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25 de Noviembre de 2008

Ni un pelo de tonta: Me cortaron mal el pelo

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Cuando chica, antes de que empezara a meterme mano sola, me llevaron a una peluquera que me hizo el peor corte que una niña de diez años puede llevar. Era como una melena con el frontal corto, como la mina de Dinastía, ultra rancio. Mala cosa, mis compañeros me decían cabeza de corcho, plumero y otras barbaridades que prefiero no recordar.

Por Lorena Penjean

Y también he estado del otro lado. He dejado tremendas embarradas. Como cuando recién empezaba en esto de la peluquería y sin querer dejé a mi buen amigo Alvarito Peralta como otro cabeza de corcho. Él, amoroso, nunca me dijo nada, pero no volvió a pedirme que se lo cortara otra vez. Echando a perder se aprende, dicen, pero qué lata que sea con uno.

Entregarle la cabeza a alguien es un acto de confianza. El riesgo es grande, nadie quiere quedar como Chascoberto, por lo mismo aquí algunos tips para reconocer a un buen peluquero.

Partiré diciendo que nada tienen que ver las lucas. Tengo amigas que han gastado hasta treinta lucas por el corte y después se andan quejando. Yo he ido a peluquerías en las que me han cobrado trescientos pesos y he quedado feliz. Así es que punto uno, no pague de más.

Segundo, desconfíe de tanto nombre rimbombante. Eso de estilismo, asesorías de imagen y tanta lesera son puros eufemismos. No aclares que oscureces. Peluquería y listo.

Tercero, y esto es casi de sentido común, antes de escoger a un peluquero, vea cómo lleva su cabello. O sea, si su peluquero tiene el pelo sucio, un corte del terror o las raíces mal teñidas, arranque. Mal podría hacerle un buen corte si ni él mismo luce bien.

Pida consejos, mire a sus amigos. Si alguien tiene el pelo taquilla pregúntele dónde se lo corta. Nada mejor que ir recomendado. Cuando crea tenerlo, y antes de entregarse en sus manos, mírelo trabajar. Debe ser seguro y dejar a los otros clientes conformes. Antes de cortar el pelo, yo me tomo ene tiempo con mi cliente. Le pregunto qué quiere, hace cuánto que no se lo corta, en qué trabaja y si le va a dedicar tiempo al peinado. Mientras, le saco el rollo y analizo el tipo de pelo que tiene, ya sea graso, seco, mixto, etc. Lo que les quiero decir es que no es llegar y pedir un corte. O sea, está bien ir con ideas claras pero no a todos les queda bien cualquier corte y es deber del peluquero decirlo. Si ya es ultra seco, seguro te dirá algunos tips de cómo variar el peinado. Cómo tomarlo para ir a una fiesta o qué producto puedes aplicarte en caso de. Si no lo hace, pídelo. Dos o tres ideas para salir del paso.

Sexo y edad. No debiera decirlo, pero yo prefiero a los hombres. Más si son… Ustedes saben… Medios delicados… Cómo decirlo sin que suene mal. Colitas. Eso, yo prefiero a los colitas. Todas las experiencias que he tenido con ellos son buenas. Trabajan prolijamente, tienen la mano livianita y cachan de estilo. Además son sinceros. Por lo menos los que yo conozco. En cuanto a la edad, depende del corte que se busque. Si buscas algo moderno, obvio, tiene que ser joven. Si quieres algo ondero, ya sea de los sesentas u ochentas, busca alguien mayor, onda peluquería de barrio. Están demasiado a la moda.

A mí, en lo particular, me molestan los peluqueros que te dan la lata y te interrogan sobre tu vida. Me gusta ir a la peluquería a relajarme y cuando se ponen preguntones como que me siento intranquila. Del otro lado, como peluquera, trato de no incomodar a mi cliente, pero saben? Casi siempre todos terminan contándome sus vidas. Igual yo me entretengo ene. Me gusta conversar. Ser peluquera y periodista es la mejor combinación del mundo.

Ahora, en cuando a la peluquería, al salón de belleza, yo tengo un sueño. Me gustaría tener una peluquería que se llame My Lady (como me bautizaron mis amigos de Aplaplac… digamos que por lo distinguida). Un lugar donde la espera sea agradable y te sientas como el en living de la casa de un bro. Relajado, sillones choris, lecturas modernas y no revistas del año del perico. Nada de arreglos florales rancios ni muchos colores ni espejos. Simple, acogedor. Por ejemplo, que cuando llegues te ofrezcan un traguito, onda pisco sour. Que puedas escoger una peli chora o un documental taquilla. Qué tal un concierto de tu banda favorita? También me gustaría que te dejen fumar. Si se va en lote, juegos de mesa, y por qué no, una mesa de pool. Sería bacán. Mis amigos me dicen que lo que yo quiero es un bar en el que se corte el pelo. Nada más equivocados. Sólo quiero una peluquería a la que a mí, como clienta me gustaría ir, pasarlo bien y salir con un corte más o menos digno. Y a ustedes, cómo les gustaría?

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