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Nacional

20 de Octubre de 2011

Bulnes denuncia a estudiantes y los acusa de “grave alteración” de un organismo “colegislador”

Después de casi 10 horas al interior de la sede de Santiago del Congreso Nacional, estudiantes y dirigentes de diferentes organismos sociales se retiraron de manera pacífica del edificio, en medio de chorros de carros lanzaguas de Carabineros contra los manifestantes que los apoyaban alrededor del edificio. Los dirigentes salieron y fueron conducidos inmediatamente a carros policiales para luego ser trasladados a la 3ª Comisaría de Santiago para efectuarles control de identidad, medida que los parlamentarios que apoyaron la toma condenaron y declararon como ilegal. Pero finalmente, según se informó, 47 de ellos deberán esperar lo que determine la fiscalía después de la denuncia presentada por el ministro de Educación, Felipe Bulnes, por el cargo de “alteración del orden durante la sesión de un cuerpo legislador”.

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De manera completamente pacífica abandonaron ayer a las 22:00 horas la sede de Santiago del Congreso Nacional la cincuentena de manifestantes que permanecían en el salón Pedro León Gallo de ese edificio desde este mediodía. De esta forma, Carabineros cumplió la orden de sacar en carros policiales y realizarles un control de detención a la 3ª Comisaría de Santiago.

Al mismo tiempo, efectivos de Fuerzas Especiales reprimió a cerca de mil personas que acompañaban afuera del perímetro dispuesto por Carabineros, con guanacos lanzando chorros de agua con químicos sobre los manifestantes, sin mediar ninguna provocación. Un par de horas antes, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter condenó que no se hubiera desalojado a los manifestantes y señaló que emprenderían acciones legales contra ellos.

Así, después de casi 10 horas ocupando los salones del edificio del Congreso en Santiago, estudiantes y representantes de distintas organizaciones sociales salieron del congreso secundados por los parlamentarios que firmaron un compromiso minutos antes para enviar de un proyecto de ley de reforma constitucional, que incluye la opción de un plebiscito vinculante.

Pasadas las 21:30 horas de este jueves los manifestantes dieron a conocer el acuerdo con los senadores y diputados que se encontraban en el lugar y salieron del edificio del ex Congreso. Algunos parlamentarios rechazaron la acción de carabineros y denunciaron que la medida no se ajustaba a la legalidad, por lo que presentarían recursos de amparo y otras acciones legales contra los responsables, en este caso, el encargado de Fuerzas Especiales, el coronel Víctor Alejandro Tapia Huechullán.

La toma

Recién pasado el mediodía de ayer, el grupo compuesto por estudiantes, apoderados y ecologistas ingresaron al ex Congreso Nacional, ubicado en Compañía 1775, y se tomaron las dependencias del edificio, instalándose en el salón Pedro León Gallo.

Los manifestantes, en su mayoría escolares agrupados en la Cordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), se reunieron una hora antes con el ecologista Luis Mariano Rendón, con quien afinaron los detalles para la irrupción en el Congreso.

Ya adentro, estudiantes y apoderados exigieron la presencia de los senadores y fueron recibidos primero por los senadores Mariano Ruiz-Esquide y Jaime Quintana, los únicos que se encontraban en el lugar a esa hora.

Ruiz-Esquide, como primera medida, pidió a los Carabineros encargados de la seguridad del recinto que no se llamara a efectivos de fuerzas especiales para evitar un desalojo violento como el ocurrido el miércoles en las gradas del Congreso, en Valparaíso.

Tras esa conversación, los estudiantes se mantuvieron en el salón de manera pacífica y sólo desplegango un lienzo que rezaba “Plebiscito Ahora”. Ahí se mantuvieron hasta que comenzó a sesionar la cuarta subcomisión especial mixta de presupuesto, que analizaría la partida de Educación desde las 15:30 horas en el salón de Los Presidentes.

En esa instancia los estudiantes ingresaron a la discusión e irrumpieron la reunión, desplegando el lienzo incluso parados sobre la mesa donde se reunían e inquiriendo directamente al ministro a hacerse cargo de las demandas estudiantiles y a los parlamentarios a generar una opción para realizar un plebiscito vinculante con la ciudadanía.

Tan solo unos minutos después, el ministro Bulnes tomó sus cosas y se retiró del salón por una puerta trasera, en medio de los airados gritos de los manifestantes. En su huída, se rompió un vidrio de una las puertas del salón por la presión de los asistentes y el secretario de Estado casi se cae sobre las alfombras rojas de los pasillos, secundado por guardias del recinto y su equipo de comunicaciones.

La situación generó un áspero ánimo en la sesión que siguió después del incidente, el que provocó diversas reacciones por parte de los parlamentarios. Andrés Zaldivar y Alberto Espina, por ejemplo, pidieron el desalojo, mientras un calmo presidente del Senado, Guido Girardi, les aseguró que no serían desalojados e incluso podrían quedarse a pernoctar en el edificio.

El parlamentario incluso se comprometió a generar un proyecto de ley en conjunto con los estudiantes para generar espacios para la inclusión de plebiscitos en la constitución. Mientras tanto, el gobierno ordenó cercar la cuadra del edificio y desplegó un amplio operativo policial para contener a algunos manifestantes que se congregaban afuera del recinto.

Sólo horas después, tras conversaciones con el propio Girardi y el senador Alejandro Navarro, llegaron a un acuerdo con los manifestantes. En un principio, ambos senadores le sinceraron a los manifestantes que existía una gran presión del gobierno por llevar adelante un desalojo. De hecho, el propio ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, condenó la postura de Girardi y prometió acciones legales contra los manifestantes, quienes de todas formas abandonaron el lugar de manera totalmente pacífica.

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