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Opinión

23 de Diciembre de 2009

Mi temor a la derecha

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Por Jaime Varas

Me crió mi madre, mi padre fue detenido en dictadura por Carabineros de Chile en Chañaral. El era un carpintero y de los mejores, un ídolo. Estudie en un escuelita humilde, que se instalaba al interior de un liceo de letra y número. A-1 era por ese entonces. Cerca había otra escuela, D-2, de pobre infraestructura, sin baños, camarines pestilentes, una biblioteca sin sillas y un comedor repleto de amigos. Tuve la fortuna de usar zapatos, que eran únicos y regalados, restaurados y usados por un año y por mucho tiempo más. Jamás use zapatillas, eso era un lujo distante. Viví en el centro de Chañaral, en una casa esquina, de dos piezas, un comedor y un baño. Mi mama con esfuerzo construyo dos piezas más que con la primera lluvia se vinieron abajo. Cuando la lluvia era mas intensa, mi casa y la de mis vecinos quedaba rodeada de relaves mineros. Quedábamos encerrados por semanas. Mi casa quedaba frente a Cema Chile. Lugar donde se reunían señoras a hacer no se que, tiempo después supe que la esposa del dictador, Lucía Hiriart, era Presidenta de CEMA-Chile y que habitualmente se hacía regalar perfumes y cremas francesas encargadas a los agregados militares de las Embajadas chilenas en Europa.

Recuerdo a mis vecinos, el panadero, el viejo lucho, el carpintero, el Gino Paoli y la paciencia de la Lucia, al gran Charly, al compadre lolo, el pescador chicho, el paletero, al camionero padre de mi amigo Toño, la señora UVA y el viejo pascuero. Todos en la misma condición, que al igual que mi madre, hacían lo imposible por llevar una vida mejor y esperando el termino de la dictadura con las ansias de un niño en navidad.

Recuerdo que con la derecha hubo navidades sin festejos, años nuevos sin comida o trabajando en la feria de sol a sol con mi madre. Recuerdo miedo, marchas y milicos insultando al padre Fernando Ariztía por proteger a mi madre y a mí, mientras Él nos ocultaba en su iglesia de Alameda en Copiapó. Recuerdo como viajábamos de pie a Santiago y yo en los brazos de mi mamá por atención médica al Roberto del Río. Allá llegábamos a una pieza sin baño, con condiciones mínimas, muy básicas. Recuerdo haber llorado por hambre antes del año 90, me apeno cuando recuerdo la desesperación de mi madre. Recuerdo como si fuera ayer cuando a mi mamá Carabineros le quitaba la poca mercadería.

Hace un par de años que me fui de Chañaral, y cuando volví observe cambios positivos. Las calles están pavimentadas, hay un estadio de nivel profesional, hay más colegios de infraestructura notable, del mismo modo que el hospital. Vi con gusto mas escuelas, enormes, imponentes, una hasta tenía ascensor y un reloj de sol en su patio. Había una biblioteca pública excelente, además de más instituciones públicas. Sin lugar a dudas falta y se han cometido errores, pero nada que no se pueda remediar, mejorar o hacer mas justo.

Pase por fuera del recinto auspiciado por carabineros que acogía a niños en riesgo, ex CORDAM, donde yo también fui parte. Hoy es un centro cultural juvenil. Visite la vieja caleta, donde mil veces fui a pescar, de algún modo quería ayudar. Hoy es un muelle de pescadores con cámaras de frío, casino y salón multiuso con una biblioteca pensada para pescadores artesanales.

Me asusta saber que la derecha gane en las urnas, más allá de ser un posible escenario legal. Imagino el desastre para Chile, el retroceso y como crecería la desigualdad. Ahí si estaríamos en problemas sin solución. Imagino a Chile sin presidente, sino con un gerente donde todos nosotros somos su obreros. Es volver a todo eso, y ese es mi temor.

Pienso en un futuro en una AFP estatal, en instituciones más transparentes, servicios mas potentes, en mas protección social, en mas recursos para la educación superior, en la obligación de la educación secundaria. Pienso en mi familia que hoy no vive de lujos, pero mis hermanos se educan, caminan en las calles en paz, hay techo y comida siempre. Tienen derechos y las buenas acciones se les premian.

Imagino una derecha haciendo gobierno imponiendo sus criterios como en la dictadura de antaño, impidiendo el uso de la píldora del día después, frenando el matrimonio entre personas de otra condición sexual y terminando con la Reforma y la protección social.

Imagino a la derecha imponiendo su carácter tirano y arrojando nuestras opiniones al WC, porque ese es su estilo, ya lo vivimos y los conocemos muy bien. La mejor carta a la Presidencia de la República se fugo de la justicia, se llevo un banco en el bolsillo y ha jugado con la salud de los chilenos instalando precios a los medicamentos de los más humildes, donde gran parte de mis amigos y sus familias fueron afectados por este Sr. Piñera.

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