“No tengo dudas de que fue un pago como devolución de gentilezas a cambio de nuevas rutas para LAN”

Lavieri acaba de lanzar su libro El Rekaudador (la K intermedia es por los Kirchner), donde analiza detalladamente el caso. Ayer The Clinic Online reveló los documentos y el capítulo 17 (Los Sponsors), donde el reportero profundizó sobre la operación de pago que hizo la empresa al hombre de confianza de Jaime desde Estados Unidos por una consultoría que aún no aparece.

Hay que recordar que en Argentina, el juez Norberto Oyarbide tiene abierta una causa por estos hechos, mientras que en Chile el fiscal Centro Norte José Morales hace lo propio, información revelada por este medio en mayo pasado.

En esta entrevista, Lavieri asegura que la corrupción transitó por los despachos que permitieron que se aprobara la autorización para que la aerolínea del encanto de volar, pudiera operar en los cielos Allende Los Andes.

¿Cómo nació la idea de escribir esta investigación?
– El libro surgió por una sumatoria de cuestiones periodísticas. Hace 20 años casos judiciales. Hace 20 años lo hice en Clarín, en 1991 hasta 1997 y luego en 2009 volví.

– Es común en Argentina casos de este tipo, como se ve.
– Siempre se denuncian a funcionarios por enriquecimiento ilícito. Porque cambian de nivel de vida, porque sus patrimonios crecen de manera exponencial cuando ganan poco dinero y este empezó siendo un caso más de tantos de los que escribí en estos años. En 2008 cuando trabajaba en radio, conté inocentemente sobre esta causa de enriquecimiento ilícito y el año siguiente seguí trabajando en el caso, como otros tantos, nada especial. Y en 2009 revelé que Ricardo Jaime, el ex secretario de Transportes, usaba un avión de 4 millones de dólares como si fuera propio. Esta persona ganaba en la Argentina, algo así como 3 mil dólares y pico por mes. En 2010 descubrí que un concesionario del área de transportes, a quien debía fiscalizar le pagaba el alquiler de su casa. Era mucha corrupción. Y por este delito está procesado.

¿En el caso de LAN, cuando te aparecen los primeros antecedentes de que algo olía mal?
En noviembre de 2010 comencé a publicar el contenido de los mails. Eran más de 20 mil mails. Primero comencé a leerlos en solitario, luego se sumaron algunos compañeros del diario, también La Nación comenzamos a hallar mails ligados a LAN. Pero había que correr. Estábamos en plena competencia periodística, no había mucho tiempo para pensar. Sólo tiempo después, para este libro, pude pensar el porqué de la consultoría de LAN y revisé la secuencia temporal.

El pago de LAN a Jaime, el ex secretario de Transportes a través de su hombre de confianza que es Vázquez, ¿es corrupción pura?
– No tengo ninguna duda de que fue un pago como devolución de gentilezas a cambio de nuevas rutas a la empresa LAN. Sinceramente no tengo ninguna duda. Hay una causa judicial que está en pleno trámite (a cargo del juez Norberto Oyarbide). Ahora bien, probar que se trató de corrupción, va a tardar un rato largo.

¿Era necesaria la consultoría? ¿Vale lo que pagaron?
No se ve el porqué LAN tenía que pagarle al asesor del secretario de Transportes por un tema lejano si se quiere a los intereses de LAN. No había mucha necesidad de pagar 1 millón 150 mil dólares. Yo para el libro llamé a una persona de LAN Argentina y le pregunté por el valor de la consultoría y me respondió irónicamente: “qué caro”.

Una buena ironía…
Si claro. Y si vieras lo que es la empresa del testaferro de Jaime era una oficina mugrosa con cuatro o cinco empleados. No era una multinacional de la consultoría, que uno podría decir, bueno quizás eso valía, ¿te fijás?

¿En el proceso judicial existe algún registro de la consultoría?
LAN Argentina se presentó a la justicia. Admitió la existencia de los pagos y según fuentes judiciales aún no muestra la consultoría. LAN trató de circunscribir el caso a la Argentina, para obviamente evitar la investigación en Chile.

¿Qué consecuencias podría tener para LAN? Porque el juez Oyarbide está detrás de los movimientos bancarios de Vázquez.
Si, efectivamente pidió esa información a Estados Unidos para que revelen los movimientos de la cuenta del testaferro. En principio, en Argentina si se comprueba que fue algo más que una consultoría y hubo cohecho, tal vez tenga algún inconveniente la empresa. A mí me consta que lo más complicado es que LAN cotiza en la bolsa de Nueva York y allá tienen penado el pago de coimas en el extranjero.

¿En qué situación está Ernesto Ramírez el ejecutivo de LAN Cargo en Miami ante la justicia en Argentina?
Él está imputado en la Argentina porque así lo dice el fiscal que lleva la acción penal, pero aún no es citado a declarar. Si hay algo que tiene la justicia argentina cuando se trata de delitos de cuello blanco, económicos con funcionarios de un gobierno que todavía está y va a estar en el poder, tarda para que suceda algo importante. De todos modos, al menos sobre Jaime la investigación está muy avanzada.

En el libro calificas a Ramírez como un fantasma que podía entrar a todas las oficinas, que abría puertas. En ese sentido, ¿pudo el directorio de LAN Chile, que en esos años era integrado por el Presidente Sebastián Piñera, desconocer estos pagos ilegales?
-Lo que te puedo decir es que la gente de LAN Argentina, no estaba enterada de esto. O sea, si aquí no estaban enterados, es que la gente de Chile es la que pagó. Recuerda que es el testaferro de Jaime el que le manda mails a Ramírez, quien le dice que no hace falta que sea LAN la empresa que paga la consultoría.

Es decir no podía menos que saber.
– No sólo no podía. Lo hizo desde cuentas en blanco. No lo ocultaron, porque se hizo desde una cuenta en Miami que pertenece a LAN.

¿Cuál es la razón de que el contrato, mediante el cual se van a hacer los pagos de LAN a Vázquez, que es muy cercano en el tiempo a la autorización de cabotaje, cambie tantas veces?
Me da la impresión de que la gente de LAN trató de tomar la mayor cantidad de resguardos posibles ante algún problema. Por eso lo cambian, le agregan cosas para que aparezca algo más serio. Lo más corrupto es que este consultor era al mismo tiempo un funcionario público.