Clan Ossandón Larraín: fiscalía comprueba que firma de Bernardo Larraín Vial fue falsificada para triangular fortuna en los paraísos fiscales y evadir impuestos

(Esta es la firma falsa auscultada por la PDI)

El Laboratorio de Criminalística de la PDI (Lacrim) estableció en un peritaje fechado el 14 de junio pasado, que la firma del fallecido empresario y político del Partido Conservador Unido, Bernardo Larraín Vial, fue falsificada, hecho que permitió a su nieto Bernardo Ossandón Larraín, junto a sus abogados, triangular la fortuna del clan hacia Panamá, luego al paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas, con el fin de evadir impuestos en Chile, hecho acreditado en 2012 por el SII que los condenó a pagar 220 millones de dólares por “evasión”.

El documento se encuentra en poder de la fiscal Centro Norte Macarena Cañas, quien al conocer las conclusiones de los peritos policiales, decretó una nueva diligencia que puede poner en serios aprietos a esta familia ligada a la élite religiosa, política y empresarial de Chile: los Matte de la papelera y los Ossandón y Larraín de RN y la UDI, respectivamente. Cañas ordenó que Bernardo Ossandón Larraín se someta a un peritaje caligráfico para determinar si él es el autor de la falsificación de la rúbrica de su abuelo.

Sin embargo, Bernardo no es el único en enfrentar la pesquisa. Se suman a él los abogados que participaron en la creación de la sociedad Panameña Real State Golden Investment (RSGI) en Panamá y su espejo en la banca off shore, la Fundación Educacional “BLV” con acciones al portador. Aún cuando los Ossandón Larraín no están imputados por el delito de lavado de dinero, usaron una fórmula análoga al blanqueo de capitales. De hecho, en la misma zona caribeña de la Commonwealth británica, Pinochet urdió un tinglado para esconder las lucas que se peló.

Para determinar si la firma de Bernardo Larraín Vial era verdadera o falsa, la PDI buscó la rúbrica de este último en el Registro Civil y en un acta de la junta directiva de RSGI fechada el 7 de octubre de 2008, la que fue certificada el 24 del mismo mes en Panamá. Este rancio millonario chileno, falleció en 2009.

(Copia de uno de los documentos periciados por el Lacrim)

Según los antecedentes obtenidos por este pasquín digital, la pericia caligráfica deberán realizarla, además, el dirigente de Renovación Nacional, Roberto Ossandón Irarrázaval, Marko Jürgensen y Rodrigo Ruiz-Tagle, quienes aparecen detrás de la operación. Roberto es hermano el ex alcalde de Puente Alto y díscolo de RN Manuel José Ossandón y de Ximena, la ex directora de la Junji que salió con viento fresco por decir que el sueldo era “reguleque”.

El problema que enfrenta Roberto Ossandón Irarrázaval es que ha caído en serias contradicciones sobre la firma de fallecido Bernardo Larraín Vial. En una oportunidad aseguró que el empresario firmó ante él, pero ante el SII varió su versión, señalando que confió en la firma que le presentaron para generar el mandato que sirvió para hacer la operación en las Islas Vírgenes.

Por esta razón, el peritaje caligráfico busca determinar quién falsificó la rúbrica del pater-familia Bernardo Larraín Vial, cuya fortuna, entre otras, estaba compuesta por acciones -entre otros activos- y  por una amplia cantidad de terrenos en el sector alto de La Dehesa, donde funciona el club de golf del mismo nombre, cuyos dueños actuales son los Ossandón Larraín.

Texto y contexto

El caso que tiene de las mechas a este clan se inició en 2011, cuando Manuel Ossandón Larraín, el hermano de Bernardo -ambos nietos herederos de la multimillonaria fortuna de Bernardo Larraín Vial- presentó una querella criminal en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

En la acción legal, Manuel le reclama a Bernardo su parte de US$ 200 millones de la fortuna, la que asegura perdió debido a las argucias criminales de su hermano y los abogados antes mencionados. De allí que los delitos que imputa son apropiación indebida, estafa, prevaricación de abogado y falsificación. Paralelamente a esta indagatoria, el Servicio de Impuestos Internos (SII) sustancia otra por fraude tributario, que aún está en curso. Si el organismo estima que los hechos permiten establecer “dolo”, debiera presentar una querella ante el juzgado de garantía, cuestión que complicaría de sobremanera la situación procesal del clan, porque el fisco no es de las instituciones que dejen navegar a la deriva de la impunidad a quien ha violado del Código Tributario.

En esa línea en 2012 el SII “liquidó” –que en jerga tributaria es la orden de pagar- a los Ossandón Larraín por la suma de 220 millones de dólares, la más alta en la historia de Chile.

No es el único golpe que recibe este clan en materia impositiva. En mayo de 2013, fueron “citados” para que aclaren las inconsistencias por “180 millones de dólares”, debido a los sospechosos traspasos entre sociedades. Un ejemplo lo constituye al trasvasije -a valor libro- desde “Lomas 2” a “Cordillera” en 100 mil pesos, en circunstancias que el valor de la primera ascendía a 100 millones de dólares. Los abogados tributaristas siempre sostienen que cuando el tata fisco “cita”, es altísimamente probable que “liquide”, es decir, que obligue a pagar la suma cuestionada, más intereses, multas y reajustes, cuestión que aumenta exponencialmente la cantidad de lucas.

En esta causa el Consejo de Defensa del Estado (CDE) designó al abogado Estanislao Dufey para “vigilar” su tramitación, con miras a una eventual participación, siempre y cuando los antecedentes revelen que se afectaron los intereses del fisco.

Este diario intentó obtener una versión de los abogados de los Ossandón Larraín los penalistas, Julián López y Gustavo Parraguez, pero se indicó que no harían comentarios.