La derecha no quiere que le sigan pasando la aplanadora y se rearma con la promesa de ser gobierno en 2018

“Hoy nos empezamos a preparar para este nuevo gobierno”.

Con esas palabras del presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, la derecha anunció oficialmente que se rearma, sumando Evópoli y el PRI, para formar una coalición que haga frente a la Nueva Mayoría, y así evitar que le sigan pasando la aplanadora en el Congreso, donde tienen, hoy por hoy, escaso margen para negociar.

El diputado de RN planteó directamente que la idea de este nuevo conglomerado, del que se evitó dar el nombre, es ser gobierno en 2018 para que la actual administración sea sólo un paréntesis entre lo que viene y el mandato de Sebastián Piñera.

“Este no es un camino fácil”, admitió Monckeberg, quien agregó que frente al actual escenario “necesitamos algo más potente, necesitamos una coalición, que tenga cultura de coalición”.

“Esta es una nueva coalición política que va ir marcando hitos, y va ir marcando la pauta de lo que esperemos sea el nuevo gobierno”, apuntó.

Por su parte, su socio de la Alianza, el titular de la UDI, Ernesto Silva, tildó el día como histórico.

“Lo que queremos es un país más justo, una democracia más sólida”, subrayó.

Para Silva, “surge hoy un nuevo referente de futuro, ese referente espera alcanzar y conquistar todo Chile, encontrando el corazón de las familias chilenas”.

El rearme de la derecha llega en momento en que las encuestas dan cuenta de que el apoyo ciudadano a la Alianza y a la ideas del sector está por los suelos.

Según lo que reveló la encuesta CEP en diciembre, la Alianza tiene un 10%  de aprobación, 12 puntos menos que la Nueva Mayoría.

Respecto de las ideas políticas, la cifra también reveló que la identificación esa baja, con un 12% de derecha.

Aquel estudio también reflejó que la labor de la Alianza como oposición tiene un respaldo de 16% y un rechazo de 44%. A eso hay que agregar que Evelyn Matthei figuraba como la figura política que genera más anticuerpos.

Además de eso, el conglomerado opositor enfrenta el duro momento de la UDI, cuestionada por los vínculos con Penta a través del financiamiento irregular en la pasada campaña.

A eso hay que sumar que Amplitud, el movimiento que se armó con descolgados de RN, se restó del conglomerado luego del distanciamiento entre la senadora Lily Pérez y la derecha tradicional, situación que se agudizó con el voto a favor de terminar el binominal que entregó ella en el Senado, y luego los diputados de su sector en la Cámara.