Las extrañas teorías de los vecinos de Santiago que odian las marchas

Después de que se abrieron las puertas de la sala de la Intendencia de Santiago en la que el alcalde UDI Pablo Zalaquett y algunos vecinos de la comuna estuvieron encerrados por casi una hora para hablar de prohibir las marchas por la Alameda, Santiago Santos – dueño del restaurante Zacarías, treinta y tantos años, que nació en La Reina, que fue a un colegio privado y que estudió Comercial en la Finis Terrae- salió diciendo que él era más socialista que cualquier socialista.

Las ideas socialistas de Santos – que define el socialismo como “preocuparse de que las personas surjan”- cuando habla de las marchas, son éstas.

-A mi me gustaría, primero que nada, que las personas que solicitan la autorización se hicieran responsables, que haya una firma, por ejemplo. Que mil personas firmen, y esas mil personas después tendrán que pintar la ciudad y responder económicamente por lo que se saquea.

Y cuando habla de las demandas de los estudiantes, son éstas:
-Están totalmente desenfocadas, no hay nada claro, o sea yo cuando escucho educación gratuita, educación gratuita, educación gratuita, no sé a qué quieren apuntar. Si los profesores van a tener que ganar plata para educar. Ya estamos metidos en una economía de mercado. Yo me pregunto lo siguiente: ¿Qué estudiante ha solicitado que se le ordenen los horarios de clases para permitirles trabajar?

-¿Tú crees que son flojos?
-Por supuesto.

Elena Zapata, presidenta de una junta de vecinos de la comuna, no piensa que sean flojos, pero dice:
-Nosotros sabemos que el derecho a manifestarse es un derecho, te fijas. Pero nosotros queremos que nos respeten nuestros derechos. Esta joven que organiza estas marchas, a mí me gustaría que ella hubiera venido a esta reunión. Que supiera el daño que está haciendo, te fijas. Porque yo encuentro que nosotros la hemos respetado a ella como vecinos. La estamos respetando. Obligadamente la estamos respetando a que ella organice su marcha. Pero ¿y el respeto hacia nosotros? Yo creo que yo también merezco respeto.

-¿Qué hay que hacer con las marchas?
-A mí en lo personal me gustaría que nunca más hicieran marchas por la Alameda.

-¿Tiene hijos?
-Sí. Están estudiando con crédito.

-¿Marchan?
No. No son de esa onda. Si la educación está, está mala. Si siguen faltando, peor va a ser.

-¿Sí?
-Yo te voy a dar mi opinión personal en estos momentos. Yo sé que la educación no es la mejor del mundo, ¿cachai? Pero yo reconozco que igual la persona que quiere surgir va a surgir igual hoy en día. No significa que diga que siga como está pero el niño que quiere estudiar, el niño que quiere surgir, el niño que quiere ser profesional, si quiere ir avanzando igual lo va a lograr con este tipo de educación. No es como para cortarse las venas por la educación que hay en este momento, cachai. Es más: yo creo que la están echando a perder más con esto.

Luis, el presidente de la Unión Comunal de las Juntas de Vecinos de Santiago, piensa parecido:
-Esto se arregla en el Congreso, no en la Alameda. La Alameda no es para arreglar problemas.

-Pero Piñera y Lavín no hubieran hablado en cadena nacional si no hubiese sido por las marchas.
-Usted sabe bien que las leyes ¿Dónde se hacen? ¿En la Alameda o en el Congreso?. Es que las movilizaciones ponen cosas en el tapete pero no solucionan el fondo. Yo nunca he visto que una movilización haya solucionado el fondo. Y llevo cincuenta años viendo movilizaciones.

-¿Pero qué opina de las demandas de los estudiantes?
-La estatización que se está hablando… la estatización, mire: los estudiantes que están muchas veces allegados con los políticos, qué pasó con la Escuela Nacional Unificada. La famosa ENU. Ellos van a saber. ¿Qué paso con eso? La estatización no va a ser posible en un país, en un mundo globalizado, salvo que sea un país no muy democráctico.

-¿Es poco democrático estatizar?
-Es que pienso que tiene que haber un lucro en todo sistema. Que sea transparente. Y la estatización no va a ser transparente. Las escuelas públicas que yo conocí nunca fueron buenas.

-¿Usted estudió en escuela pública?
-Estudié en la famosa Escuela Matte. Y después en una escuela particular, porque siempre lo mejor ha estado en las escuelas particulares. Aunque la gente lo discuta.

-Pero la idea es, justo, que se equilibre.
-Si a mí alguien me asegurara que alguna vez lo mejor estuvo en la escuela pública. Yo con las escuelas públicas que conocí, me va a perdonar, pero fueron denigrantes. Denigrante para la gente. Aparte de ser mala la educación, la infraestructura de la escuela era súper mala. Yo digo: ¿por qué negarse a que la educación tenga un lucro?

Y sigue:
-Lo que me da lástima es que todos estos cabros que andan desfilando en el centro, la mayoría, el cincuenta por ciento, no voy a poner todos, va porque va a flojear. Porque va a carretear. Porque yo, a mí no me lo contaron, vi cabros piteando y cabros tomando. Y yo lo único que quiero es que esos cabros no pierdan su juventud.porque los estan utilizando

-¿Quién?
-Los mismos amigos.

Y cambia de tema:
-Zalaquett no está en contra de que la gente se exprese.
-Pero quiere que pasen por otro lado.
-Pero obvio.
-¿Y esa es una posición de todos los vecinos o hay algunos a quienes no les importa?
-Así como empezaron los estudiantes con dos mil y llegaron a ochenta mil, empezamos con este grupito pero también nos podemos juntar hartos y vamos a…
-A terminar marchando.

Luis apenas sonríe y dice:
-No. No marchando. Pero sí no con los canales como corresponde