Opinión
4 de Julio de 2025

Reseña del smartphone Honor Magic7 Pro: no era lo que esperaba, es mucho mejor

El teléfono estrella de Honor planta cara a los mejores del sector y da cuenta de la madurez de la marca china, que en su momento fue la hermana menor de Huawei. Hoy, completamente independiente y con 11 años desde su fundación, se ven los frutos de un producto que responde a las altas exigencias.
Compartir
Ni el nombre ni la caja hacen gala de lo que encontré en este equipo.
Durante unas semanas estuve probando el Honor Magic7 Pro, teléfono de gama alta de la firma china fundada en 2013, otrora hermana (subsidiaria en verdad) de Huawei, de la que se independizó completamente en 2020.
Para empezar, el teléfono se siente premium. Es algo que no muchas veces se cumple cuando se adquiere un equipo de esas características, los topes de gama. Pero aquí, esto se cumple. Eso sí, en mano se siente y luce mucho mejor que ciertas imágenes promocionales. No está demás decir que la serie Magic de Honor es justamente su línea más ambiciosa.
Destaca la calidad del armado, con un cristal en la parte trasera de acabado mate, que evita que queden las huellas, junto a un diseño tipo ventisca que hace lucir y resaltar su valor. El armazón, de aluminio ostenta una construcción tal que encaja perfecto y refuerza la categoría del dispositivo.
Siguiendo con el diseño, no podemos obviar su gran cámara redonda compuesta de tres lentes y un sensor, que le da la identidad al equipo y con su uso –que veremos abajo– confirma el porqué de su forma.
Una configuración top

Pantalla 6.8 pulgadas OLED FHD+, tasa de refresco de 120 Hz, procesador Snapdragon 8 Elite, almacenamiento que parte desde los 512 GB y 12GB de RAM, dos lentes de 50 MP (una de ellas ultra gran angular) y otro teleobjetivo de 200MP, carga rápida de 100MW, soporte IP68 e IP69 y mucho más.
Lo anterior son solo algunas de las características premium del teléfono que lo hacen estar a la altura de lo que podemos esperar de los mejores equipos del mercado. Siendo francos, la marca, por años, arrastró el mote de ser “una marca china más”. Sin embargo, en mis pruebas confirmo que está muy lejos de eso, con el Magic7 Pro como prueba concreta.
Un valor que tiene Honor –más allá de este equipo en particular–, es su alianza con Google, siendo uno de los pocos del mercado que tiene actualizaciones rápidas a las nuevas versiones de Android, junto con otras características que va lanzando la firma tecnológica respecto a inteligencia artificial.
Por cierto, Gemini está muy integrado y es el asistente inteligente por defecto del equipo. La IA se luce mediant e herramientas propias de Honor (como detección de Deepfake en videollamadas, traducción y transcripción IA) y otras otorgadas por Google –que comparten otros Android–, en una interacción equilibrada y natural.
La experiencia fue positiva en todo sentido: fluidez, una pantalla de gran calidad, batería de larga duración e incluso un sonido potente gracias a sus parlantes. Su interfaz, llamada MagicOS en su versión 9.0, transmite elegancia y modernidad, sin sentirse en ningún momento como un teléfono saturado de aplicaciones innecesarias. Por supuesto, incluye algunas apps propias de Honor, pero que al probarlas tienen sentido.
Por otro lado, me agradó la personalización que tiene el equipo.
Sabido es que Android permite modificar una serie de elementos que hacen que el teléfono sea aún más personal. Pues bien, en Honor lo hacen más fácil con temas predefinidos y la libertad de ajustarlos de manera uniforme. No es necesario aplicaciones de terceros, lo que invita a tener desde el día uno una pantalla de inicio más única que la que viene por defecto.
Pero lo que por lejos más me sorprendió fueron las fotos y de eso hablemos aquí abajo.
Me sobraba zoom

Esta foto (arriba) es la cima de la Torre Costanera. Su definición y detalles llama la atención, junto con los colores y reflejos. Fue tomada con una configuración automática del Magic7 Pro y haciendo uso del zoom digital.
¿Qué si les digo que la saqué desde el Jardín Japonés del Cerro San Cristobal? Impresiona.

Esa es la potencia del zoom que llega hasta los 100x. Esto gracias a su cámara teleobjetivo de 200MP con zoom óptico de 3x y apertura de f/2.6.
En mis pruebas, las mejores fotos se conseguían utilizando hasta los 20x. Me refiero a que lograban buena definición y calidad. De hecho son el ajuste de las fotos que tengo del Costanera en su parte alta (imagen arriba) y de los logos del edificio perteneciente al mall (aquí abajo). Sin embargo ya pasando ese umbral gradualmente iba perdiendo algo de calidad, lo que ciertamente es esperable.

Aquí otros ejemplos de foto sin y con zoom.


Toda esta magia, es en realidad una serie de procesamientos que ocurren en microsegundos una vez capturada la foto. Aquí trabaja la famosa inteligencia artificial, que interpreta la escena y rellena la información de lo que falta. Es decir, agrega los pixeles necesarios y adecuados, consiguiendo la imagen final.
Lo anterior, eso sí, no es perfecto y, como comentaba más arriba, llevarlo al límite puede generar imágenes distorsionadas junto con cierta pérdida de calidad.
Un buen consejo para minimizar ese efecto es usar un trípode, ya que sostener el equipo con la mano dificulta mucho más evitar movimientos, especialmente cuando estás apuntando a una zona específica dentro de una escena amplia. Aunque el sistema cuenta con estabilización, igual se complica si no tienes un pulso firme.
El Honor Magic7 Pro en Chile
En la presentación decíamos que este es el teléfono más ambicioso de la compañía, y como tal, su precio se ubica en ese rango.
En su tienda oficial se encuentra a $1.099.990 pesos, en su versión con 512 GB de almacenamiento interno y 12 GB de RAM. Existe otra versión de 1 TB y 16 GB de RAM, pero la tienda oficial no la ofrece.
La caja incluye algo que muchos fabricantes ya dejaron atrás: el cargador, y no cualquiera, sino uno de carga rápida de 100W.
Si eres de los que busca lo mejor, este teléfono ofrece un equilibrio sólido entre alto rendimiento, gran autonomía y calidad fotográfica. No es para todos los bolsillos, pero en un mercado donde a menudo hay que elegir entre cámara o batería, aquí se logra una combinación muy bien resuelta.