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Entrevistas

16 de Septiembre de 2024

Sergio Bitar sobre el “fin” al CAE: “Cumplir sus promesas en la medida de lo posible, eso es ser un buen Presidente”

El ex ministro de Educación -en donde lideró la creación del CAE- valora la insistencia del Gobierno en reformar el sistema de financiamiento de la Educación Superior. Cree que la alternativa está lejos de la universalidad, más cerca de las fórmulas intermedias que logren solucionar problemas de corto y largo plazo en trámites distintos. Cosa que el Gobierno, dice, ha logrado entender.

Por Rodrigo Córdova
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Hoy a las 16 horas, los dirigentes de los partidos del oficialismo llegarán al Ministerio de Educación para conocer los detalles de la reforma al Crédito con Aval del Estado (CAE) que elaboró el ministro Nicolás Cataldo. La misma que será presentada por el Presidente Gabriel Boric este sábado 22 de septiembre en cadena nacional.

El exministro de Salvador Allende, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, Sergio Bitar, comandó la creación del Crédito con Aval del Estado en el gobierno de Lagos y entregó a The Clinic sus principales impresiones sobre la nueva reforma. Ve con buenos ojos la insistencia del Gobierno en la tramitación de la reforma y también advierte una maduración en el Frente Amplio luego de gobernar.

–¿Cómo ve que el Gobierno insista en el nuevo CAE?

–El problema existe, hay que pensar en los alumnos que tienen una deuda altísima y que desertaron y no tienen una capacidad de pagar. También hay que resolver los problemas más urgentes y por lo tanto hay que sentarse a dialogar la fórmula. Eso es mejor que esconder el problema debajo de la alfombra. No es un tema solamente para mirar con una lógica partidista electoral.

–El CAE fue una política pública insigne del hoy llamado Socialismo Democrático y el fin a esta política era una insignia del Frente Amplio ¿Cómo lee que el gobierno liderado por el FA busque ahora una alternativa intermedia?

–Cuando hay un problema hay que pensar en la gente que lo tiene, no solo en los intereses de los políticos o cómo lo percibe la ciudadanía. Y ahí hay un problema. Es una política que, a mi juicio, tuvo un resultado importante y favorable para Chile en términos de aumento de los jóvenes de bajos ingresos que han podido estudiar y que debió haberse corregido en el curso de los últimos 18 años que lleva de aplicación. Hubo una corrección con Piñera, hubo un avance con Bachelet, hubo dos proyectos posteriores en el año 17 y en el año 18 para arreglarlo y han pasado muchos años para que este asunto siga sin resolverse.

No hay soluciones universales, no hay soluciones ni balas de plata que resuelvan esto. Hay que ir a fórmulas intermedias y, felizmente, creo que el grueso de la gente entiende que tiene que haber fórmulas intermedias.

–¿Cuando dice universales se refiere como, por ejemplo, a una condonación universal o a una política que aplique para todos?

–Esencialmente a pensar que hay una solución de condonación y, segundo, también ese criterio de la no universalidad se aplica por la complejidad del problema. Hay muchos tipos de educación superior, hay muchas carreras distintas, hay muchos niveles socioeconómicos en juego, hay innovaciones todos los días de nuevos cursos y plataformas. Nadie puede pretender que haya una solución común.

–El contexto político actual está muy marcado por el caso Hermosilla, las Acusaciones Constitucionales contra los ministros de la Corte Suprema, etc. ¿Le parece que este es el momento de tramitar este nuevo CAE?

–Si cuando estamos mal nos quedamos paralizados y no avanzamos para resolver los problemas, el país no va a progresar nunca. Creo que el CAE es el gran ejemplo de que un tema técnico y social que debe mejorarse debe anteponer los intereses de los estudiantes de la educación sujeto a los límites fiscales y dejar de lado los eslóganes que han sido hasta ahora bastante perjudiciales, de crear diagnósticos malos y proponer soluciones inviables. Ahora, es un caso para mí muy interesante de ver si la política puede pasar del conflicto simple, a veces estúpido, y pasar a un análisis serio de los problemas despojados del beneficio electoral que se pueda tener en octubre.”

