambas riberas del Mapocho, seguía expectante el hermoso y coordinado nado de Byron Gómez. Cual competidor olímpico continuaba concentrado en su carril, haciendo caso omiso a las advertencias de las autoridades que intentaban infructuosamente sacarlo de la peligrosa corriente. Pero a la altura del Mercado Central, dos fileteros del local La Conchita lanzaron una red, atrapando las expectativas de este animal acuático, que muy mal humorado fue subido a un furgón policial, como si fuera este una gran paila de cobre con aceite hirviendo, lista para freír al único e indiscutido pejerrey del Mapocho.

Iván González, 44 años, San Vicente de Tagua Tagua

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Jugador de Futcount

De su cama a la reja son 33 pasos. De la reja a su trabajo nunca los ha podido terminar de contar. Lo máximo que ha alcanzado, sin perder la cuenta, son 233 pasos. Se limita a intentarlo cada mañana, pero su récord permanece intacto. Buscó ayuda en Google y descubrió que nadie practicaba este deporte. Si sale atrasado o lo ayudan a cruzar alguna calle, deja de contar. Pensé en decirle que divida la distancia por el largo del paso. Luego advertí que el camino no siempre le hace dar la misma zancada y que él tampoco haría trampa.

Felipe Orrego, 26 años, Puente Alto.

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Todos iban a ser reyes

En los recreos todos mis compañeros toman una pelota y juegan fútbol con mucho entusiasmo. Todos tienen la esperanza de que algún cazatalentos los descubra y los saque de la pobreza y la realidad en que viven. Todos quieren ser Eduardo Vargas. Dejan los estudios de lado para dedicar su tiempo y su vida completa a ese deporte. Todos quieren viajar a Europa, tener una novia guapa o aparecer en un comercial. Pero a mí no me queda nada. Yo no puedo ser parte de ese «todos», porque soy «toda». Soy mujer y nunca seré un rey.

María Verdugo Naranjo, 20 años, Renca.

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Fútbol en examen

Cruz le pasa las respuestas a San Martín, San Martín tiene problemas para pasárselas a Quintana, la profe lo bloquea, Escudero distrae a la profe y ¡gooool! Todo el curso aprobó.

Adriel Ortiz Pinedo, 12 años, La Florida. Santiago XXI

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Deporte en cuarentena

Entra en la escalera, prende la luz, se saca la mascarilla y empieza a subir la gran torre. Cada cuatro pisos, la luz se apaga y él, a tientas, la vuelve a encender. En el piso 12, decide que no necesita ver y deja de prender la luz. El tiempo se vuelve el tiempo de una cueva. Al rato, ya no sabe en qué piso está y piensa que tal vez la vida es eso, subir una escalera oscura. Cuando sale a la azotea, Santiago se despliega como si fuera un sueño. Enceguecido y jadeante, experimenta algo parecido a nacer.

Pablo Rojas Marchini, 50 años, La Reina.

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El gol

El sueño de Luis era ser comentarista deportivo. Se imaginaba la garganta hecha un nudo de tanto gritar “gol”. Un día acompañaría a la selección chilena, ganarían el Mundial y Luis celebraría con ellos. Lo dejarían levantar la copa y se sentiría el hombre más afortunado. Nunca le confesó su sueño a nadie. Hoy se luce anunciando las combinaciones de la línea 1, y a veces se da el gusto de confundirse y cambiar el nombre de la estación “El Golf” por “El Goooool”. Nada lo hace más feliz

Cecilia Gómez, 22 años, Ñuñoa.

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Deportes extremos

Oficialmente, el récord aún lo ostenta Juan “Mundongo” Muñoz: un minuto y dieciséis segundos entre Huérfanos y Alameda, con una chequera. Sin embargo, en diciembre del ’95, estuvo a punto de ser destronado por Carlitos “Correcaminos” Parrao, quien zigzagueí a una velocidad increíble con una cadenita de plata. Lamentablemente, un golpe de maletín en el rostro lo derribó veinte metros antes de batir el esquivo récord. Su victimario, el funcionario de correos Ascanio “Choro” Garrido, anotó nueve puntos buenos y se mantuvo por dos años como líder indiscutido de la categoría “Derribo de carterista con objeto contundente”.

Miguel Ángel Labarca, 24 años, Providencia.

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Metropieza

Algunos van al gimnasio, otros circulan en bicicleta. Mi ejercicio diario es vencer mi récord al subir los setenta y siete peldaños que tiene la salida del metro Los Dominicos. Como premio recibo a la salida el diario y la sonrisa de la promotora cuando me da los buenos días. Entonces respiro profundo y levanto la mirada hacia la cordillera con sus cumbres cubiertas de azúcar flor.

Ángel Osorio Gálvez, 33 años, San Vicente.

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