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Nacional

27 de Abril de 2010

Semana de indignación: La Iglesia Católica de Chile en crisis

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• Andrés Palma (vicepresidente de la DC): “Me escandaliza que haya habido una denuncia el año 2003, otra diferente el año 2005 y recién hoy día el tema esté siendo investigado en serio, o sea ¿qué pasó entre el 2010 y el 2003? (…) A mí me parece que la Iglesia de Santiago debe dar una explicación”

THE CLINIC PRESS
La prensa internacional es elocuente: “Críticas a arzobispo de Santiago por ocultamiento”, informa Ansa; “iglesia chilena en momento crítico”, señala Univisión; “enfrenta iglesia catolica chilena crisis” agrega Notimex; en tanto que AFP prefiere hablar de un “momento difícil”. Lo concreto es que la cobertura del escándalo que sacude a la jerarquía eclesiástica chilena ya ha cruzado las fronteras. El New York Times el sábado publicó un extrenso reportaje sobre las acusaciones en contra de Karadima y la reacción negligente del arzobispado, entrevistando a dos de las presuntas víctimas. Mientras, al día siguiente, monseñor Alejandro Goic, presidente de la conferencia episcopal, reconocía en una entrevista a La Nación: “Es doloroso, en la calle a los sacerdotes les gritan pedófilos”.

Pero el broche de oro de la semana ocurrió anoche, con la transmisión de un capítulo de Informe Especial dedicado al caso. La emisión del programa intentó ser frenada por un recurso ante tribunales, presentado por el abogado Juan Pablo Bulnes, portavoz de Karadima. Pero el petición no tuvo éxito, por lo que el reportaje pudo divulgar la situación entre la parte de la opinión pública que no conocía bien el caso, o que es más reacia a informarse por medios críticos o independientes.

CRÍTICAS Y BOMBAS

En medio de esta crisis, y tras el reportaje televisivo, comienzan a aparecer personalidades públicas que critican decididamente el actuar de la jerarquía.

Por ejemplo el vicepresidente “chascón” de la DC, Andrés Palma, acaba de realizar estas duras declaraciones en Cooperativa:

“Creo que hubo desidia (…) El arzobispo de Santiago (Francisco Javier Errázuriz), la iglesia jerárquica de Santiago, no la iglesia comunidad, tiene que dar una explicación de por qué esto no se investigó diligentemente (…) El mismo cardenal dijo una frase muy ambigua en su carta como que ‘dijo que no se siguiera la investigación, dejó en statu quo mientras hacía las consultas… yo no sé si hay que hacer tantas consultas al Vaticano: creo que las consultas eran porque Karadima era un sacerdote muy importante. El arzobispo sabe lo que tiene que hacer (…) Me escandaliza que haya habido una denuncia el año 2003, otra diferente el año 2005 y recién hoy día el tema esté siendo investigado en serio, o sea ¿qué pasó entre el 2010 y el 2003? (…) A mí me parece que la Iglesia de Santiago debe dar una explicación”, remató el dirigente partidario.

Hasta Cecilia Morel declaró a la prensa, que “en la Iglesia hay una sensación de impunidad”.

La ola de indignación parece haber encontrado también expresiones violentas, pues se anuncia que una bomba estalló esta madrugada en el frontis de la iglesia el Buen Pastor de Temuco. La acción fue adjudicada por un grupo que firma sus panfletos como “Kaos Nativo Orkestal 3”.

JERARQUÍA SE REFUGIA EN LA ZONA CERO

La jerarquía, en tanto, hace esfuerzos por canalizar la atención hacia el problema del terremoto y maremoto. Monseñor Goic ha lanzado una campaña para construir 40 capillas de emergencia de un costo de $10 millones cada una. Mientras el cardenal Errázuriz, acompañado de otros jerarcas, se enfiló rápidamente hacia Talcahuano y Tomé, luego de que se filtrara su criticada carta a los párrocos, en la que reconoció haber suspendido una investigación interna contra Karadima hace cinco años. Desde la zona cero habla de la necesidad de más vocaciones sacerdotales y de que la catástrofe despertó el lado más humano del pueblo chileno.

Y aunque han pasado solo semanas, parecen cada vez más lejanas las declaraciones en las que el cardenal Errázuriz le restó importancia al problema del abuso de menores por parte de sacerdotes, diciendo que los casos eran “poquitos… gracias a Dios”.

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