De condenado por poner una bomba a morir electrocutado: Luciano Pitronello, la vida del exanarquista

Menos de 48 horas pasaron desde el accidente que sufrió Luciano Pitronello (35) el viernes en La Reina hasta su muerte, la que se informó durante la mañana de este lunes.

Y es que Pitronello, conocido en la esfera pública desde 2011 luego de ser condenado por la colocación de un artefacto explosivo en una sucursal bancaria, murió por las lesiones generadas tras sufrir una electrocución en el Parque Padre Hurtado, mientras manejaba una grúa pluma que tocó cables de alta tensión cuando el afectado trataba de trasladar un contenedor.

La situación generó, inclusive, un incendio en el lugar.

Su muerte habría ocurrido durante la noche del domingo, luego de haber sido reanimado tras sufrir un paro cardiorrespiratorio el mismo viernes.

Todo esto ocurrió a casi 12 años exactos desde que el 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago le declarase culpable de los delitos de colocación de artefacto explosivo, daños y uso de placa patente falsa.

Ese 7 de agosto de 2012, el Poder Judicial se refirió respecto a la culpabilidad de Pitronello en el fallido atentado que iba a realizar este en una sucursal del Banco Santander ubicado en Vicuña Mackenna, en la comuna de Ñuñoa, el 1 de junio de 2011.

No obstante, dicho acto resultó fallido, puesto que el artefacto detonó mientras lo portaba. Esa situación le generó daños irreversibles en sus extremidades: perdió una mano, dedos de la otra, además perder la visión de uno de sus ojos.

Una de las polémicas de la decisión de tribunal guardó relación con la calificación del acto del acusado como terrorista. En una votación divida entre los magistrados, Pitronello fue absuelto de dichos cargos que le imputó la Fiscalía Metropolitana Sur.

El 15 de agosto de 2012, casi una semana después de haber sido condenado, el tribunal dio a conocer su sentencia: 6 años de libertad vigilada.

El mea culpa de Pitronello por el fallido atentado: “Una pendejada”

En 2016, Emol accedió a un informe evolutivo semestral de la condición de Pitronello realizada por Gendarmería.

En ese documento, en donde se evaluaba a Pitronello —de 27 años por ese entonces— se daba cuenta de un retroceso en su postura. “Tomó distancia de pares vinculados a movimientos anarquistas”, se leía en el informe. El argumento de esa decisión radicaba, según se apuntaba allí, en lo trascendental que fue el accidente que sufrió en 2011.

“El sujeto tiende a privilegiar el aislamiento al sentirse constantemente reprochado por las personas que lo reconocen”, estableció Gendarmería. Parte de la justificación de esos actos, comentaron, radicaba en el “enjuiciamiento público” que recibía cada vez que los delitos y el episodio que cometió volvían a comentarse.

Eso sí, el informe recalcó que Pitronello tendía “a minimizar las consecuencias” del delito por el que fue sentenciado. Sobre lo mismo, se señaló que se refería al mismo como “una pendejada, una tontera”. Además, se constató que en él no se observaban “indicadores” que pudiesen ser peligrosos para una “reincidencia”. Pese a ello, Pitronello sí “mantenía un pensamiento crítico sobre el estado actual de la sociedad”.