Clubes italianos están hasta el cogote por apuestas deportivas

Los clubes Roma, Fiorentina, Génova, Lecce y Cagliari, de la Primera división italiana de fútbol, se han visto salpicados por la investigación que conduce la Fiscalía de Cremona por una supuesta trama de fraude en las apuestas deportivas, según informan los medios de información transalpinos.

Así, los medios de comunicación señalan que el dentista Marco Pirani (en el centro de la trama) aludió a esos cinco equipos de la máxima categoría durante el interrogatorio del pasado viernes ante el juez de investigaciones preliminares, Guido Salvini.

El pasado viernes la prensa local ya había publicado que durante el interrogatorio Pirani habló de cinco equipos de Primera división implicados y de tres partidos amañados, aunque hasta hoy no se conocieron los nombres de los clubes.

Las fuentes citadas por los medios italianos señalaron, sin embargo, que Pirani se limitó a referir rumores que había oído, sin dar ulteriores detalles sobre dónde y de quién, por lo que está previsto que los responsables de seguir el caso vuelvan mañana a someterle a un interrogatorio.

En los últimos días, se han situado también en el punto de mira Atalanta y Siena, los dos equipos de Segunda división que consiguieron esta reciente temporada el ascenso a la máxima categoría y a los que el testimonio de varios de los interrogados implica en la trama.

Asimismo, según las mismas fuentes, la Fiscalía Nápoles ha abierto otra investigación en el marco de este caso, por el que de momento han sido detenidas 16 personas.

El caso ha creado un gran revuelo en el país transalpino y el Gobierno italiano ha anunciado la creación de un “grupo de trabajo” para seguir el fenómeno de las apuestas ilegales.

“He dado órdenes al jefe de la Policía para que cree un grupo de investigación que determine quién tiende a alterar la regularidad de los partidos con medios fraudulentos”, dijo el ministro de Interior, Roberto Maroni, en una entrevista que publica hoy “La Gazzetta dello Sport”.

El ministro respondió así a la petición que lanzaron ayer la Federación italiana de Fútbol (FIGC) y el Comité Olímpico italiano (CONI) de una mayor “colaboración entre los sujetos encargados de tutelar el orden estatal y los que velan por el orden deportivo”.

Tras la junta nacional del CONI celebrada hoy, su presidente, Gianni Petrucci, explicó que ha enviado una carta a los ministerios de Economía, Interior y Justicia para que intervengan en el asunto.

“Aquí están implicadas la mafia y organizaciones criminales que el deporte italiano no puede afrontar solo”, aseguró Petrucci.

La investigación conducida por la Fiscalía de Cremona salió a la luz el pasado miércoles, cuando fueron arrestadas 16 personas que supuestamente formaban parte de la red de fraude en las apuestas futbolísticas.

Se encuentran bajo investigación 18 partidos disputados la pasada temporada, de los campeonatos de Serie B y Serie C.

Los investigadores creen que los detenidos condicionaron en los últimos meses los resultados de algunos encuentros de Segunda División y de categorías inferiores del fútbol italiano para conseguir importantes beneficios a través de las apuestas deportivas.

Entre los detenidos figuran Vittorio Micolucci y Vincenzo Sommese, jugadores en activo del Ascoli (Segunda división), así como los exfutbolistas Mauro Bressan, exjugador del Fiorentina, Antonio Bellavista, antiguo capitán del Bari, y el excapitán del Lazio y exinternacional italiano Giuseppe Signori, quien se encuentra en arresto domiciliario.

Por el momento, una treintena de personas se han visto implicadas en las pesquisas entre jugadores en activo, exfutbolistas, directivos de clubes, comerciales y titulares de agencias de apuestas.

Las investigaciones de la Fiscalía de Cremona comenzaron hace seis meses a partir de una denuncia del Cremonese (de categorías inferiores), después de que cinco de sus jugadores se intoxicaran durante el partido contra el Paganese (2-0), disputado el 14 de noviembre de 2010.

Según los investigadores, el entonces portero del Cremonese y uno de los detenidos, Marco Paoloni, suministró un somnífero a sus compañeros para disminuir su rendimiento y condicionar el resultado del encuentro.