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Poder

24 de Julio de 2013

Piñera asesta duro golpe a Allamand y Larraín y consigue que Comisión Política de RN desista de camino propio y nomine a Matthei

Luego de que Allamand se bajara de la carrera presidencial y todos los posibles nombres de RN desistieran de tomar la posta, la Comisión Política de RN se cuadró con la candidatura de Evelyn Matthei, lo que implica un duro golpe a la directiva presidida por Larraín y a la apuesta de Allamand de controlar el partido durante los próximos años.

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“¡Uff, qué alivió!”, fue la frase que se le escapó a Marcela Cubillos ayer, mientras su esposo, Andrés Allamand, anunciaba en el patio de Renovación Nacional que no sería candidato presidencial del partido en ninguna circunstancia.

La marginación del ex titular de Defensa, tal como adelantó ayer este medio y lo ratificó luego el presidente de RN, Carlos Larraín, obedece principalmente a la presión de su familia, y en particular de su mujer, respecto de no confrontar a la candidata de la UDI, Evelyn Matthei, quien en 1995 lo involucró en el llamado Caso Drogas, un escándalo que significó para Allamand perder la competencia senatorial de 1997 contra Carlos Bombal y desaparecer del mapa político por casi una década.

Tras la decisión de Allamand –que fue conversada largamente durante la mañana con Larraín en la casa de éste- la directiva de RN se apuró en nominar al senador Francisco Chahuán como candidato de la tienda a una primarias convencionales con Matthei. La idea avanzaba hasta que previo a la Comisión Política, Chahuán desistió. Ya lo habían hecho Lily Pérez y Manuel José Ossandón. Así Larraín enfrentó sin ninguna alternativa a la Comisión Política -más proclive al Presidente Sebastián Piñera que al carismático senador- y la historia reciente de la derecha dio un nuevo giro y le dio el control momentáneo de la colectividad al piñerismo al conseguir que se descartara el camino propio y el partido se cuadrara, al menos hasta el siempre inmanejable Consejo General, convocado para el 3 de agosto, con la candidatura de Matthei.

En la instancia intervinieron, entre otros, el senador Alberto Espina y los diputados Pedro Brown, Marcela Sabat y Nicolás Monckeberg. El diagnóstico fue sólo uno: Matthei no es la mejor opción, pero es lo que hay y se debe buscar un mecanismo para que el partido no salga tan perjudicado en la negociación con la UDI. La única que se declaró abiertamente partidaria de la carta gremialista fue Karla Rubilar.

Larraín intentó contener la marea pro Matthei, aludiendo a los riesgos de la candidatura, pero sin el nombre de Allamand y ninguna otra alternativa sobre la mesa, le fue imposible.

A regañadientes, a las 22.00 horas, leyó un comunicado de cuatro puntos en que evitó nombrar a la ex ministra de Trabajo y en la que dejó establecida la advertencia de que no todo está dicho. Tras “agradecer la generosa actitud de Andrés Allamand, así como la decisión que él mantiene de postular al Senado por Santiago Poniente” aseveró que la Comisión mandató “a la directiva del partido para determinar, con la directiva de la Unión Demócrata Independiente, la fórmula de participación para Renovación Nacional en la campaña presidencial de la UDI”.

“Una vez concluidas estas conversaciones, se informará del resultado de las mismas al Consejo General de Renovación Nacional, citado para el próximo 3 de Agosto. Este organismo soberano decidirá sobre estos asuntos”, concluye el documento.

La precisión no es casual: fue el Consejo del 13 de mayo de 2005 el que echó por tierra el acuerdo de apoyar a Joaquín Lavín y levantó a Piñera de abanderado. No obstante, ahora la cúpula partidaria estima que no hay margen de acción y que esta instancia, finalmente, terminará por cuadrarse con Matthei.

En su residencia en Lo Barnechea, Allamand se enteró de la resolución y resintió el golpe: según sus cercanos, atribuye todo lo que ha pasado desde las primarias hasta ahora al plan de Piñera de despejar la cancha de cualquier riesgo de cara al 2017.

En tanto, a solas la directiva se trasladó en la noche hasta el restaurante A Pinch of Pancho para hacer su propio duelo. La conclusión fue unánime: Luego de que Allamand desistió de competir, Piñera recuperó el control del conglomerado y la dirigencia quedó en mal pie y debe dedicarse ahora a recuperar terreno de cara al consejo general y parapetarse en una buen resultado de la elección parlamentaria, algo que se admite muy complejo. Cualquier paso en falso, podría implicar despejarle la cancha al piñerismo, algo que Larraín no quiere permitir. Ofuscado, Larraín se retiró a su hogar pasadas las 23.00 horas y decidió postergar la cita con la UDI, fijada para las 10.00 horas de hoy, hasta nuevo aviso. Fue lo único que pudo manejar en un día en que todas las decisiones se le escaparon de las manos.

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