Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

11 de Mayo de 2010

Sale la UDI, entra la DC… Piñera y Cía. para rato

Por

Por Luis Molina Vega / Ex precandidato presidencial

El primer mandatario ha mostrado que desea fervientemente proyectar ʻsuʼ gobierno más allá del 2014. Y creo que no se debe a razones políticas o ideológicas, sino puramente económicas… comerciales. Pero para que sea ʻsuʼ gobierno el que se proyecte, debe sacar a la UDI del camino, debido a dos razones principales: ellos son los mayoritarios en la coalición de gobierno, difíciles de controlar y, como es de notorio conocimiento, el gremialismo históricamente ha chocado con Piñera, por decirlo de una manera suave. La UDI es hoy más débil que nunca; RN puede, a diferencia de antes, mirar hacia otro lado, y los herederos de Guzmán no lo pueden hacer, pues su posición en el espectro político los deja como lo que son: un extremo. En otras palabras, tienen menos posibilidades de hacer alianzas y si alguna vez tienen que decidir darle al voto a alguien fuera de sus líneas, solo les queda su vecino más cercano… Y agreguemos que lo que ha mantenido a la UDI junto a RN es la misma Concertación, pero hoy esa Concertación está fragmentada, y RN tiene un presidente, y ese presidente ha sido simpatizante de la DC, y la DC es el partido más grande de la Concertación, pero también el que más ha bajado su
representatividad, lo que en jerga piñerista lo convierte en una compra barata.
Como hablamos de Piñera, es cosa de sumar y restar. DC(13%) + PPD(11,6%) + PS(9%) + PR(3,5%) + PC(1,8%) + PH(1,3%)= 40,2%. UDI(21%) + RN(16%) + PRI(3,5%) = 40,5%, según cifras de las parlamentarias 2009. Este empate es la base de las dos grandes fuerzas que gobiernan el país. 40% un bando, 40% el otro, y el restante 20% representa el electorado que ambas coaliciones disputan para obtener el triunfo, y dado el binominal, solo ellas tienen representatividad factual. Pero ahora suponga que RN concreta una alianza con la DC y el PRI, el resultado sería un 27,2% para la izquierda, un 32,5% para el centro y un 21% para la derecha, y todo indica que aquel electorado que está fuera de
ambas coaliciones es mayoritariamente de centro. Este resultado es congruente con las encuestas; por ejemplo, la de Opinión Pública de octubre de 2009 realizada por el CEP, donde un 36% se declara de centro, 22% de izquierda y 18% de derecha; un centro casi doblando a cada uno de los extremos. Estamos hablando de una coalición política latente que espera hasta las próximas municipales para convertirse en realidad.
Las señales de que Piñera va en esta dirección están por todos lados. Primero, un gobierno dirigido al mundo de la Concertación, que busca la expansión de su electorado hacia el centro, y que finalmente cunde en los simpatizantes democratacristianos, preparando el escenario. Guiños a los líderes DC no solo comunicacionales, sino también a nivel de cargos, lo que va amarrando un futuro apoyo. Puentes hacia los parlamentarios DC, so pretexto de una ʻcomunicación fluidaʼ con la oposición. Y en ese accionar, el desenlace es alentado por las mismas víctimas: El PS y PPD, por un lado, y la UDI, por el
otro. Una izquierda que pareciera buscar deshacerse de la DC y una UDI descabezada, dividida, que comienza a darse cuenta que sobra en el gobierno… Solos se van cocinando. Más aún, el mejor presidente de la UDI para Piñera sería el mismo Longueira, su archienemigo, el mismo que utilizará para justificar este rompimiento.
Esto sería un cambio de fondo en las fuerzas políticas, que sumado a un sistema binominal, se haría funcional al actual presidente, pues haría perdurar una coalición afín a él y sus intereses. El mejor gobierno para Piñera no es su gobierno, sino el gobierno de la persona en quien más confía; el gobierno que sería como si fuera presidente, pero sin conflictos de interés. Hinzpeter tiene la misión de ser el verdadero gobierno de Piñera, sumado a una nueva fuerza política de centro que siempre tendrá la primera opción en las elecciones futuras, ocupando los primeros lugares de las preferencias, manteniendo a los extremos solos, peleando siempre las migajas de un aminorado segundo lugar.
Si esta teoría es cierta, entonces veremos un gobierno más pro Concertación aún, lo que es clave para que el plan funcione. Accesoriamente, veremos cada vez más gente DC en puestos de gobierno en cargos importantes, aunque de poca exposición pública. Veremos zancadillas a los líderes emblemáticos del gremialismo que están en el gobierno, que cometan errores o caigan en desgracia pública. Finalmente, veremos un quiebre en la DC y un quiebre en la UDI, el último pataleo antes de sucumbir al poder.

Temas relevantes

#DC#gobierno#Piñera#udi

Notas relacionadas