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Poder

4 de Noviembre de 2011

Ortega, de guerrillero marxista a candidato pragmático y moderado

El presidente Daniel Ortega, favorito a ser reelegido para un segundo mandato consecutivo en las elecciones del próximo domingo en Nicaragua, se presenta como un candidato pragmático y moderado, muy diferente al joven comandante guerrillero y marxista de la década de 1980. Apoyado política y económicamente por su aliado y colega venezolano, Hugo Chávez, los […]

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El presidente Daniel Ortega, favorito a ser reelegido para un segundo mandato consecutivo en las elecciones del próximo domingo en Nicaragua, se presenta como un candidato pragmático y moderado, muy diferente al joven comandante guerrillero y marxista de la década de 1980.

Apoyado política y económicamente por su aliado y colega venezolano, Hugo Chávez, los sondeos auguran a Ortega una cómoda y amplia victoria en la primera vuelta frente a una fracturada oposición que presenta a cuatro candidatos enfrentados entre sí.

El mandatario, próximo a cumplir 66 años, lleva casi la mitad de su vida como líder indiscutible del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido del que ha sido su único candidato presidencial en los comicios de 1984, 1990, 1996, 2001, 2006 y 2011.

La última demostración de su gran habilidad política ha sido su maniobra para burlar la norma constitucional que se interponía entre él y su objetivo de mantenerse en el poder cinco años más.

Los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia, sin presencia de magistrados opositores, declararon en octubre de 2009 inaplicable el artículo de la Carta Magna que impedía la reelección continua del presidente y limitaba a dos su número de mandatos.

Ortega fue uno de los nueve comandantes de la revolución sandinista y, tras derrocar por las armas el 19 de julio de 1979 la dictadura de Anastasio Somoza, fue coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y presidente del país de 1985 a 1990 para, 15 años después, volver al poder, esta vez por las urnas.

En 2006, con una oposición dividida, al igual que ahora, Ortega ganó las elecciones con el 37,99 por ciento de los votos, el segundo porcentaje más bajo en su carrera política, sólo superado por el 37,83 por ciento que había obtenido en 1996, cuando fue derrotado por el expresidente Arnoldo Alemán, con quien busca saldar cuentas.

El otrora guerrillero sandinista y marxista se presenta ahora como un candidato pragmático y conservador, aliado de una parte de la jerarquía católica y con relaciones tanto con Irán, Rusia y Cuba como con Estados Unidos y Taiwán.

Mantiene acuerdos por igual con la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Su principal aliado y benefactor es el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha otorgado a Nicaragua, desde que Ortega asumió el poder, en enero de 2007, un total de 1.944,5 millones de dólares, que el gobernante administra al margen de la ley del presupuesto nacional a través de una empresa privada ligada a su partido.

Fue Chávez quien bendijo el camino a la reelección de Ortega en sus visitas a Nicaragua y entre los amigos y aliados del líder sandinista hasta hace poco también estaba el libio Muamar el Gadafi, sobre cuya muerte a manos de los rebeldes no se ha pronunciado.

Uno de los escándalos que ensombrecían su figura pública se despejó durante su actual mandato, cuando Zoilamérica Narváez, su hijastra, decidió retirar una demanda internacional relacionada con una acusación por abusos sexuales contra su padrastro.

Zoilamérica, hija de Rosario Murillo, su esposa, le había acusado en marzo de 1998 ante un tribunal de Managua de someterla a abusos sexuales y diversas agresiones físicas y psicológicas desde 1979.

Ortega, que recibió el apoyo de su madre, Lidia Saavedra, ya fallecida, y de Murillo, finalmente apeló a su inmunidad parlamentaria y la jueza del caso, Juana Méndez, ahora magistrada de la Corte Suprema, consideró que había prescrito y lo archivó.

El líder sandinista tiene ocho hijos -seis varones y dos mujeres- con la poetisa Murillo, quien por delegación de Ortega ejerce el 50 por ciento del poder en Nicaragua y es además su jefa de campaña y principal portavoz como titular del Consejo de Comunicación.

Nacido en La Libertad, en el centro del país, el 11 de noviembre de 1945, Ortega cuida su salud con esmero y, al igual que Hugo Chávez, es atendido en Cuba por médicos de ese país, a los que acude frecuentemente a efectuarse chequeos.

En cuanto a su preparación académica, en 1962 inició la carrera de Derecho en la Universidad Centroamérica (UCA) de Managua, pero dejó las aulas para ingresar al FSLN, fundado en 1961.

En 1965 fue promovido a la dirección nacional del FSLN y en 1967, tras participar en un asalto a un banco y en un atentado contra un sicario somocista, se convirtió en prisionero de Somoza durante siete años.

Logró su libertad junto a decenas de guerrilleros en diciembre de 1974 gracias a un comando sandinista que tomó como rehenes a funcionarios y diplomáticos en la mansión de un ministro de Somoza.

En la lucha antisomocista, Ortega perdió a su hermano Camilo, quien murió en un combate contra la Guardia Nacional de Somoza en el barrio Monimbó de Masaya, en febrero de 1978.

Desde el 22 de julio de 1991 ha sido Secretario General del FSLN.

En las primeras elecciones generales celebradas en Nicaragua el 4 noviembre de 1984, tras el derrocamiento de Somoza, triunfó como candidato del FSLN sin la participación de la oposición, que no se presentó por falta de condiciones democráticas para participar.

Perdió las elecciones de febrero de 1990 frente a Violeta Chamorro, en las de 1996 ante el liberal Arnoldo Alemán, y en noviembre de 2001 frente a Enrique Bolaños, para volver al poder en 2006, con su victoria sobre el banquero y excanciller Eduardo Montealegre y sobre el liberal José Rizo.

Para los comicios del domingo lleva como candidato a la Vicepresidencia al anterior jefe del Ejército, Omar Halleslevens, quien dirigía esa institución cuando se dio el fallo que permitió su candidatura

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