–¿Ve algo de eso en el debate de hoy día?

–Sin duda, o sea, si uno mira yo creo que hay gente inteligente y tonta en ambos lados. Ser inteligente a mi juicio, es decir, aquí hay un problema tratemos de resolverlo y para eso dialoguemos.

Ser inteligente es tratar de juntar a la gente experta en esto, para que se encuentren fórmulas realistas ¿Qué fórmulas? A mi juicio, y esto es un aporte simplemente de alguien que estaba preocupado de esto, hay que separar el análisis de los casos que se van a resolver ahora más urgentes que yo creo que son los que ocurrieron apenas se aplicó esto durante los gobiernos de Bachelet uno y Piñera uno -hay como 700.000 casos- y allí están los casos más complicados, que fueron los jóvenes que entraron, no terminaron, desertaron, no venían bien preparados. Eso es un tema.

Ahí creo que puede haber acuerdos. Y el segundo tema más complejo, mirando a largo plazo, es cuál es el nuevo sistema de financiamiento de la educación superior que Chile necesita porque es fundamental para su desarrollo.

Sergio Bitar: “Ya hay consenso en que la condonación universal no era viable”

–Hasta ahora se ha deslizado que, por ejemplo, las personas paguen en función de los ingresos que obtienen luego de realizar su estudio. ¿Ve viable esta alternativa?

–Insisto que hay que separar y seguramente el Parlamento va a buscar una fórmula, va a separar, una ley corta que resuelva el problema de la gente que está más apremiada, que no va a pagar y que además le permita al Gobierno salvar la cara de su compromiso con la universalidad, que no se puede cumplir, y resolverlo parcialmente, que sí se puede hacer, del tema del futuro.

Ahora, el tema del futuro va a necesitar crédito, y ese crédito va a tener que salir de los bancos y hay que buscar una fórmula de reemplazo que sea eficaz. Ese crédito va a tener que diferenciar a los distintos grupos socioeconómicos con algunas ventajas para unos respecto de otros y también puede diferenciar a las carreras. Hay mucha diversidad de políticas de financiamiento con distintos requisitos y creo que hay que poner un equipo fuerte a ver de qué manera eso se hace más eficiente y que oriente las decisiones de los estudiantes.

–¿Fue irresponsable el Gobierno del presidente Boric al anunciar la universalidad?

–Creo que ya hay consenso nacional y en particular también en la gente que ha madurado en el proceso de gobernar, especialmente los dirigentes del año 2011 que están en el Gobierno hoy día, de que esta propuesta no tenía viabilidad. No sólo en esta, sino en otras propuestas, hubo como un deseo de saltar sobre la base de creer de que las cosas que se habían hecho no eran las mejores o no reconocer todo el esfuerzo que se va acumulando. Eso yo creo que ha cambiado y hay que mirar el problema ahora y no quedar pegado para atrás.

El Presidente llegó primero a la Cámara de Diputados y luego a La Moneda tras ser dirigente estudiantil. En términos simbólicos, ¿qué significaría para el presidente Boric fallar en una política como esta respecto al CAE y al financiamiento de la educación superior?

Fallar significa no darse cuenta de lo que es posible y el Presidente Boric ha mostrado en todo este último tiempo tener una gran capacidad de entender la realidad y por lo tanto actuar con responsabilidad. Eso significa cumplir sus promesas en la medida de lo posible. Eso es ser un buen Presidente. Creo que eso no significa dejar de lado la apuesta de principio, que es mejorar las condiciones de la educación superior, sino reconocer que tal vez, y como él lo ha dicho, tiene que tener un carácter gradual.

Eso también tiene que entenderlo la oposición, dejar de lado los planteamientos formales de hace tres años y concentrarse en la solución de los problemas ahora y pensar en la gente y no pensar en la fama de cada cual.

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