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Opinión

31 de Mayo de 2011

Presbicia en las estadísticas de ocupación

Este martes el INE informó que el nivel de desempleo en el país se redujo al 7 por ciento en el trimestre entre febrero y abril, sin embargo, el economista Hernán Frigolett considera que la caída en el nivel de desocupación no sólo obedece a la apertura de nuevos puestos de trabajo, sino también a un cambio en la metodología de medición que habría elevado el número de empleos creados en 100.000.

Hernán Frigolett
Hernán Frigolett
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Foto: Agencia Uno

Las cifras oficiales del desempleo son responsabilidad del INE, agencia autónoma adscrita al ámbito de la cartera del ministro de Economía. En el proceso de postulación a la OCDE, se emprendió un proceso de modernización de las estadísticas básicas, y entre ellas las del mercado laboral se ajustaron a las pautas recomendadas por dicha institución.

Así, el INE ha puesto en el mercado un nuevo instrumento estadístico para inferir lo que acontece en el mercado laboral al nivel nacional y regional, así como en las principales ciudades del país. Hasta el trimestre móvil de diciembre-febrero de 2010 la cuantificación estadística del empleo se obtenía a través del trabajo de campo aplicando la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). A partir del mes siguiente, entra en acción el nuevo instrumento, la Nueva Encuesta Nacional de Empleo, la NENE. El cuadro comparativo siguiente permite apreciar en toda su magnitud los cambios asociados a la cuantificación del empleo:

La aplicación del nuevo instrumento de medición genera varios cambios profundos derivados de un marco metodológico renovado. En primer lugar, se observa una brecha estadística en la cuantificación del empleo global en la que surge una diferencial global de 158.000 nuevos ocupados, y en segundo, hay un cambio sustantivo en la composición de la ocupación. Los Empleadores se duplican, y en consecuencia aumentan significativamente los Asalariados, disminuyendo los Cuenta Propia y Familiares no remunerados.

Un debate importante se ha suscitado entre los economistas en relación a la productividad de los factores productivos en Chile, y este incremento en la ocupación generará una significativa caída de la productividad del trabajo. Por lo tanto, una actitud responsable sería que el INE asumiera un proceso de empalme y entregara la nueva serie histórica de la ocupación de la economía chilena.

Ahora bien, un segundo flanco de debate surgió luego del discurso del 21 de mayo en el que se cuantifica en más de 400.000 empleos creados por la nueva administración gubernamental. Así, el ejercicio de comparación es utilizando el mismo instrumento estadístico, es decir la NENE.

Una revisión de los resultados mensuales evidencian los estragos causados por el terremoto, que destruyó 300.000 empleos en el mes de marzo de 2010, ya que en febrero se cuantificaron 7 millones de ocupados, que se redujeron a 6,7 millones en marzo, y luego recuperaron su nivel a 7 millones en abril, lo cual se traduce en una disminución de aproximadamente 100.000 en los cálculos de trimestres móviles que incluyen el mes de marzo en el 2010.

Así, los 474.000 empleos creados al mes de abril de 2011 serían sólo 374.000, que se explicarían por la reconstrucción y recuperación económica del segundo semestre de 2010, pero seguramente las condiciones del mercado laboral se tornarán más estrechas en los meses venideros.

La descomposición de la creación de empleo por regiones muestra que Maule y Bío Bío habrían creado 130.000 empleos entre ambas, lo cual sólo estaría evidenciando la normalización de la ocupación luego de un mes de marzo 2010 que muestra que prácticamente el 70% de los empleos perdidos estaban en las regiones mencionadas.

Por lo tanto, los empleos efectivamente creados se explican sólo parcialmente por la recuperación del crecimiento, en el que incide además la reconstrucción, y la regularización de la actividad productiva en las zonas del epicentro del terremoto y tsunami son un importante factor explicativo del mayor empleo. Así, aún las políticas públicas no pueden asumir sus objetivos cumplidos, y de acuerdo al programa de gobierno aún faltan 700.000 empleos por crear.

 

* Hernán Frigolett es gerente de la consultora Aserta.

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