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Nacional

15 de Septiembre de 2011

Confech rechaza respuesta de Bulnes y seguirán movilizados

Universitarios calificaron como "nefasta" la postura del gobierno de rechazar las cuatro condiciones "mínimas" que pedían para sentarse a dialogar y no se sumarían por ahora a ninguna instancia. La respuesta formal, recibida mientras estaban reunidos en su pleno nacional en Valparaíso, no satisfizo ni a los más abiertos a dialogar y dejó en punto muerto el acercamiento superficial que tuvieron estos días. Para más remate, ratificaron una nueva jornada de paro nacional y marchas para el próximo jueves.

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“Mal uso de la palabra Voluntad. Mentirosos”. Eso escribió Patricio Contreras, miembro de la mesa ejecutiva de la Confech, en su cuenta de twitter (@contreraspato) apenas unos minutos después de escuchar al ministro de Educación, Felipe Bulnes, decir que no -de manera muy diplómatica- a las condiciones que ellos y el Colegio de Profesores pidieron al gobierno para aceptar las mesas de trabajo para destrabar el conflicto educacional. Una postura que horas después ratificarían desde Valparaíso, al finalizar el pleno de los dirigentes universitarios.

“Se viene un escenario súper complejo”, comentó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena, Laura Palma, apenas terminada la conferencia de Bulnes, remarcando que no había ningún avance y que el diálogo que estaba igual que antes.

Y Palma tenía razón, pues al término de la reunión de la Confech en Valparaíso, el vicepresidente de la FECH, Francisco Figueroa, quien actuó como vocero, dijo que el gobierno reafirmaba su “intransigencia” y anunció que las movilizaciones y marchas continuarán los días jueves 22 y 29 de septiembre.

En conversación con CNN Figueroa dijo que “mientras no existan propuestas concretas para el mejoramiento del sistema educativo chileno, no hay razones para que nosotros depongamos las movilizaciones”. Y agregó que “de nuestra parte, recalcamos nuestra disponibilidad al diálogo, pero seguimos exigiendo algunas garantías mínimas”.

De esta forma, los estudiantes recibieron la notificación de Bulnes como un NO a los cuatro puntos que el lunes llegaron a exigir al Mineduc, dejando el diálogo otra vez en punto muerto. Así, al menos, lo hicieron ver ellos, después de debatir sobre la postura de Bulnes de no acceder a ninguna de las “garantías mínimas” que pedían estudiantes y profesores para sentarse a dialogar.

Los cuatro NO

En la tarde, mientras los universitarios realizaban su pleno nacional en la facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, el ministro envió la respuesta oficial del gobierno minutos antes que diera una conferencia de prensa donde explicó, punto por punto, la postura del Ejecutivo.

Sin responder preguntas, Bulnes anticipó que el gobierno no creía en los diálogos con condiciones. Sobre el primer requisito, que implicaba recalendarizar el año escolar y extender el plazo para cerrar el primer semestre y la postulación a becas y créditos el próximo 7 de octubre, el ministro explicó que dadas las condiciones actuales ya no se podía. Para los colegios no era suficiente hacer clases hasta fines de enero y para los universitarios, a menos que algunos planteles se abrieran a hacer clases de lunes a domingo, tampoco alcanzarían.

Sobre la segunda condición, de congelar los proyectos de ley enviados al Congreso y señaló “no lograr comprender” que intentaran detener la tramitación de la repactación de deudas de egresados de planteles que no pertenecen al Confech y de la disminución del interés del Crédito con Aval del Estado. “No nos parece procedente ni equitativo paralizar la tramitación de una iniciativa que claramente va en alivio de una cantidad significativa de compatriotas”, dice la carta del Mineduc.

Durante la semana, el gobierno incluso decidió acelerar el proceso, aunque el mismo Bulnes explicó en su respuesta a la Confech que estaban disponibles a presentar indicaciones a esos dos proyectos de ley si desde el diálogo surgían planteamientos en acuerdo con ellos. Eso, además de la instancia para exponer su postura que podrían tener en el Congreso durante su tramitación, tal como lo han hecho en los proyectos que hoy se están debatiendo en el Parlamento.

De la tercera condición, sobre transparentar el diálogo y televisarlo o transmitirlo a través de medios de comunicación masiva, en vivo y en directo, tampoco accedieron. La solución dada por Bulnes es hacer públicas las actas de las mesas de trabajo de manera posterior. De esa forma, los universitarios entendieron que era una salida bastante pobre, pero en cierta medida era un punto ganado por ellos.

Donde no hubo segundas lecturas fue en la cuarta respuesta. Los estudiantes pedían priorizar el debate sobre las demandas más importantes instaladas por ellos en la agenda del conflicto, tales como el lucro y la desmunicipalización, algo que no fue acogido por el gobierno. De hecho, el Ejecutivo ratificó la postura en la que han insistido desde que el propio Presidente Piñera anunció el 21 de mayo pasado, en su cuenta anual. Es decir, para esa condición no hicieron cambios a las propuestas desde el GANE en adelante y ratificaron el envío del proyecto para formar un Superintendencia de Educación Superior que fiscalice el lucro.

Sobre reagendar el cronograma de las mesas de trabajo o hacer cumplir la ley actual, que en teoría no deja lucrar a las universidades, no hubo mención.

Pelota dividida

Tras escuchar las palabras de Bulnes y revisar en detalle el documento, los universitarios evaluaron de pésima forma la respuesta. Mientras en Valparaíso los dirigentes seguían la reunión y se ponían de acuerdo para emitir una declaración al salir del pleno Confech, en los planteles movilizados los estudiantes ya habían empezado a rechazar la carta del ministro y su no a todas las condiciones que ellos exigían para sentarse a dialogar. Ni hablar de la invitación que les hizo de comenzar hoy en la mañana a trabajar en esas mesas.

Durante la semana, algunos planteles movilizados comenzaron a rechazar las “medidas de presión” como cerrar el primer semestre el próximo 7 de octubre. En la Usach, por ejemplo, los estudiantes votaron no cerrar el primer semestre este martes. Una postura que se replicaría en las demás universidades en toma, sobre todo en regiones, donde la postura es mucho más crítica.

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